La biblioteca José Ángel Valente ha seleccionado de su colección una muestra de libros dedicados a la mujer en el Mundo Árabe. Todas ellas componen la exposición bibliográfica: «Mujeres y Mundo Árabe: Ellas toman la palabra» con la que nos unimos a esta jornada de celebración.
Ven a la biblioteca y llévate en préstamo los títulos de tu interés. Encontrarás las últimas novelas de autoras renococidas o ensayos sobre la situación social en el Magreb.
Llévate la guía de lectura que hemos preparado para ti. Estará disponible en castellano, francés y árabe y con ella te será muy fácil localizar los libros en nuestras estanterías.
¡Te esperamos!
La última sesión del Primer Club de lectura de la Biblioteca José Ángel Valente de Marrakech, ha contado con la presencia del autor de Tranvía a la Malvarrosa, D. Manuel Vicent.
Hemos pasado un momento realmente emocionante, en el que le hemos podido preguntar muchas cuestiones acerca de su novela y de su manera de pensar y escribir, todo envuelto en las fotografías de la exposición «Valencia del tranvía» de Joan Antoni Vicent, hermano de Manuel, escenarios donde se desarrolla la novela.
Al final de la sesión, nos ha firmado el libro a todos los asistentes al club, teniendo así un gran recuerdo para siempre de este momento tan especial.
A C., que me condujo
Todas las guías mienten. Nos mienten nuestros propios sentidos. La plaza es la plenitud del color, del olor, del movimiento: la extrema tensión de la vida hacia su punto de explosión. Los círculos se hacen y deshacen y vuelven a hacerse como las formas del humo o las nubes. Hirvientes, el color y el olor. Y, a la vez, todo puede ser visto como desde el umbral de un sueño, sin penetrar en él, y puede todo quedar de súbito borrado. La plaza es, repentinamente, la multitud y su vacío: la desaparición de todos, de todo y del que mira.
«A este lugar de frenesí y de placer -dice un viejo libro- se le da el nombre de Xemaá-el-Fna, la plaza de la destrucción» ¿Qué destrucción? El sol de la tarde en su descenso va deshaciendo las figuras y las borra. Luego, borra sus sombras. Fna-el-fna: primero, la desesperación o la extinción; después, la extinción de la extinción. Con toda la multitud dentro, no visible, quedan sólo la plaza y su vacío. La multitud no se oye; la mirada no tropieza con la resistencia o la opacidad de los cuerpos. No tropieza. Y deja, a su vez, de ver
Xemaá-el-Fna, la plaza de la destrucción. «No quedará ciudad que nosotros [Allah] no destruyamos antes del día de la resurrección», dice el Corán (XVII, 58). La instantánea visión del vacío cesa y, con ella, la suspensión del ver. El bulto de la multitud se va recomponiendo, como un solo cuerpo primigenio que se multiplicase por transparencias y por sombras contra la luz rasante del atardecer.
«Signos de mensaje incierto: infinitas posibilidades de juego a partir del espacio vacío», dices, cuando ya la voz -a punto de extinguirse- y la plaza y la página en blanco son una sola y misma cosa. Filtrada luz oscura, unificado pájaro del aire, plaza: plaza de los extintos y de los muertos, plaza de los vivientes, diario simulacro, ensayo, víspera, antepuerta, lugar de una absoluta convocación.
José Ángel Valente
Variaciones sobre el pájaro y la red precedido de La piedra y el centro, 32s
Barcelona, Tusquets, 1991