Hoy hemos jugado al bingo de la casa y ha sido muy emocionante. Primero estuvimos hablando sobre las diferentes partes de la casa y Daniel me explicó que la bañera está en el cuarto de baño, en vez de la cocina.
El momento más emocionante fue el bingo, todos con nuestras tarjetas y nuestras pegatinas a ver quien completaba primero sus seis casillas. Archie seguía muy atento cada vez que salía un ficha y Olivia pacientemente esperaba a que saliera la cocina para acabar su tarjeta. Pavlos gritaba bingo mientras Isabella iba pegando sus pegatinas en el tarjetón.
La lectura de ¡Ehhhhh! nos dejó a todos sin palabras. Todos contuvimos el aliento hasta encontrar el beso perdido, que no podíamos perder el beso de despedida de una madre lanzado desde un tren. Anouk, sentada con su padre, seguía al historia muy atentamente.
Thomas hizo una casa para su piloto y Aidan hizo un dibujo. Miles se llevó la suya a casa, y se despidió muy amablemente, aunque Ana incluso me dio un beso. Aún así, tengo que admitir que, para mi, lo más emocionante fue que Mariana me hizo un dibujo como una princesa (con gafas incluidas).
La próxima sesión se la dedicamos al Día del libro ¿Te apuntas?
Un 28 de agosto nacía en Perú Fernando Fernán Gómez. Fue en 1921 y mañana cumpliría 91 años. Nos ha dejado una gran obra, tanto cuantitativa como cualitativamente, como escritor, actor, director teatral y director cinematográfico.
Para conocer más sobre su biografía, premios, filmografía, etc. recomiendo consultar el dossier realizado por el Departamento de Bibliotecas y Documentación del Instituto Cervantes.
Aunque la mejor manera de conocerle podría ser viendo las películas que dirigió, escribió, interpretó; o leyendo algunos de los libros que escribió y que están accesibles aquí en Australia en la Biblioteca del Instituto Cervantes en Sídney. Pincha aquí para ver estas obras. In August 28th (1921) was born in Peru Fernando Fernán Gómez. Tomorrow he would be 91. But he made a great work, in quality and quantity, as writer, actor, or cinema and theatre director.
In order to know more about his biography, awards, filmography, ecc. I suggest to consult the dossier (in Spanish) made by Institute Cervantes Libraries and Documentation Department.
But maybe the best way to introduce him will be watching the movies he directed or acted; or reading any of the books he wrote and are available, here in Australia, in the Institute Cervantes of Sydney Library. Click here to see these works.
El otro día, leí en un tuit algo del archivo del fotógrafo Jeff Carter en la National Library of Australia. Yo creo que lo leí en un tuit, pero no estoy seguro, cada día leemos sin leer tantos titulares de prensa, encabezados de correos, entradas de Facebook o tuits que no sé ya. Bueno, el tema es que pinché en el enlace o lo busqué en Internet y me fijé en una foto casi atemporal. Es la de unos hombres pasando una tarde de sábado en un bar, el único bar de William Creek. ¿Tú sabes dónde está William Creek? Es un poblado de menos de 5 habitantes en Australia Meridional. La población más cercana está a unos 200 km de distancia. Lo que se dice, en medio de la nada. El caso es que el pueblo cuenta con un ‘hotel’, retratado en la foto. Yo digo que el pueblo es el bar, y el bar el pueblo. En la foto de 1972 aparecen más de 5 personas, y da la sensación de haber mucha animación. Dime tú, en medio de la nada, un mundo que ni tú ni yo conocemos, o sí. Te dejo a ti que la veas y la interpretes. La escena me hizo pensar en la película ‘Bar El Chino’ del argentino Daniel Burak, que forma parte del próximo ciclo de cine que ponemos en el Cervantes de Sídney, “Cine en construcción”. Y en un libro que leí hará ya más de 15 años y que me viene ahora a la memoria, Les faux-monnayeurs, de André Gide. Me he preguntado siempre cuántos libros o películas se habrán gestado en un bar. Te animo a que vayas un día a un bar, un poco antes de que se llene, cuando el jolgorio aún no se ha convertido en algo cacofónico. Fíjate la próxima vez, cuando vayas, en esas personas que parece que llevan tiempo sin moverse, mírales con discreción a esos a los que el café o la cerveza les dura. Sí, ya quedan menos de esos bares en los que no te quitan el vaso del café (yo soy de los de beber el café en vaso) o de cerveza dando el último sorbo. Obsérvalos, te digo. Quizás sean ellos los que te estén observando para luego convertirte a ti y a los otros, y al bar mismo, en una novela o en parte de una película. No te desvelo mucho de la película de Daniel Burak para que vengas a verla, y para que luego le preguntes lo que quieras al propio director que estará con nosotros, en Sídney el 1 de septiembre, y en Melbourne el 4. La historia arranca cuando una periodista, Martina, quiere hacer un reportaje y va un día a un bar, al Bar El Chino, un boliche de Buenos Aires, y le gusta tanto que luego quiere hacer un documental. Para ello necesitará de la ayuda de Jorge, que tiene unas imágenes de cuando vivía el propietario, que se llama también Jorge, Jorge Garcés, “El Chino”. Bueno, a partir de ahí se desencadena la trama. Y lo que pasa es que estás viendo una película, casi como un documental de la historia de un bar, pero que a la vez estás viendo la historia de unos que quieren filmar la historia del bar. No sabes si estás viendo la película, la historia del