Resumen libre de la entrevista realizada en el pasado viernes 3 de junio en Haus des Buches durante el Literaturfestival de Fráncfort con motivo de la lectura del libro «La oculta»
Por Rodrigo Oliveira-Soares
Europa: cuando fui perseguido y amenazado en Colombia, fui recibido en Italia y en España (entonces a los colombianos no nos pedían visa); Europa fue un refugio para mí; en cuanto pude, regresé a Colombia que es mi tierra; eso van a hacer los sirios cuando pare la guerra; Europa debe seguir siendo un lugar de acogida para quienes buscan paz; en Colombia soy Héctor y en Europa Hr. Abad, aquí tengo más tranquilidad y distancia para escribir.
Narradores: inicialmente escribí La Oculta en tercera persona; el resultado me pareció muy anticuado y lo deje; en Berlín estaba escribiendo «Memorias de un amante impotente» y al regresar de una noche de copas perdí mi cuaderno de anotaciones; decidí volver a La Oculta e introducir tres narradores lo más lejos posible de los terratenientes y los narcos: dos mujeres y un gay; así la novela no sería leída por ellos.
Narraciones de los personajes femeninos: en mi casa éramos cinco hermanas y yo; las mujeres tienen más desarrollado el órgano del lenguaje; en mi cabeza todavía escucho voces femeninas; creo que también me hice escritor porque no me dejaban hablar en casa.
La finca: La Oculta está inspirada en La Inés, la finca de mi abuelo; todo colombiano aspira a tener una; cuando el narco hace un buen negocio o un escritor vende muchos libros, se compra una finca; cuando mi padre se jubiló, se fue a cultivar rosas y amigos a La Inés; le hizo prometer a mi hermana que jamás la venderíamos; los dos días más felices en la vida de un colombiano son el día en que compra su finca y el día en que la vende.
Nombres de los personajes: a Antonio le llamé como a mi abuelo, quién me decía que con tantas mujeres a mi alrededor me volvería marica (Antonio es gay – esa fue mi venganza); Eva es la primera mujer moderna en la familia; Pilar es el pilar de la Oculta – sin ella la finca se habría vendido o dejado a los paramilitares.
Epílogo: muchas veces escribo lo que no quiero que pase; por ejemplo, si un familiar va a tomar un avión, escribo sobre un accidente aéreo, es mi manera de exorcizar lo que no deseo; la mayoría de la gente hace lo inverso, esto es, no habla de ello; el epílogo de la novela tiene esas características: ¿que sería lo peor que pudiera pasarle a La Oculta?
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