1st prize Category 12-19 y. o.
En realidad creo que yo me parezco a Don Quijote cuando él era joven. Pues soy muy alto, delgado y fuerte. Es verdad que no tengo una barba tupida y larga y de hecho comencé a afeitarme recién la semana pasada, es que tengo solamente dieciséis años. A pesar de ello tengo la misma pasión por la vida, el coraje, la energía, y la imaginación suficientes como para parecerme al mismísimo Don Quijote.
Y como sería un poco arrogante escribir sobre mí mismo decidí escribir sobre mi hermano que genéticamente comparte gran parte mis genes y por ende también comparte mi parecido con Don Quijote.
Mi hermano mayor se llama Andrew y vive en Londres. Usa una barba muy aguda, y también dice que tiene novia, pero yo nunca la encontré personalmente ni siquiera vi una fotografía de la agraciada.
Algunas personas en mi familia creen que él sólo tiene una novia imaginaria tal como la tenía Don Quijote. Cuando escucho a mi hermano hablar frecuentemente y excesivamente sobre “su novia”, acerca de la lealtad y las formas en que un hombre debe siempre estar alerta y verificar la fidelidad de sus compañeras del amor. Esto me hace pensar que él siente como una obsesión casi enfermiza, siempre está tramando planes y escenarios ficticios para encontrar a su mujer en una situación infraganti de infidelidad.
En mi interior pienso que su Dulcinea es onírica. Yo tengo miedo que si le insinúo a mi hermano que esta mintiendo sobre su novia o si llego a insultarla, él podría golpearme fraternalmente y esto me asusta.
Mi hermano tiene un amigo muy sumiso con quien viaja frecuentemente buscando aventuras. Estoy seguro que durante sus viajes encuentran todo tipo de personas como amantes, prostitutas, princesas y policías cuando pasan los límites de la ley. También creo que mi hermano puede engañar fácilmente a otras personas, especialmente si se trata de chicas inocentes, de esas que viven en el campo, alejadas de las grandes ciudades y sin acceso al Internet. Me doy cuenta que su obediente amigo se da cuenta que mi hermano miente casi todo el tiempo, pero es como que decide en silencio ser cómplice de sus mentiras.
Otras de las características de mi hermano es que es un hombre impulsivo y se mete con todo el mundo, especialmente en mi vida, cosa que me molesta muchísimo. A veces, quizás sin darse cuenta, comete daños irreparables y siempre me esta debiendo dinero. Todos en mi casa sabemos que el está destinado a dejar las luces de Londres y volver a nuestra casa en una pequeña villa de Oxford.
Tanto Don Quijote como mi hermano despiertan en mis deseos de ser y de no ser. Ellos son ejemplos de lo que yo quiero hacer y ser y de lo que absolutamente no quiero ser ni hacer. Sé que para ser un hombre sabio todavía debo crecer mucho y dejar crecer mi barba como Don Quijote.
Anthony J.
Colegio: Oxford Tutorial College