Cómo pasa el tiempo. Hace ya una semana que no te escribo y pensarás que he desaparecido. No, no. He estado aquí, no me he ido. Ya sabía días atrás de lo que te iba a escribir, pero he esperado hasta hoy para contártelo. Casi me da miedo sacar el tema que había pensado porque no quiero que entiendas que quiero polemizar con la que está cayendo. ¡Jaja! Te doy una pista. Es de la construcción. ¡Uff! Me vas a decir que me meto en un berenjenal. Pues casi sí, pero no es por lo que tú te crees. Es que es un tema complejo y no sé cómo abordarlo. Se tratar de la creación de espacios. De espacios construidos o imaginados, y la relación que tenemos con ellos. Sí, podríamos hablar de edificios, pero no es solo eso. Es algo más. Me explico. Tú, cuando estás en la playa y te llega la brisa del mar, hueles esa frescura, los pies tocan la superficie ondulante de la arena…, tú ¿qué sientes? Lo mismo si te digo, por ejemplo, si estás en la cola de una cafetería una mañana lluviosa, llegas tarde, has dormido poco, te dicen que se ha estropeado la máquina, no te da tiempo a ir a otro lado porque te esperan en la oficina… Tú, imagínate que te ves desde fuera, pero que sientes todo lo que le está pasando a esa persona, como si fueses tú. Tú, ¿cómo concibes ese espacio mental, en ese preciso momento, en ese preciso lugar, sintiéndote así? Se puede aplicar lo mismo a, a ver, estar en una sala de conciertos, con todo el ambiente, las luces, la gente divirtiéndose… Piensa ahora que no hay nadie, que no hay música, que no hay nada, que la sala está vacía… ¿No sería otro espacio, aun estando tú en el mismo sitio? Sí, es como cuando lees un libro y parece que te transporta a otro mundo, quizás a otra época, otro lugar, otra historia que no es la tuya, que es la de otras personas… Si lo tuvieses que pintar, ¿no crees que cada uno de nosotros lo haríamos de una manera distinta? ¿Verdad que cuando vas en ese tren en el que te subes todos los días, no es lo mismo cuando vas solo que cuando vas acompañando a tu familiar que ha venido de lejos a verte? Ese tren es el mismo, el trayecto es el mismo, pero tú no. Tu estado de ánimo cambia el espacio que te rodea, unas veces; otras, es el espacio el que te cambia a ti. Y toda esta parrafada me dirás para qué. No sé decirte bien. Se me ha ocurrido y quería compartirlo contigo. Son reflexiones que me hago pero que podríamos plantear a un arquitecto. Precisamente la semana que viene tenemos aquí a uno de los grandes profesionales de la construcción de espacios. No, no es Rafael Moneo. Sí, ya sé que le han dado el Premio Príncipe de Asturias de las Artes este año. A mí también me gusta. Sí, y además se producen curiosas coincidencias. ¿Crees tú en las coincidencias? Coincide que él hizo la ampliación del Museo del Prado, y en julio tenemos en Brisbane la muestra “Portrait of Spain: Masterpieces from the Prado”. Y en junio estará aquí, en la Bienal de Sídney, la artista española Cristina Iglesias, la que diseñó las puertas de la ampliación del Prado. Esas que parecen como ramas. Bueno, yo sí que me voy por las ramas. La semana que viene no te pierdas la charla de Iñaki Ábalos y de su socia Renata Sentkiewicz. Dan una conferencia que ya impartieron en Harvard hace unas pocas semanas “From the Picturesque Grotto to the Thermodynamic Sublime (Five works)”. Como ni tú ni yo estuvimos en Harvard hace unos días será la primera vez para nosotros. Lo organizamos con la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Sídney. Es el miércoles, 16 de mayo, en ese edificio nuevo que alberga la Facultad de Derecho de la misma universidad. Sí, ese moderno que se ve desde Victoria Park. Ah, y el jueves, 17, también hablando de espacios, inauguramos en el Instituto Cervantes, dentro del Head On Photo Festival, la muestra “Sense of Surroundings”. Nos vemos pronto, pues. Y no te pierdas por el espacio. Aquí siempre tienes un hueco. ¡Jeje!
El otro día no me dijiste que no, por lo que yo insisto. Los días están para celebrarlos, y más si son viernes. Pero yo hoy no te quiero hablar del fin de semana. El fin de semana yo te dejo descansar. Como comentamos, nos vemos la semana que viene, y es de eso de lo que te quiero hablar, bueno, de eso y de una cosa muy concreta, los aniversarios. ¡Qué le ha dado a este con los aniversarios!, dirás tú. No es mi cumpleaños, aún faltan unos meses, y ya te lo recordaré para que me felicites, y sobre todo, para los regalos. Ya me dirás el tuyo, digo el cumpleaños. Lo de los regalos, dejémoslo en singular, un regalo, es que en tiempos de escasez ya se sabe. Pero no me olvidaré; recuérdamelo, si acaso (la fecha de tu cumpleaños). Como te decía, hoy viernes venía a recordarte que el lunes de la semana que viene vamos a celebrar, precisamente en el Día Mundial del Libro, el Bicentenario de la Constitución española de 1812. El aniversario fue el pasado 19 de marzo. Y no lo pudimos celebrar ese día. Ya, pensarás que fue porque me tenía que ir a celebrar mi santo. Pues no, tengo una excusa mejor. Ese día no podíamos contar con el ponente que queríamos traer a Australia desde España, el profesor Jesús Vallejo, de la Universidad de Sevilla. Decidimos pues buscar una fecha mejor para poder tener con nosotros al profesor Vallejo. Así ganamos todos. ¿Un buen regalo para el Día del Libro, no? De ‘La Pepa’, que así se dio en llamar a nuestra primera Carta Magna por haberla aprobado un día de San José hace 200 años, te hablará el profesor, el lunes, a las 18:30h, en el Instituto Cervantes de Sídney. A ti y a todos los que vengan. Te dejo con dos artículos de aquel texto, por si te pica la curiosidad, que sé que sí, ya me lo has dicho alguna vez: “Art. 1º. La Nación española es la reunión de todos los españoles de ambos hemisferios. Art. 2º. La Nación española es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona”. Si quieres puedes leer el resto del articulado este fin de semana o documentarte sobre la época, y el lunes lo comentamos con el profesor Vallejo. El asunto tiene su enjundia, ¿verdad? Que no se te olvide. No me vengas diciendo que no lo sabías o que tenías otro compromiso. La pasada vez me dijiste que es que llovía, o que tenías que ir a un cumpleaños. Esta vez, ya sí que sí. Ah, ahora que no se me olvide a mí, mi entrada del martes va sobre cine, pero te daré más detalles entonces. Descansa estos días, y nos vemos ya pronto, espero.
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