Para ver: atardecer desde el mirador de la torre Montparnasse. Según algunos, la mejor vista de París … ¡desde allí arriba no se puede ver la torre Montparnasse! También recomendamos esta popular vista de Paris a 26 giga pixels
Para escuchar : París es una ciudad especial. Se siente nada más poner el pie en ella. Tal vez sea por su peculiar arquitectura, sus grandes parques, avenidas y bulevares, sus monumentos; quizá por su oferta cultural, gastronómica y de ocio; seguramente será por una mezcla de todo. El programa ‘Nómadas’ de RNE (Radio Nacional de España) propone una amplia visita sonora a la ciudad del Sena.
Ver el mapa de la visita. Visitar el Blog de Nómadas
La radio es un medio muy recomendable para mejorar el aprendizaje de la lengua:
Planet 51 de Ilion Animation Studios con su Premio Goya y su inversión millonaria, La dama y la muerte de Kandor Moon con Goya, nominación al Oscar y Antonio Banderas en la producción, y Zinkia con la serie Pocoyó han llevado a la primera página la industria del cine de animación en España. El cine de animación vende y exporta. España se consolida como tercer país europeo y el séptimo mundial en esta industria. Ver atículo en Cinco Días
Otros títulos como, El lince perdido, Alma, Donkey Xote, Pérez 2 el ratoncito de tus sueños, etc. y otros nombres como Raúl García, Carlos Baena, Rodrigo Blaas, Enrique Vila jalonan la última etapa de esta historia que inició Segundo de Chomón allá por 1902. Ver artículo: Cine experimental de animación en España.
Sólo la Asociación Española de Productores de Animación agrupa desde 1997 a 26 empresas especializadas en diversas técnicas de animación (animación tradicional, plastilina, 3D, flash, toma fija , marionetas y multimedia)
Y además hay cuatro festivales de importancia: Animadrid en Pozuelo de Alarcón, Animac en Lérida Anima’t en Sitges y Animacor en Córdoba.
Doce empresas españolas buscan impulsar el sello «Animation fron Spain»
Ver el video de la entrevista de Cervantes TV a los creadores de Planet 51.
El DVD de Planet 51, junto con otros muchos títulos, ya está disponible en la biblioteca. Consulte el catálogo.
La inesperada desaparición en Salamanca del historiador Manuel Fernández Álvarez, extraordinario divulgador del siglo XVI español y uno de los máximos especialistas mundiales en la España de los Austrias, nos duele en el alma. Era también gran amigo nuestro, del Instituto Cervantes y de sus bibliotecas.
A Bruselas acudía con cierta frecuencia para intervenir en congresos y actividades relacionadas con su principal especialidad: Carlos V, el Emperador nacido en Gante. Sabedor de que nuestra biblioteca en Bruselas alberga una sección especial sobre «España en Flandes», el profesor Fernández Álvarez nos remitía puntualmente por correo un ejemplar dedicado de cada nueva obra que publicaba, incluido el Corpus documental de Carlos V al completo. ¡Qué hipnótica caligrafía la suya, inmediatamente evocadora del mismísimo XVI!
Decimos adiós aquí al gran historiador cuyo amor por la literatura le llevó a transmitirnos la investigación más ardua como si se tratara de una novela apasionante. Y también al hombre, ameno, sumamente amable y atento a quien era una delicia tratar y escuchar. Seguirá por siempre acompañándonos y deleitándonos con sus libros.
Le preguntaron a Umberto Eco a finales de los años noventa qué pensaba sobre el futuro del libro, y si olía a muerto, y respondió: “El libro es como la cuchara, el martillo, la rueda, las tijeras. Una vez se han inventado, no se puede hacer nada mejor”. En conversación con Jean-Claude Carrière, ensayista, dramaturgo, cineasta, gran conocedor y amante de México, bibliófilos ambos, abunda en la idea, que queda recogida en ‘Nadie acabará con los libros’, recién publicado por Lumen en España. En la primavera de 2009, y en torno a este libro, Eco dijo en Madrid: “Desde luego, si tuviera que dejar un mensaje de futuro para la Humanidad, lo haría en un libro en papel y no en un disquete electrónico. Esta mañana he visitado la Biblioteca Nacional y he visto libros que tienen 500 años de antigüedad. Y si considero los manuscritos, he visto algunos ejemplares escritos hace 1.000 años. Ahora bien, no sabemos cuánto puede durar un disquete de ordenador. Los llamados discos flexibles han muerto antes de agotar su capacidad de almacenamiento de datos. En cualquier caso, hemos escrito un libro para argumentar la larga vida que aguarda al libro en papel”. Carrière alerta de que, en contra de la presunta revelación recibida, no es cierto que el CD Rom, ayer, y el DVD, hoy, sean tan duraderos como para pensar que siempre estarán ahí para cuando se desee leer texto o ver imágenes. De hecho, ya están superados por ‘blue rays’, tabletas de lectura de variado tipo, iPads y demás, que lo serán a su debido tiempo como las cintas de música y los vídeos lo fueron por los CDs y los DVDs. Tengo en casa libros y cintas, con la diferencia de que los libros están siempre disponibles y para las cintas (de audio y de vídeo) ya no hay lectores. Dicho con palabras de Carrière: “Mientras que ya no podemos usar un videocasete o un CD Rom de hace apenas unos años, podremos leer libros cuando toda la herencia audiovisual haya desaparecido”. Amén.
Firma: un lector de libros.
La cabeza me da vueltas: Más allá de Gutenberg. El escritor Enrique Vila-Matas reflexiona en esta ficción sobre el porvenir de los artefactos impresos, al tiempo que defiende un lugar entre el universo Gutenberg y el planeta Google.
Ya está en la biblioteca, y a disposición de los lectores, el libro:
París, ciudad de acogida: el exilio español durante los siglos XIX y XX. Fernando Martínez López, Jordi Canal y Encarnación Lemus (eds.) Marcial Pons, Ediciones de Historia. Madrid, 2010.
«A lo largo de los siglos XIX y XX España expulsó o forzó a salir del país a muchos de sus ciudadanos. Muchos hombres y mujeres se vieron abocados a abandonar su patria para establecerse, temporal o permanentemente, en otro país. Por encima de otros destinos, París fue la gran ciudad de acogida. La historia española ha sido rica en este género de experiencias. Afrancesados, liberales, realistas, carlistas, progresistas, demócratas, republicanos, internacionalistas, cantonalistas, anarquistas, nacionalistas, monárquicos, derechistas y vencidos de la guerra fraticida de 1936-1939: todos ellos, en un momento u otro, probaron los sinsabores del destierro. Este libro analiza las razones que llevaron al exilio a París a numerosos refugiados y personalidades relevantes de la política española, así como las formas de vida que desarrollaron los exiliados, sus estrategias de conspiración, los espacios urbanos y de sociabilidad que frecuentaron o las relaciones con la política de la sociedad de acogida.» (Tomado de la cubierta)
Este libro es fruto de un coloquio internacional que, bajo el título París ciudad de acogida. El exilio español durante los siglos XIX y XX, reunió a historiadores españoles y franceses en el Colegio de España de París entre el 18 y el 22 de abril de 2005. El encuentro fue organizado por la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales, el Instituto Cervantes y la École des Hautes Études en Sciences Sociales de París.