Este año 2023 conmemoramos el Centenario del estreno de El retablo de maese Pedro (1923), un acontecimiento en el que nuestra cultura adquirió una gran dimensión internacional. Pero fue en 1918 cuando Winnaretta Singer, princesa Edmond de Polignac y gran mecenas del siglo XX, expuso su deseo de encargar a Manuel de Falla una ópera de cámara, que se materializaría en El retablo de maese Pedro.
El lugar para el que se compuso y donde se estrenó la obra, el salón de la princesa, era una pervivencia plena de modernidad de los salones parisinos del siglo XIX. Fue punto de encuentro de músicos, pintores, escritores, y referencia de un distinguido reducto de la música y el arte de su tiempo. La princesa también encargó piezas a Satie, Stravinsky, Milhaud o Poulenc… y entre sus amigos e invitados se contaban artistas tan diversos como Isadora Duncan, Claude Monet, Jean Cocteau, Serge Diaghilev, Paul Valery o Pablo Picasso.
Ella había conocido la música de Falla a través de Ricardo Viñes e incluso había tocado algunas de sus piezas y le escribe a finales de 1918 para encargarle una obra de «alrededor de 25 minutos» de duración, con voces y «una orquesta de 16 músicos» (finalmente Falla conseguirá que se amplíe hasta una veintena), para poder estrenarse en su salón. Previamente Stravinsky le había compuesto Renard y Erik Satie, Socrate. El tema lo dejaba en sus manos, «pero deberá contar necesariamente con mi aprobación», y Falla propone el capítulo XXVI de la segunda parte del Quijote. Enseguida la princesa responde encantada con la elección, «y espero —añade— que nada le impida empezar enseguida su obra».
En la primera carta que la princesa le escribe a Manuel de Falla vemos ciertos detalles del encargo, además de la admiración que esta profesaba por el músico:
Vengo admirando sus obras desde hace mucho tiempo, por haberlas tocado yo misma y por haberlas escuchado de nuestro amigo el señor Ricardo Viñes, cuyo talento aprecia usted tanto como yo. […] Quisiera ponerle al corriente de un proyecto que podría interesarle. Desde hace unos años, he tenido el deseo de formar un repertorio de piezas cortas escritas para una orquesta de 16 músicos. Desde el comienzo de la guerra me he dirigido al señor Stravinsky, que ha escrito para mí una obra, especie de ópera himorística para 4 ó 5 personajes, y pequeña orquesta de 16 (de la que podré enviarle la partitura tan pronto como regrese a París). El tema elegido por el señor Stravinsky es un «cuento ruso». Después he solicitado una obra en las mismas condiciones al señor Érik Satie, quien ha escogido como tema «La vida de Sócrates». Estas piezas duran aproximadamente 25 minutos.
He solicitado igualmente una obra a la señora Armande de Polignac, y tengo el proyecto de dirigirme igualmente al señor Ravel.
Lo que quiero proponerle es que tenga a bien escribir una pieza para este repertorio de obras con orquesta reducida y pocos personajes. El tema será de su elección, pero deberá contar necesariamente con mi aprobación. […] Le entregaré la cantidad de 4000 francos: 1000 cuando la obra esté empezada, 1000 el próximo mes de abril y 2000 cuando me entregue la partitura de la reducción.
Para saber más…
Torres Clemente, Elena. Las óperas de Manuel de Falla : de «La vida breve» a «El retablo de Maese Pedro». Madrid, Sociedad Española de Musicología, 2007.
Aracil, Alfredo. «El retablo de maese Pedro en su centenario». [Notas al programa para el Teatro Real, febrero 2023]. Disponibles en la web del teatro.