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Encuentro digital con David Roas celebrado el 18 de octubre de 2011 en la biblioteca Dámaso Alonso del Instituto Cervantes de Dublín.
Yves
¿Cómo define usted “normalidad”? ¿Hasta qué punto ayuda el elemento fantástico (lo que “rompe” la “normalidad”) a revelar las inconsistencias de nuestro mundo, de nuestras sociedades? ¿Cómo de fuerte puede ser esta crítica? ¿Cuáles son, según usted, las cualidades de un buen elemento fantástico?
David Roas
Definir la normalidad ya es en sí algo fantástico… Más que normalidad (que obliga a pensar en normas) yo hablaría de ‘regularidad’, de esa idea de lo real que surge de nuestro vivir cotidiano, de las regularidades que se repiten y a partir de las cuales construimos nuestra idea de lo posible y de lo imposible.
Como bien dices, lo fantástico es una manera de evidenciar lo caótico y absurdo de esa cosa llamada realidad, que no vemos lo que es pero en la que estamos obligados a vivir. Transgredir esos límites es una manera de evidenciar lo caótico. Para mí, el ‘buen’ elemento fantástico es aquel que, partiendo de lo más cotidiano y banal, transgrede nuestra idea de lo real, de lo posible.
Roxana Herrera
Buenas tardes. Una pregunta para David Roas: el humor y lo fantástico se integran muy bien en algunos de sus cuentos, ¿qué representa el humor frente a lo sobrenatural cuando piensa en lo fantástico? ¿Desafían lo real de la misma manera? ¿La presencia del humor podría hacer que se pensara en un subgénero dentro de lo fantástico? Gracias.
David Roas
Al principio yo creía que lo humorístico anulaba lo fantástico (aunque en mis cuentos aparecían combinados, en mis trabajos teóricos iba por el camino contrario). Pero me he dado cuenta de que bien combinados, lo fantástico y el humor se retroalimentan para plantear una doble transgresión de lo real (de eso que consideramos real). Sin que uno se imponga al otro, son una forma de dar una doble vuelta de tuerca a lo real. Dos formas de subvertir nuestra idea del mundo.
David Carrión
Buenas tardes David. Tengo entendido que lee a Poe desde los 7 años, ¿recuerda alguna lectura antes de ser deslumbrado por “El gato negro” y la literatura fantástica en general?
David Roas
Tengo malos y escasos recuerdos de mi infancia, pero yo creo que lo primero que leí, que comprendiera (más o menos) y que me impactara (para recordarlo) es La isla del tesoro y algunas de las novelas de Jules Verne. Suena a tópico, pero es verdad… Pero los grandes descubrimientos, después de Poe, fueron Borges y Lovecraft a los 15 años. Tres autores a los que siempre vuelvo, tanto como lector como también como investigador.
Lola Rodríguez
En sus historias no hay ogros ni hadas. Sus personajes son siempre personas salidas del mundo real que de repente se topan con algún fenómeno absurdo o imposible. ¿Desconfía usted de la realidad? ¿Cree en los sucesos paranormales?
David Roas
Ogros, hadas y personajes semejantes son seres propios del mundo de lo maravilloso, no de lo fantástico, que está mucho más ligado a lo real porque su objetivo es subvertirlo. Por eso mis cuentos hablan de lo real, parten de situaciones cotidianas, banales, que todo lector puede reconocer como propias. Ahí es donde hace daño lo fantástico: plantear la irrupción de lo imposible en ese mundo tan cotidiano siempre provoca la inquietud del lector.
Por eso tampoco creo en lo paranormal. Ya tengo bastante con el propio caos absurdo de esa cosa llamada realidad para pensar en elementos transcendentes. Lo fantástico es una forma de plantear la transgresión de ese falso orden en el que vivimos. Digo falso, porque el mundo es puro caos.
DCarrión
Volviendo a Poe: usted considera que él fue quien abrió el camino hacia lo fantástico moderno. ¿Qué era la literatura fantástica antes de Poe?
David Roas
Antes de Poe hubo otro gran maestro: Hoffmann, con el que se inicia la literatura fantástica en sentido moderno (es decir, más allá de la novela gótica). Sin Hoffmann no se entendería Poe, pero es cierto que Poe abre muchos de los caminos que seguimos explorando, por eso sus cuentos han envejecido mejor que la mayoría de los de Hoffmann, más vinculados a una visión alucinada del mundo, más romántica…
Poe es un realista, un científico… Bueno, y entre Hoffmann y Poe también hubo autores fantástico románticos muy interesantes, como Gautier, Merimée o Nodier.
DCarrión
Hasta el siglo XVIII nadie disfruta teniendo miedo, ¿qué ocurre entonces para que se produzca ese cambio?
David Roas
El placer del miedo es un placer moderno, imposible antes de que la razón se convirtiera en el paradigma omniexplicativo de lo real.
