El pasado 3 de junio, en el marco del VI Festival Literatura en Atenas (LEA) , presentamos en la biblioteca Juan Carlos Onetti del Instituto Cervantes de Atenas la editorial Dyskolo y sus primeras publicaciones: El hoyo, de Juan José Colomer, Transcaucasia Exprés, del periodista Andrés Mourenza (reedición) y Órdenes del corazón, del poeta Daniel Noya.
El proyecto comenzó a partir de una pregunta ¿estarían dispuestos los lectores a pagar por libros si se los pueden descargar gratis?
Hay que aclarar que nuestros textos solo existen en formato digital y que nuestras licencias -Creative Commons- permiten leer, descargar y compartir con entera libertad siempre que se haga sin ánimo de lucro. De modo que nuestro experimento cultural partía de la base de establecer una nueva relación entre escritores y lectores, en la que la libertad y no el precio fuera el aspecto predominante.
Decía Antonio Machado que “todo necio confunde valor con precio”, es por ello por lo que en Dyskolo no fijamos ningún precio para los libros sino que trasladamos a los lectores la decisión de establecer un valor (que puede ser denominado social o de apoyo) a la hora de la descarga, tras haberlo leído o en cualquier otro momento. De ese modo el dinero que reciben los autores es como una ayuda a la creación o para que sigan escribiendo.Contra lo que se podría esperar, y en apenas dos meses de vida cuando el nivel de descargas aún es pequeño, se han dado sin embargo un número de ‘compras’ significativo (una de cada seis personas que descargaron un libro) y por una media que supera los 15 euros. Pero mucho más importante ha sido la expectación y el interés surgido ante la propuesta de Dyskolo, tanto entre el público asistente a la presentación como por parte de autores o de otras iniciativas que también apuestan por una cultura libre que no esté sometida a las férreas normas del mercado.
La proliferación de dispositivos electrónicos de lectura (lector de libros, tablet, teléfonos…) y las posibilidades que ofrece internet, nos permitirán ir ampliando nuestra difusión a un costo relativamente pequeño, pero al mismo tiempo nos hacen estar alertas sobre los peligros que suponen tecnologías como el DRM (Digital Rights Management), que pueden controlar tus compras y los terminales que usas, o el Copyright que restringe el libre acceso a la cultura, mercantiliza la creación, priva a los autores de cualquier derecho relativo a la publicación, distribución y difusión sobre su propia obra y solo beneficia económicamente a una minúscula élite intelectual y a los grandes grupos editoriales.
Si las nuevas tecnologías nos permiten poner en marcha un proyecto como Dyskolo eso no significa que olvidemos la esencia de lo que tradicionalmente ha sido la labor del editor. La dedicación y el cariño a la hora de leer los originales, a contrastar con el autor o autora su contenido, el estrechamiento de relaciones y la posibilidad de que participen en una iniciativa colectiva, y por supuesto mantener en la medida de lo posible el contacto con los lectores, mediante la presentación de libros o nuestra participación en actos públicos.
Desde aquí os animamos a divulgar este proyecto, entre amigos o en redes sociales, a leer nuestros libros y a compartirlos, y también a apoyarlo para que pueda crecer y ofrecer grandes satisfacciones a todas las personas a las que les gusta escribir o disfrutan del placer de la lectura.
[Texto: Antonio Cuesta, editor de Dyskolo]
Andrés Mourenza Antonio Cuesta creative commons Dyskolo Editoriales Juan José Colomer Libros electrónicos Literatura
Comentarios recientes