Max Eschig, emigrante de origen checo, fundó en París en el 1907 la editorial que lleva su nombre. Introdujo en Francia obras de músicos extranjeros, principalmente de Europa central. La música española y latinoamericana formaba una parte destacada del catálogo. Manuel de Falla fue el primer compositor de importancia editado, al que se añadieron después Albéniz, Turina, Mompou o Nin. Justamente de Joaquín Nin és una de las tres partituras que tenemos en la biblioteca de esta editorial: Seguida española (1929). También tenemos Jalousie (1929), tango de Jacob Gade i Airs bohémiens (1930?) de Pablo Sarasate.
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