Mientras las bibliotecas de los casi 50 Estados miembros del Consejo de Europa se unieron en un solo motor de búsqueda y la Comisión europea patrocina Europeana, un portal para copias digitales de arte, música, cine y libros, el patrimonio cultural de EE.UU. busca un hogar electrónico.
La idea de una biblioteca pública digital estadounidense fue impulsada en parte por Google, que desde 2004 lleva digitalizados más de 15 millones de libros.
“Una biblioteca digital pública estadounidense sería una alternativa institucional sin fines de lucro a Google Books”, dice el profesor Darnton. «Existe un conflicto entre la razón de ser de Google, que es ganar dinero para sus accionistas y las bibliotecas cuyo objetivo es poner los libros a disposición de los lectores», asegura el profesor.
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