La pandemia del Covid-19 está teniendo un efecto demoledor en la labor de las relaciones culturales internacionales. Actividades y colaboraciones en todo el mundo han sido canceladas o pospuestas y la mayoría de espacios culturales se han visto forzados a cerrar sus puertas. Artistas y organizaciones, incluyendo nuestros miembros, se han visto gravemente afectados por la abrupta interrupción de sus actividades, que dependen en gran medida del encuentro y la colaboración entre personas más allá de las fronteras. Los Agentes en el sector han acudido al ámbito digital como respuesta inicial, pero, ¿cómo seguir avanzado a largo plazo? ¿Cómo podemos garantizar que, después de la crisis, las relaciones culturales continúen aportando confianza y entendimiento mutuos entre el entorno europeo y el resto del mundo?
Con el objetivo de obtener una visión de conjunto de la situación que enfrentan las relaciones culturales, EUNIC está documentando y analizando el impacto de la crisis en sus miembros. Algunas de las conclusiones más relevantes son:
Gobiernos nacionales, regionales y locales, así como otros actores del sector, han tomado medidas importantes para mitigar los efectos de la crisis y la Comisión Europea ha lanzado la plataforma Creatives Unite para recoger estas iniciativas. Nosotros nos unimos al conjunto de redes, organizaciones y personas de toda Europa que han llamado la atención sobre la grave situación de la cultura en esta crisis, demandando respuestas contundentes en apoyo al sector (Culture Action Europe, European Cultural Foundation, Europa Nostra, Miembros del Parlamento Europeo y otros muchos).
Sin embargo, muchos países de la Unión Europea se están centrando en dar una respuesta exclusivamente a nivel nacional, dejando de lado nuestra responsabilidad europea y global. Las barreras alzadas hoy por razones sanitarias no deberían convertirse en la norma. Este no es el momento en el que los países deban mirar únicamente hacia dentro.
Solo podremos superar esta crisis, recuperar el sector cultural global y restablecer las relaciones internacionales haciendo posible que personas de todo el mundo puedan encontrarse y colaborar libremente.
2. La importancia de las relaciones culturales internacionales
Las relaciones culturales generan un espíritu de diálogo y solidaridad global, y pueden ser la clave de una solución que nos mantenga conectados, resilientes y en un saludable estado mental ante la situación actual, lo que, a la vista de los enormes desafíos globales, se revela de una importancia sin precedente. Las relaciones culturales refuerzan la idea de una Europa compartida, aumentando su autorreflexión hacia una conciencia común de los valores compartidos.
Las relaciones culturales son fundamentales para generar confianza y entendimiento mutuos y construir un mundo más pacífico acercando a las personas a escala global. Las relaciones culturales han jugado un importante papel a la hora de promover relaciones pacíficas entre personas de todo el mundo.
Dado que todos los Estados miembros de la Unión Europea dedican una cantidad considerable de sus presupuestos a las relaciones culturales (2.900 millones de euros en 2019), y al mantenimiento de redes mundiales de institutos culturales, (con más de 2.500 centros y 35.000 empleados), dichas relaciones culturales han sido durante décadas un instrumento destacado de la política exterior.
Si bien la participación en la vida cultural mejora la salud y el bienestar, las relaciones culturales pueden repercutir positivamente en la resolución de conflictos, la construcción de la paz y la elaboración de políticas relacionadas. La investigación ha demostrado que el acceso a la cultura es el segundo factor más determinante para el bienestar psicológico.
La cultura crea empleo y competitividad y puede jugar un papel un papel relevante en la recuperación económica global. El empleo en el sector cultural de la UE hoy en día asciende a 8,7 millones de personas, convirtiendo a este sector en uno de los grandes empleadores, proporcionando 2 veces y media más trabajo a los europeos que el sector de la automoción. Con un superávit comercial de 8.700 millones de Euros en bienes culturales, se estima que los sectores cultural y creativo contribuyen con un 4.2% al PIB comunitario (EU Agenda for Culture, 2018).
La economía global está impulsada por la creatividad cultural, la innovación y el acceso al conocimiento. Las industrias cultural y creativa representan alrededor de un 3% del PIB global y 30 millones de puestos de trabajo (UNESCO, 2016). Si bien el comercio mundial de productos creativos se ha duplicado con creces entre 2002 y 2015, creciendo a un ritmo del 7% anual, la creación de capacidad mutua y el fortalecimiento de las industrias culturales y creativas estimulan el empleo, capacitando a los jóvenes y a las mujeres para contribuir a unas economías resistentes (UNCTAD, 2019).