documental o la de la grabación. Es como una película dentro de una película. Tú cuándo la ves sabes obviamente lo que estás viendo, pero es luego cuando uno se interroga si lo que ha visto es lo que es o es ficción, o ninguna de las dos cosas. Y esa misma sensación tuve cuando leí la novela de Gide. Uno lee una novela en los diarios de un escritor que está escribiendo una novela que se llama igual que la novela que está leyendo uno. Te produce una sensación inquietante cuando te percatas que lo que estás leyendo lo estás leyendo porque te lo deja ver el autor. Los diarios de Édouard, el escritor en la ficción, se los ha robado Bernard, y cuando Bernard los lee te das cuenta que quien los lee eres tú con él, con la complicidad de Édouard, o de Gide. El título es también desconcertante, Les faux-monnayeurs, los falsificadores. Ahora me pregunto yo si no serían tan ciertas las historias que pudieses contar tú de las fotos de Jeff Carter como las que pudiese contar él mismo. En fin, te dejo aquí, pero nos vemos pronto. Y charlaremos, si quieres, de este tema y de aquellas otras cosas pendientes que no me acabaste de contar la última vez. Sí, en un bar. Te toca invitar a ti. Cuídate. Siempre, JL
Ya lo verías ayer en nuestra página de Facebook. Apareció una entrada. ¡No me digas que no la viste! Las fotos eras bonitas. Sí, sí, todas lo son. Pero estas más. ¿Cuáles? La de los jardines. Todo venía por una entrada del portal España es cultura. Es un portal de promoción de la cultura de España, del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Te decía lo de la entrada. Pues proponían esto: “Un paseo veraniego por nuestros jardines históricos”. Lo veraniego, visto desde aquí pues como que no. Estamos ahora en invierno, y al verano le faltan unos meses y unos pocos más de grados. El caso es que quería llamar tu atención sobre las fotos. ¡Ay, qué fotos! Debe ser que con la distancia las agrando, las magnifico. Digo las emociones (de ver las fotos), no las fotos. ¡Ja, ja! Tú imagínate ahora, dándote un paseo por el Retiro de Madrid, o por La Granja de San Ildefonso, en Segovia, y por el Monasterio de Piedra, en Zaragoza, o por la Alhambra de Granada, y el Alcázar de los Reyes Cristianos de Córdoba, o por el Pazo de Oca, en Pontevedra. Bien, que están a 40 grados allá, en España; bueno, quítale unos pocos. Y sin el vendaval de Sídney de hoy, que levanta mucha polvareda. Nada, imagínatelo. El jardín es la idea del paraíso, ¿no? El otro día leí, sí en esas noches de insomnio, que el primer emperador de la dinastía Mogol, Muhammad Zahir al-Din Babur (1526-1530), dejó escrito en sus memorias (Baburnama) que quería que le enterrasen en un jardín, en Kabul (en el ahora Afganistán). Él murió en Agra, pero luego, su hijo y sucesor, Nasir ud-din Muhammad Humayun, se encargó de que lo enterraran según los designios de su padre en lo que se conoce como Bagh-e Babur, los Jardines de Babur. Una belleza de sitio, camino de la otra vida. Fíjate tú lo importante del jardín. Esto lo leí en un libro. Y también leí que el emperador Humayun, el hijo de Babur, se murió como consecuencia de una caída que sufrió en su biblioteca. Un hombre culto, de cultura. Como su padre, que también le gustaba cultivarla. En fin, todo esto me hizo pensar también en los libros que me compré hace 3 años, en un viaje a Nueva York, en la St. Mark’s Bookshop, en el 31 de la 3ª Avenida, y que por casualidad estaban cerca de mi cama. El primero, de Robert Pogue Harrison, se titula Gardens, An Essay on the Human Condition. No te pierdas la dedicatoria: “Para Eva y sus hijas”. Hay un capítulo que me gusta mucho “On the Lost Art of Seeing”. El segundo libro es del argentino Alberto Manguel, y que lleva por título The Library At Night. En éste, hay un capítulo “Library As Mind” que habla del fresco del siglo XV de la Catedral Santa Cecilia, de Albi (sur de Francia), en el que se ve una escena del Juicio Final en que las almas desnudas caminan con libro abierto en sus manos, el Libro de la Vida. Como tú bien sabes, el Apocalipsis dice algo así como que “los muertos serán juzgados por aquello que fue escrito en los libros”. Y le daba vueltas yo al Baburnama, de Babur, del hecho del libro y que en ese libro viniese lo del jardín… Y yo ahora caminando por Segovia o Sevilla, viendo esas hileras de árboles y plantas, oyendo el chorro de las fuentes, y el silbido de los pájaros… Menudo paseo te estoy dando. Me voy por las ramas, nunca mejor dicho. ¡Lo que se me ocurrió viendo las fotos de los jardines! Si quieres un paseo auténtico vente a ver la exposición del Camino de Santiago, desde el miércoles de la semana que viene, que verás nuevas fotos. Y por nuestra biblioteca, que tiene muchos libros, también del Camino y de otros temas. Y así te dará para escribir lo que sientes, que me escribes poco, y menos de lo que sientes. Un abrazote, JL
La próxima semana comienza la exhibición Memoria de peregrinación. Camino de Santiago. Primer Itinerario Cultural Europeo. En este contexto podéis ver el catálogo especial de obras en la biblioteca sobre el Camino de Santiago.
Next week we present The Pilgrims’ Way to Santiago, the First European Cultural Itinerary. In this context you can access to the special catalogue of books in the library about the St. James Way.
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