La guerra civil española (1936-1939) ha sido uno de los conflictos más estudiados del siglo XX, sobre el que se han realizado muchas investigaciones, tanto por parte de los historiadores españoles como de los extranjeros. La historia de la participación extranjera en la guerra civil sigue atrayendo la atención de los investigadores debido a su influencia sobre el resultado final y a cómo la guerra parecía prefigurar el conflicto ideológico entre el fascismo y el comunismo que marcaba la Segunda Guerra Mundial. Mientras que la sociedad irlandesa no estaba políticamente polarizada como sí ocurría en otros países europeos, la participación irlandesa nos ayuda a percibir claramente lo conscientes que eran del panorama político europeo y qué opinaban sobre la polarización ideológica durante la época de entreguerras.
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Reconocidos monumentos e inmensas colecciones de reliquias, como las que se encuentran en el Archivo General de Simancas (Valladolid), dejan constancia de los estrechos lazos que mantienen y han mantenido España e Irlanda.
No son pocas las batallas en las que ambos pueblos lucharon codo con codo, y aunque algunas no fuesen tan exitosas como otras, como es el caso de la Batalla de Kinsale (Cork, 1601), con el paso del tiempo, los recuerdos de estos insólitos combates han engendrado un sentimiento compartido. Un caso en particular constata la empatía mutua entre estas naciones: La Guerra Civil española.
Al estallar la Guerra Civil en 1936, toda Irlanda se volcó en la serie de sucesos que estaban ocurriendo en España. Verdaderamente, fue un impacto en la vida pública de los irlandeses, quienes se veían reflejados en lo que España sufría en esos momentos. Debido a la exaltación ante la guerra, el gobierno irlandés sentenció que cualquier participación en la contienda española sería ilegal.
En el libro Spanish-Irish Relations through the Ages, Fearghal McGarry explica cómo, a pesar de las medidas tomadas, el gobierno no consiguió evitar que Eoin O’Duffy, antiguo veterano de la guerra de independencia irlandesa, apoyado por la Iglesia, formase La Brigada Irlandesa. En octubre de 1936, se trasladaron al cuartel de Cáceres, para proporcionar apoyo a los sublevados españoles, con los que se identificaban por su ideología y su condición católica. Sin embargo, su estancia allí no duró demasiado, debido a las enfermedades y la baja moral, circunstancias que les obligaron a retirarse en 1937. En la Plaza de Santo Domingo (Cáceres) aún se conserva la placa en conmemoración a la Brigada Irlandesa.
En respuesta al movimiento de O’Duffy, en Irlanda se creó la Columna de Connolly, formada a partir de miembros del Ejercito Republicano Irlandés (IRA) y otros activistas nacionalistas, como apoyo al Frente Popular español. Finalmente, los 150 hombres que la componían, bajo mando americano dentro del el batallón Lincoln, lucharon con en el bando republicano hasta septiembre de 1938, cuando los últimos supervivientes regresaron a Irlanda. En memoria de los componentes del batallón, el 17 de octubre de 2014, la ciudad de Limerick levantó un monumento en su honor.
Aunque las consecuencias de la participación irlandesa en la guerra no tuviesen un verdadero impacto político, sí que tuvo un importante impacto en la memoria de Irlanda en la década de los treinta. Así, queda plasmado en baladas como Viva la Quince Brigada, que trata sobre los irlandeses que formaron la Columna de Connolly (decimoquinta brigada internacional), y películas como Los niños de San Judas, una adaptación autobiográfica de un profesor de colegio, veterano de la Brigadas Internacionales que participó en la Guerra Civil española.
Para muchos artistas, historiadores, poetas y escritores, la manera en la que respondió Irlanda ante la contienda no fue solo una lucha en apoyo a un bando o a otro, sino una lucha contra la injusticia y la opresión, muy relacionada con la situación que en ese momento estaban viviendo en sus propios hogares.
Texto y traducción: Cristina Rascón García
There are many landmark monuments and immense relics’ collections, as the one found in the Archivo General de Simancas (Valladolid), which confirms the close links between Spain and Ireland through the ages.
