Julián Ríos con su novela Puente de Alma recibió ayer el Premio Laure Bataillon.
Este premio, que lleva el nombre de la traductora al francés de Julio Cortázar, recompensa a la mejor obra de ficción traducida al francés y se otorga tanto a la obra del autor como a su traducción. Así que en este caso se premia además de a Julián Ríos, a Geneviève Duchêne y Albert Bensoussan, traductores de Pont de l’Ama.
Como escribió Ramón Chao en Le Monde Diplomatique en Español: Con todos los antecedentes del autor, la elección del tema de “Puente de Alma”, tiene de qué sorprendernos: la muerte de la princesa Diana el 31 de agosto de 1997, cuando un Mercedes negro en el que viajaba junto con su amigo Dodi Al Fayed se empotró en una columna del túnel de Alma en París. Hubiera podido resultar una narración rosa sentimental como las muchas que el drama provocó, de no vivir cerca del lugar del accidente el narrador Emil, procedente de otra novela de Ríos, que acude inmediatamente a ver los restos calcinados y recibe o sueña los testimonios más o menos precisos de curiosos personajes relacionados con la vida y muerte de Diana ( un fotógrafo ofuscado en lograr imágenes únicas del accidente, una pintora frustrada y un danés budista convencido de que la princesa de Gales era la reencarnación de Louis Ferdinand Céline,) todos con una misma obsesión : la princesa y la oscuras causas del choque. Cada cual habla según su prisma de reflexión, y reproducidas por el narrador, sus cuentos serán una prolongación de la realidad.
Y Julián Ríos firme en la suya: su rechazo (mejor, resistencia), a las fuerzas que dirigen el mundo: la política, la prensa, el dinero. “Puente del Alma” confirma la unidad de una producción exigente e innovadora, centrada en la duda, el humor, la ambigüedad y la música de la palabra como regla de vida. Leer el artículo completo.