La cosa más importante que me ha pasado en la vida es aprender a leer. Y creo que no hay ni una pizca de exageración en esta frase. Yo recuerdo mucho cuando, a mis cinco años de edad, aprendí a leer, el mundo de pronto se me enriqueció de una manera extraordinaria. (MVLL)
Un discurso de Premio Nobel, lleno de emoción, en el que hemos escuchado las cosas más bellas que se pueden decir sobre la literatura, y la vida.
Texto completo del discurso en español
Texto completo del discurso en francés
Ver además: Vargas Llosa en el Instituto Cervantes de Estocolmo.
Leer la noticia en el diario El País
Algunos extractos del discurso:
La lectura convertía el sueño en vida y la vida en sueño y ponía al alcance del pedacito de hombre que era yo el universo de la literatura. Mi madre me contó que las primeras cosas que escribí fueron continuaciones de las historias que leía pues me apenaba que se terminaran o quería enmendarles el final. Y acaso sea eso lo que me he pasado la vida haciendo sin saberlo: prolongando en el tiempo, mientras crecía, maduraba y envejecía, las historias que llenaron mi infancia de exaltación y de aventuras.
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Cervantes TV acaba de publicar esta extensa entrevista con Mario Vargas Llosa, última realizada por el Instituto Cervantes al autor hispanoperuano antes de ser galardonado con el premio Nobel, donde habla, entre otros muchos asuntos, de su última novela. La de Vargas Llosa inaugura en la televisión del Cervantes la serie Voces impresas, que recogerá testimonios de diversos autores españoles e hispanoamericanos. La publicación de esta entrevista es otra de las actividades que el Instituto Cervantes está llevando a cabo previamente a la entrega del premio, que culminarán a lo largo de la semana próxima con las actividades realizadas en el centro de Estocolmo.
En la víspera de la entrega de los premios Nobel, el Cervantes de Berlín acoge el simposio «Mario Vargas Llosa, vivir la literatura». Tras la inauguración de la exposición «Mario Vargas Llosa. La Libertad y la vida», es el último de los actos con los que el IC rinde homenaje al escritor esta semana. Hispanistas y profesores estudian la carrera del autor peruano, en una cita que acabará con una interpretación de fragmentos de su obra por la actriz alemana Anna Thalbach.
En su libro autobiográfico El pez en el agua, Vargas Llosa dedica varias páginas a su estadía en Cochabamba, plácido valle donde la buena comida y la mejor bebida se brindan a sus habitantes. Como se sabe Mario paso allí los primeros diez años de su existencia, periodo que marcó el resto de su vida, por la férrea disciplina, para vencer los obstaculos de orden familiar y emocional.
Creo que como él dice fue un periodo sereno para su atribulada infancia, porque estuvo lejos de su padre, personaje siniestro y cerca de los seres a quienes mas quería: su madre y sus abuelos.
La escuela primaria es un micro-cosmos de lo que será la sociedad de los adultos más tarde: allí están representados los valores mas sublimes y las taras mas abyectas.
El Colegio La Salle, donde compartimos pupitre con Mario, no era excepción. Entre los niños hubo futuros poetas, bandoleros en ciernes, delatores potenciales y tambien generosos amigos y hasta un futuro Premio Nobel de Literatura.
Los sobrevivientes de la clase de 1945, saludamos este laurel que más que merecidamente gana Mario y festejamos con algarabía su contundente victoria…
por Carlos Antonio Carrasco. Embajador de Bolivia en París (1993-1997)
Leer Mi condiscípulo Mario Vargas Llosa por Carlos Antonio Carrasco
Cada uno de nosotros es, sucesivamente, no uno, sino muchos. Y estas personalidades sucesivas que emergen las unas de las otras, suelen ofrecer entre sí los más raros y asombrosos contrastes. (José Enrique Rodó. Los motivos de Proteo)
Vargas Llosa nos recuerda esta frase al presentarnos su última novela, a caballo entre la ficción y la crónica, que explora lo más profundo del alma humana a través de la experiencia vital de Roger Casement, un irlandés excepcional con una vida contradictoria que no fue uno, sino muchos y que, tras haber sido ajusticiado en la horca en Dublín renació entre sus conciudadanos y ahora entre nosotros, los lectores de Vargas Llosa.
La novela, El sueño del celta, se divide en capítulos impares y pares en los que nacionalismo y genocidio se alternan mientras Vargas Llosa nos conduce por la senda de la maldad absoluta: explotación, crueldad, tortura y muerte. Por el Congo belga y la codicia del rey Leopoldo II que promueve la explotación inmisericorde del indígena sometido y le despoja de sus recursos, su dignidad y su vida. Por el Putumayo peruano en donde los caucheros y las compañías explotadoras del caucho amenazan, mutilan y asesinan sin piedad. Y por la Irlanda de la insurrección independestista de 1916 que llevará a Roger Casement al patíbulo por traidor a la corona británica.
«Cuando abrieron la puerta de la celda, con el chorro de luz y un golpe de viento entró también el ruido de la calle que los muros de piedra apagaban y Roger se despertó asustado.» Así comienza el primer capítulo. Tal y como, probablemente, ya le sucedió con La fiesta del chivo, una vez que cruce el umbral por esta primera frase, quedará envuelto en un torbellino del que no podrá salir hasta la página 451. Y cuando salga, ya no será uno …
El sueño del celta ya está en nuestra la biblioteca a disposición de los lectores. Consulte el catálogo.