El 25 de junio de 1923 tenía lugar el estreno escenificado de El retablo de maese Pedro en el parisino palacete de la princesa de Polignac, con decorados y figurines de Manuel Ángeles Ortiz y títeres con cabezas y figuras planas de Hermenegildo Lanz.
«Gran fiesta en el palacio de la princesa Edmond de Polignac. Brilla en la noche el charol de los automóviles mudos, bajo los castaños de la avenida. Junto a la verja ronronea el corro de los «chauffeurs». […] Rebosa el salón del teatro de la princesa. Quedan fuera, por las puertas manojos de colas de frac. La escena es de guiñol. Los muñecos representan a Don Quijote, a Sancho, a maese Pedro, al muchacho que explica el retablo y a los demás personajes de Cervantes en el «Quijote», capítulo XXVI. El retablo con sus títeres: Don Gaiferos, Melisendra y los otros, se abre también ahí, en el teatro de los muñecos: es el guiñol del guiñol. Por la oposición de irrealidades entre los títeres y los muñecos, se ve la razón de la sinrazón de Don Quijote. Melisendra es tan de verdad como maese Pedro. Los pintores y escultores Lanz, Ortiz, José y Hernando Viñes han montado este profundo guiñol con toda su gracia de chicos. Entre las manos ocultas que mueven a todos los muñecos, las del pianista Ricardo Viñes, héroe de la mano, es la que maneja al héroe del manco. En la orquesta recitan el «Quijote» las voces de Don Quijote, de maese Pedro y del muchacho que explica el retablo. Ahora sólo les falta a ustedes oír la música para saber lo que es esta obra de Manuel de Falla» (Corpus Barga. «Reflejos de París: El retablo de maese Falla», El Sol, Madrid, 30-06-1923).
Para saber más…
Pino, Rafael del. «ConciertoFalla : La princesa de Polignac. Una mecenas para la música». La Opinión de Granada, 10-07-2004. Disponible en la página web del Archivo Manuel de Falla.