Both nations had fought a number of battles together, some of them were more successful than others, for instance the Battle of Kinsale (Cork, 1601). As time goes by, the recall of these combats generated a shared feeling. A particular example of the mutual empathy of the nations is the Spanish Civil War.
When the Civil War broke out in 1936, Ireland focused on the events that were taking place in Spain. Actually, it was impacting for Irish people, who see themselves reflected on what Spain was suffering in that moment. Due to this impact, the Irish government declared illegal any participation in the Spanish War.
In the book Spanish-Irish Relation through the Ages, Fearghal McGarry explains how the government could not avoid Eoin O’Duffy, a veteran of the Irish Independence War, to create The Irish Brigade, supported by the Irish Church. In October 1936, they moved to their headquarters in Cáceres, giving support to the Spanish rebels, since they shared the same ideology and religiosity. Nevertheless, several diseases and the general demoralization provoked an earlier return in 1937. In Santo Domingo’s square (Cáceres) it is found a plaque in honor to the Irish Brigade.
In response to O’Duffy’s actions, it was created in Ireland the Connolly Column, composed by members of the Irish Republican Army (IRA) and other nationalist activists, supporting the Spanish Popular Front. Finally, the 150 men who composed this column, fought in the republican side until September, 1938, when the last survivors returned to Ireland. In October 2014, in Limerick, a monument was erected in memory of this International Brigade.
Even though the consequences of the Irish participation in the war were not truly political, it was captured in the memory of Ireland in 1930s. Thus, it is expressed in ballads as Viva la Quince Brigada, about the Irish men members of the Connolly Column (a contingence of the 15th International Brigade) and movies as Song for a Raggy Boy, an adaptation of an autobiography of a teacher, veteran of the International Brigade, participant in the Spanish Civil War.
For many artists, historians, poets and writers, the way Ireland responded to the war was not only a matter of compromise with a side or another, but a real struggle against the injustice and oppression, related with the situation they had in their own homes.
Text and translation into English: Cristina Rascón García
La última sesión del ciclo sobre memoria histórica nos llega hoy a las seis de la tarde en el Café Literario. La película se titula Familystrip y cuenta la historia de un joven pintor, Francisco Herrero, que pinta un retrato familiar: el del padre y la madre del productor, director y antiguo crítico cinematográfico Lluis Miñarro, quien con su presencia en el encuadre propone los temas de la charla.
Es un recorrido por una familia española típica, desde el franquismo hasta comienzos del siglo XXI, con una angustiosa vuelta de tuerca final. Con la elaboración del cuadro se nos revelará a una generación que desaparece: nuestros mayores. Estos dos supervivientes de la Guerra Civil y la posguerra, nos relatan sus más íntimos secretos que no son otros que la apuesta por la vida. Otra visión de nuestra memoria colectiva.
The last film of the historical memory series is today at 6pm at Café Literario. Luis Miñarro uses the story of one elderly couple to show how a generation of Spaniards were forced to struggle with war and fascism in this documentary. Miñarro paid a visit to his parents in the Catalan village where he was raised as they were preparing to celebrate their 65th wedding anniversary.
As his mother and father discussed their lives and the events that shapes their nation, Miñarro brought in a small camera crew to capture their reminiscences on film, and in Familystrip they talk at length about living through the Spanish Civil War, the rule of Franco and World War II, as well as the impact of Catholicism, and how these elements at once tested their strength and robbed them of friends and family while also teaching them to be strong and survive into the 21st Century.
No olvides que este miércoles, a las seis, tienes una nueva cita en el Café Literario. Continuando con el ciclo de cine “Una película, un libro”, esta semana os ofrecemos la película ¡Ay, Carmela! que nos cuenta la historia de Carmela (valiente y espontánea), Paulino (pragmático y cobardón) y Gustavete (mudo), trovadores que actúan para el ocio del bando republicano durante la Guerra Civil Española.