3. Formas de avanzar
Para contrarrestar el aislamiento de las políticas culturales se necesitan iniciativas transnacionales que conecten artistas y profesionales más allá de las fronteras, para que el intercambio cultural y el diálogo intercultural puedan así florecer.
Para avanzar en la construcción de la paz es necesario llegar a las personas, a través de la cultura, más allá de las fronteras a escala mundial. Como dijo el AR Josep Borrell en el Día Mundial de la Diversidad Cultural para el Diálogo y el Desarrollo, “tres cuartas partes de los mayores conflictos en el mundo tienen una dimensión cultural. La reducción de la brecha entre culturas es urgente y necesaria para la paz, la estabilidad y el desarrollo”.
Los sectores culturales locales en todo el mundo necesitan apoyo. Muchos países no están en condiciones de dedicar recursos adicionales a los sectores culturales. En este sentido, la UE puede dar un paso adelante y desarrollar, junto con las autoridades y organizaciones de los países asociados, programas de apoyo que ayuden al sector.
La movilidad internacional no debe detenerse. Mientras que cuestionar nuestros hábitos de viaje y reducirlos por el bien del medio ambiente es absolutamente necesario, nuestras relaciones de amistad con el mundo dependen de que las personas puedan encontrarse. Solo aprendiendo unos de otros podremos desarrollar la confianza y deshacernos de nuestros miedos y prejuicios.
Nuestro Proyecto European Spaces of Culture experimenta con nuevas formas de participación en las relaciones culturales y debería ampliarse. Estos modelos pueden servir como formas de salida de la crisis, comenzando una nueva forma de hacer cultura en el futuro: justa, igualitaria y basada en la escucha y el aprendizaje mutuos, la co-creación y un enfoque de abajo arriba.
Debemos adaptar nuestra forma de trabajar en el ámbito digital, encontrando nuevas formas híbridas de hacer relaciones culturales más allá de la crisis. Aunque la necesidad de reuniones cara a cara seguirá siendo permanente, el 81% de los miembros de EUNIC está estudiando la posibilidad de desarrollar formatos híbridos que combinen la presencia física con el contenido virtual. Y mientras exploramos los medios digitales, no debemos dejar a nadie atrás. Las comunidades sin infraestructura digital también deben ser incluidas en los programas que desarrollamos para unir a las personas.
Al igual que el patrimonio cultural es importante para los europeos, ciertamente también lo es para los habitantes de otros continentes. El 71% de los europeos está de acuerdo con la afirmación “vivir cerca de lugares vinculados con el patrimonio cultural europeo puede mejorar la calidad de vida” (Eurobarómetro 466). Trabajar en el patrimonio cultural en el marco de las relaciones culturales puede ser un punto de apoyo para unir personas y comenzar un discurso honesto y significativo con comunidades en otros países sobre nuestro pasado y nuestras responsabilidades
Las relaciones culturales juegan un papel importante en la recuperación económica global. La creación de bienes culturales y la participación en la cultura crean una cantidad significativa de empleos. Empleos que aportan valor, empatía, paz y sentido de pertenencia a las comunidades. Invertir ahora en cultura junto con nuestros socios es la decisión más acertada para salir de la crisis lo más indemnes posible.
4. Lo que debemos hacer ahora
“La cultura está en el corazón del progreso y puede jugar un papel fundamental en el periodo posterior a la actual crisis”. Ante esta declaración conjunta del AR Josep Borrell y la Comisaria Mariya Gabriel publicada el 21 de mayo de 2020, debemos aprovechar la oportunidad de situar las relaciones culturales en el centro de nuestros esfuerzos para combatir los efectos y repercusiones del brote de coronavirus. Dado que la cultura ha demostrado ser esencial para sostener nuestras sociedades en momentos de crisis, es preciso protegerla de los recortes presupuestarios en los marcos financieros posteriores a la crisis y aumentar sustancialmente los presupuestos de la UE destinados a estos sectores.
Por ello, hacemos un llamamiento a todos los actores de las relaciones culturales para:
Juntos, EUNIC y sus miembros, están preparados para hacer su parte.