El lunes 23 de abril celebramos el Día Mundial del Libro y, sumidos como estábamos en mil cosas, se me olvidó que en mi casa también celebramos algo más. Pero al volver a casa, encontré encima de la mesa una rosa y un libro. ¿Por qué? Porque era la Diada de San Jordi (San Jorge) y en Cataluña regalamos una rosa, un libro o las dos cosas a nuestras parejas, familiares o incluso amigos para celebrar la Diada. Al verlos encima de la mesa, mi mente voló a aquellos ya lejanos días cuando mi madre y yo nos encontrábamos una rosa y un libro esperándonos en la mesa, que mi padre había ido a buscar. Así que, aunque lejos –mi madre se encargó de ello- no faltaron tampoco aquí en Sídney.
Y os preguntaréis, ¿qué simbolizan la rosa y el libro? Por lo que recuerdo es una mezcla de tradiciones. Por una parte, la costumbre de regalar rosas se remonta a tiempos antiquísimos y se la relaciona con el simbolismo del amor cortés. Aunque yo prefería la leyenda popular que me contaba mi madre y que hablaba de un dragón terrible que tenía aterrorizada a la población y al que, para apaciguarlo, se le sacrificaba cada semana una persona escogida al azar. Un día, la elegida fue la hija del rey pero, afortunadamente, apareció un caballero con armadura que mató al dragón. Y la leyenda termina diciendo que de la sangre del dragón nació un rosal. Bonito, ¿verdad?
En cambio, regalar un libro se incorporó más recientemente. Según algunas fuentes se celebró por primera vez el 7 de octubre de 1926 y, un poco más tarde, se trasladó al 23 de abril para conmemorar la muerte de Miguel de Cervantes y William Shakespeare.
¿Verdad que es interesante? Pues existen miles y miles en todos los países de habla hispana. ¿Quién se anima a explicar alguna otra festividad o tradición?
Yo, desgraciadamente, no conozco demasiadas tradiciones australianas pero nos encantaría que nos las explicarais. Así que, ánimo y adelante.
¿Sabéis qué se me acaba de ocurrir? ¿No sería interesante intercambiar nuestras tradiciones? Pues mañana jueves empieza una clase de conversación en el Instituto y creo que -vosotros diréis qué os parece esta idea- podríamos empezar hablando de las tradiciones y festividades que han marcado nuestra vida en algún momento.
Bueno, dejemos que nuestras mentes se llenen de imágenes y recuerdos esta noche y mañana nos los contamos.
Ah, por cierto, ¡feliz Anzac Day!
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