Existen, claro está, porque las hemos escuchado desde siempre: a nuestros padres, a nuestros abuelos, a nuestros bisabuelos incluso, con un poco de suerte.
Son palabras con las que hemos crecido en casa, que nunca hemos necesitado buscar en el diccionario porque quien nos las decía también nos contaba su significado. Pero son palabras que nunca nos atrevimos a decir a nuestros propios amigos por temor a que no las entendieran, o a estuvieran mal dichas, o incluso en algún caso, porque nos temíamos que fueran inventadas.
Ya hemos recogido unas cuántas: zorrocotroco, esmalrrío/a, chamarra, aciburrio, jarabingo, jenares, roal, rescuyir, empentarse, cachivache… ¿Nos cuentas cuál es o cuáles son las tuyas?
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