Solo cuando los humanos dejan de creer en lo sobrenatural, éste puede ser explorado en la ficción como una fuente de placer estético. Y para que esto ocurra -no por azar- se están desarrollando en el siglo XVIII nuevas categorías estéticas vinculadas con lo irracional: lo sublime, lo nocturno, lo siniestro… Pero siempre desde una perspectiva descreída: como dice Madame du Deffand en una célebre frase: “No creo en fantasmas, pero me dan miedo”, ahí está concentrada esa relación placentera con el terror. La misma que seguimos explorando en la literatura y el cine: el placer seguro de sufrir con el terror.
DCarrión
¿Qué géneros o subgéneros encontramos dentro de la literatura fantástica?
David Roas
Yo no hablaría de subgéneros, sino de variantes temáticas, porque todos buscan un mismo objetivo: transgredir lo real y, con ello, inquietar al lector. Ten en cuenta que lo maravilloso (Tolkien, el cuento de hadas, etc.) no es fantástico, ni tampoco la ciencia ficción, aunque a veces se acerquen.
LRodríguez
Horrores cotidianos, Distorsiones… Parece que se siente usted cómodo en las distancias cortas. ¿Qué le ofrece el relato en relación con la novela?
David Roas
Intensidad, concisión… y es una distancia que le va muy bien a lo fantástico.
DCarrión
Horrores cotidianos es un libro con una fuerte carga paródica en el que, como ya han dicho otros, no deja títere con cabeza. ¿Qué le han hecho a usted y al universo en general J. Derrida o N. Chomsky?
David Roas
Nada, yo soy muy derridiano en el plano filosófico. Y Chomsky me parece un buen tipo, un tocapelotas contra el imperio yanqui… Pero son dos figuras totémicas de nuestra cultura y, por eso mismo, muy sugerentes para hacer humor con ellas. Un juego de terrorismo cultural.
DCarrión
Distorsiones está dividido entre “espejismos” y “asimetrías”. ¿Qué diferencias hay entre unos y otras?
David Roas
Simplemente es un juego de tamaños: el espejismo es una distorsión mayor que la asimetría, y de ahí colocar en la primera sección los cuentos de entre 2 y 15 páginas, y en la segunda los microrelatos. Nada más que eso.
LRodríguez
A menudo habla usted de su gran admiración por la obra de Cristina Fernández Cubas, ¿qué le atrae de su obra?
David Roas
Su forma de combinar la realidad y lo imposible, su maestría con la distancia corta (aunque algunos de sus mejores cuentos rozan las 40 páginas). Y también el juego con la ironía e incluso el toque grotesco. Creo que hay muy pocos escritores de su talla.
LRodríguez
¿Qué une y qué separa la obra de David Roas y la de Cristina Fernández Cubas?
David Roas
Yo creo que nos une ese interés por distorsionar lo real, por explorar lo que está al otro lado de lo real, o el umbral de eso que llamamos realidad. Y el toque irónico. Lo que nos separa, que lo decida el lector…
DCarrión
Poe, Borges, Lovecraft, Ballard, Calvino, Cristina Fernández Cubas… ayúdenos a completar su lista de favoritos.
David Roas
Mrozek, Merino, Bernhard, Quim Monzó, Bukowski, David Foster Wallace, Philip Roth, Melville, Conrad, Kafka, Joyce… y paro aquí, porque la lista sería mucho más larga.
LRodríguez
¿Cuál fue su intención y la de Ana Casas al publicar la antología de relatos fantásticos españoles del siglo XX?
David Roas
La principal, además de recuperar algunos autores algo olvidados, fue demostrar la importancia y calidad de la tradición fantástica española, reivindicar una realidad que siempre se ha negado desde el mundo académico: que se ha escrito literatura fantástica en España desde el romanticismo hasta nuestros días y que muchos autores canónicos lo cultivaron, como sucede con Galdós, Pardo Bazán, Alarcón, Zorrilla, Valle Inclá, Unamuno, Baroja, etc.
LRodríguez
¿Está considerada la literatura fantástica un género menor o más bien juvenil en España?
David Roas
Ahora ya no, por suerte. Cada vez hay más trabajos académicos y, sobre todo, más autores que escriben relatos fantásticos… Otra cosa es la literatura maravillosa al estilo de Tolkien o de Harry Potter, más vinculada al mundo juvenil.
LRodríguez
Parece que desde los 90 el cine español está haciendo una nueva puesta por el género fantástico con películas como “El día de la bestia”, “Abre los ojos”, “El milagro de P.Tinto” o “El orfanato”. ¿Qué piensa de estas producciones? ¿Qué le parecería una adaptación al cine de Celuloide Sangriento?
David Roas
Cada una de las películas que citas representa una forma diversa de jugar y trasgredir lo real… Menos El orfanato, que me aburrió, las otras me parecen excelentes. No sé si yo adaptaría Celuloide sangriento. Me gustaría más ver en cine algunos de mis cuentos fantásticos.
LRodríguez
¿Para cuándo una incursión en otros géneros?
David Roas
Ahora estoy trabajando en una novela… pero todavía no puedo contar mucho, sólo que llevo trabajando en ella desde 2009 a ratos perdidos. Ojalá la acabe pronto.
Muchas gracias a todos por participar.
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David Roas es nuestro autor del mes en noviembre.
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