El mundo editorial español anda tumbado en el diván del psicoanalista. No sabe muy bien quién es – ¿un objeto de papel? ¿unas letras en una pantalla?-, se siente en declive – la facturación ha bajado el 2,4% en el 2009 – e intenta dibujarse una nueva identidad que le permita crecer – «reconversión» es la palabra clave que repiten, con sonrisa ambigua, los editores-.
Hoy 15 de julio se pone en marcha la mayor distribuidora española de libros electrónicos, Libranda, que ofrecerá al público, mediante enlaces con las tiendas on-line, el contenido digital de 2.000 títulos de once editoriales. Esta plataforma, constituida inicialmente y liderada por las editoriales Planeta, Random House Mondadori, Santillana, Roca Editorial, Grup62, SM, y Wolters Kluwer, no venderá directamente al público y ofrecerá precios más bajos que en papel, según ha explicado Arantza Larrauri, directora general de Libranda.