Esta semana comenzamos una serie de entrevistas a personajes del ámbito hispano-británico. Nuestro primer invitado es Jorge de Juan, fundador y director artístico del Cervantes Theatre, quien nos contará los inicios del teatro, cómo repercute la crisis del COVID-19 en su trabajo y sus planes de futuro.
Jorge de Juan (Cartagena, 1961), actor, productor y director de cine y teatro español, se formó en la Real Escuela de Arte Dramático de Madrid y en la Asociación Británica de Teatro. Ha dirigido obras como The Public and The Grain Store (Fourth Monkey); End of the Rainbow; Dracula; The 39 Steps The Woman in Black; Bodas de Sangre, The Judge of the Divorces… and others, The House of Bernarda Alba and Yerma (STC).
Como actor, ha aparecido en más de 20 obras de teatro, 30 películas y series de televisión. Ha ganado el Premio Francisco Rabal por su papel en El Mejor de los Tiempos (1990), el Premio de Teatro Turia por su trabajo en La Mujer de Negro (1998) y su película Bala Perdida, ganó el premio a la mejor película y banda sonora en los premios Mostra de Valencia del Cine.
De Juan también fundó y abrió el Cervantes Theatre en noviembre de 2016. Es una creación de la Spanish Theatre Company (STC), una charity (organización benéfica) británica. El teatro presenta una combinación de producciones de la STC y actuaciones de obras españolas y latinoamericanas de otras compañías de teatro. Desde el Instituto de Cervantes de Londres y Acción Cultural Española (AC/E) apoyamos activamente la labor y el trabajo del Cervantes Theatre en Londres.
¿Cuáles fueron sus inicios del teatro? ¿Por qué eligió Londres?
Yo estudié teatro en Londres con 19 años. Estuve a punto de quedarme en la Royal Shakespeare Company, pero José Luis Gómez me llamó para su Edipo Rey y luego llegó Jaime Chávarri con sus Bicicletas son para el verano y regresé y me quedé en España. Mi maestro y amigo, Jorge Eines, me dijo que tenía una deuda pendiente con Londres y aquí estoy; aproveché que mandé a mi hija a estudiar aquí con 15 años y me vine para estar más cerca de ella. Junto con Paula Paz creamos la Spanish Theatre Company y empezamos a hacer Lecturas Dramatizadas en diferentes teatros. Más tarde el Council de Southwark nos puso en contacto con Network Rail por una nueva iniciativa que estaban planificando en Union Street y nos metimos en la locura de construir, sin dinero, el primer teatro de habla hispana en la historia del teatro británico y lo conseguimos, pero eso es una historia muy larga…
¿Qué momento hermoso recuerda de esta andadura?
La gente que nos ha ayudado, las caras de los espectadores cuando terminan las representaciones; colegios que vienen desde Bruselas a ver La casa de Bernarda Alba y se vuelven en el mismo día, o vuelan desde Belfast! Una mujer mayor, tras ver Yerma, llorando me dijo: «Llevo 27 años viviendo en Londres y poder vivir lo que he vivido hoy aquí con Lorca, en mi idioma, no tengo palabras, estoy realmente emocionada, por favor seguid así, ¡no desfallezcáis!”
Los alumnos con diferentes profesiones que quieren hacer teatro y que ves que les cambias la vida. Las personas que se han conocido y se han relacionado gracias a nuestras obras y nuestro teatro; la inmensa familia que se ha creado, es emocionante.
¿Cómo afecta el COVID-19 al Cervantes Theatre?
Hemos cerrado el teatro, cancelado la gira, nos hemos ido a casa y los planes que teníamos se han congelado, como es lógico, las posibles ayudas que creíamos que íbamos a tener este año desde España están en el aire junto al virus y el futuro es muy incierto. Sólo tenemos recursos para pagar dos meses el alquiler del teatro y puede que dejemos de existir. Vamos a hacer todo lo que esté en nuestras manos pero hay mucha incertidumbre.
De cualquier manera no dejo de pensar que hay mucha gente que va a perder sus trabajos, que no van a tener ni para comer, compañeros que van a sufrir un cambio radical en sus vidas, no somos los únicos y hemos de ser solidarios con todo lo que nos rodea, sólo con solidaridad se podrá salir de este golpe tan brutal e inesperado a las raíces mismas de nuestra sociedad.
Además, han tenido que cancelar la gira de La Casa de Bernarda Alba. ¿Qué dió tiempo a hacer? ¿Con qué se queda de esa gira?
Pudimos hacer Birmingham y Leeds. Nos quedaba Belfast y Bristol y estábamos en conversaciones con otros lugares ante el éxito que estábamos teniendo.
Fue espectacular ver los teatros llenos de estudiantes, de la comunidad española y de británicos amantes de la cultura española, escuchando a Lorca y reaccionando ante esta obra de una manera que me sorprendió.
Me quedo con una frase que dijeron en Leeds: “¡Gracias por venir donde nunca viene nadie con obras como esta y tener la oportunidad de disfrutarla; por favor, volved!»
El Cervantes Theatre opera como una organización benéfica, ¿qué pueden hacer los amantes del teatro en estos momentos para ayudarles?
Ahora mismo estamos pidiendo toda la ayuda que sea posible para resistir hasta que podamos volver a abrir. Ya hay algunas personas que están reaccionando, hemos recibido alguna donación y también se han dado de alta en nuestra sistema de Amigos del Teatro. No tengo palabras para agradecerlo, me conmueve saber que somos importantes para algunas personas y es por ellas y por todo el mundo que valora lo que hacemos, que seguimos con fuerzas para seguir luchando contra el virus y contra las carencias. Cualquier persona que quiera contribuir lo puede hacer a través de nuestra web www.cervantestheatre.com.
¿Qué programación esperan poder hacer el resto del año?
Teníamos planificado dedicar el año a las Spanish Golden Ages 1530-2020, hacer un recorrido por la creatividad española desde el Siglo de Oro hasta nuestros días. Era un programa que iba a durar dos años (en Noviembre del año que viene se cumplirían cinco años desde que abrimos el teatro) pero, como te puedes imaginar, ahora está en el aire. Íbamos a hacer teatro, poesía, música pero ahora, sinceramente, no sé…
¿Por qué considera que es tan importante la labor del Cervantes Theatre?
Creo que no debo ser yo quien responda a esta pregunta. Habíamos triplicado las cifras de audiencia en estos tres años y medio que llevábamos abiertos. Todo iba muy bien y la repercusión que estábamos teniendo, pese a los pocos recursos con los que contábamos, era espectacular.
Y habría que pensar en que cuando volvamos a la «normalidad», nuestro país se va a enfrentar a un reto económico y social sin precedentes, habrá que tomar medidas muy importantes internamente pero también externamente y nosotros humildemente podemos ayudar, con nuestro espacio, a comunicar esa «normalidad» en un país como el Reino Unido con tantos vínculos económicos y culturales con España y en una ciudad como Londres.
Cultura, Industria, Turismo y Exteriores deberían ser nuestros interlocutores cuando haya que poner en marcha de nuevo la maquinaria… Queremos ser parte de este nuevo renacimiento que ha de llegar y esperamos serlo.