Charlamos con Paula Paz, directora asociada del Cervantes Theatre y directora del montaje de la obra que, basada en la novela La casa de los espíritus de Isabel Allende y traducida por Caridad Svich, se representa en Londres hasta el próximo 11 de diciembre.
¿Por qué La casa de los espíritus?
Quisimos elegir La casa de los espíritus para este año, que está dedicado a las mujeres creadoras. Ahora, a finales de año, que hacemos la producción más grande del año, los primeros años hicimos a Lorca, con Bodas de sangre, La casa de Bernarda Alba y Yerma. Este año, quisimos elegir a una autora de esa envergadura con una obra que conociera mucha gente y que pudiera llamar la atención y atraer a un público tanto español como latinoamericano. Contactamos con Isabel Allende, nosotros conocíamos la adaptación de la dramaturga norteamericana Caridad Svich, quien tiene ascendencia de varios países latinoamericanos, con lo cual ella habla español y habla inglés. Ella había hecho la adaptación de La casa de los espíritus hace ya varios años y se había presentado en varios teatros de Estados Unidos y México, pero nunca en Reino Unido y nunca en España.
Isabel Allende nos dio los derechos, y estuvo difícil porque van a hacer una serie de televisión de La casa de los espíritus, y estaban comprometidos, pero Isabel intervino para poder hacerlo. Y así fue como nos embarcamos en esta aventura, con 12 actores en el reparto. Es la obra más grande que hemos hecho en el Cervantes Theatre hasta el momento. No solo de envergadura del equipo, sino también de lo épico de esta obra, que mezcla cuatro generaciones, la historia de una familia entera, de un país y cruce entre tiempo, los espíritus, etc. Es una obra maravillosa pero muy compleja a la vez. Requiere de un arrope de escenografía, de iluminación y de sonido para que pueda llegar esta historia de una familia de un país, y del mundo, que se puede extrapolar.
Aunque en la novela no se dice dónde está la familia Trueba, pero sí que puede ser cualquier país en Latinoamérica y cualquier país del mundo.
Además, se ve cómo la historia se va repitiendo, y también me parece muy bonito, dirigiendo La casa de los espíritus, que he tratado de que se mantuviese, junto con la importancia de la palabra, a nivel individual, social y global de la historia de un país, como la historia que se escribe y trasciende tiene una influencia para que sirva a los demás y no se vuelvan a repetir los errores del pasado.
¿Cómo es trabajar con el equipo de 12 actores?
Es el mismo reparto para la obra tanto en español como en inglés, si bien normalmente hacemos dos repartos diferentes o una mezcla. En este caso, para mantener la esencia de esta historia, que pertenece a Latinoamérica, hemos querido que en inglés también tenga un aire de Latinoamérica.
¿Qué aconsejas a los alumnos del Instituto Cervantes que vengan a ver la obra?
Yo recomiendo que si pueden lean la novela porque es maravillosa y que todo el mundo tiene que leer. Es un grito a la libertad, a los derechos humanos y a la historia de las mujeres y como la ayuda entre ellas hace que avance el mundo. Y dependiendo del nivel de español que tengan, que vengan a verla en inglés primero y luego en español para enterarse bien de la historia y de los personajes y luego ir apreciando los matices en español.