Son un grupo de cómicos que ameniza como puede a los soldados republicanos durante la Guerra Civil, pero están cansados ya de pasar penalidades en el frente. Carmela, Paulino y Gustavete se dirigen a Valencia pero, por error, van a parar a la zona nacional. Allí son hechos prisioneros, y la única manera de salvar sus vidas es ofreciendo un espectáculo para un grupo de militares nacionales que choca de lleno con la ideología de los cómicos.
El autor de la obra en la que se basa esta película es José Sanchis Sinisterra, considerado uno de los grandes renovadores del teatro español. Su obra se mueve entre la tradición y las nuevas tendencias contemporáneas, combinando narración y dinamismo teatral para implicar al espectador por completo en las obras.
Su director, Carlos Saura es un cineasta y fotógrafo español de amplio prestigio internacional. En 1992 recibió la Medalla de Oro de la Academia de las Ciencias y de las Artes Cinematográficas de España. Sus primeros trabajos se posicionan a favor de los marginados con un estilo documental. Ha sido reconocido con numerosos galardones que lo avalan por obras como La caza, Peppermint Frapé, La prima angélica, Cría cuervos…
A la proyección le seguirá un debate dirigido a todo tipo de público.
Don´t forget you appointment this Thursday at 6pm at Cafe Literario. We continue with the film series “A film, a book” with ¡Ay Carmela! a Spanish film directed in 1990 by Carlos Saura and based on the eponymous play by José Sanchís Sinisterra. The film stars Carmen Maura, Andrés Pajares, and Gabino Diego as a trio of traveling players performing for the Republic, who inadvertently find themselves on the Nationalist side during the closing months of the Spanish Civil War.
The film is based on a play by José Sanchis Sinisterra who is a Spanish playwright and theatre director. He is best known, outside of Spain, for his award-winning play, ¡Ay Carmela! His work swifts between tradition and contemporary tendencies, combining narration and the dynamism of theatre in order to involve the audience in the play.
The director is Carlos Saura, an internationally acclaimed Spanish filmmaker and photographer. In 1992 he was awarded the Golden Medal of the Spanish Academy of Sciences and Film Arts. In his first steps, he used the documentary style to raise awareness for the deprived people. Some of his films, notably La caza, Peppermint Frapé, La prima angélica and Cría cuervos have received multiple awards.
The screeening will be followed by an open discussion.
El 22 de octubre de 2011, a los 83 años, falleció Cathal O’Shannon, uno de los iconos más importantes del periodismo irlandés del último siglo. En septiembre del año pasado, la Academia Irlandesa de Cine y Televisón (IFTA) le dedicaba un programa especial como homenaje a su trayectoria:
El dublinés Cathal O’Shannon fue periodista y presentador la mayor parte de su vida, pero también fue sin duda un aventurero, un hombre entregado a sus ideales. Con solo 16 años se enroló con un amigo en las Fuerzas Armadas Británicas (RAF) para luchar en al Segunda Guerra Mundial, aunque ambos tuvieron que falsificar la edad para hacerlo, una anécdota que él recordaba con cariño.
Su carrera periodística comenzó al servicio de The Irish Times, en cuya oficina londinense conoció a Patsy, que sería su mujer por más de 50 años hasta su muerte, en 2006. Después de trabajar como corresponsal extranjero para este periódico y un breve tiempo en la BBC, O’Shannon regresó a Irlanda para trabajar en la RTÉ, donde entrevistas míticas como su cara a cara con Muhammed Alí en 1972 lo consagraron definitivamente como uno de los grandes.
No podemos dejar de recordar su faceta de realizador documental, que es la que une a Cathal O’Shannon con España: el premiado documental Even the olives are bleeding retrata la realidad de los soldados irlandeses que participaron en la Guerra Civil Española, apoyando a uno u otro bando.
El documental, que podéis encontrar en la biblioteca, responde a un interés personal de O’Shannon en el cruento conflicto español: “He estado fascinado por la Guerra Civil española desde que tenía 10 años… Hubo hombres irlandeses que lucharon en ambos bandos. Todos hombres de profundas convicciones, estuvieran del lado que estuvieran, hombres que marcharon a sacrificar sus vidas por sus creencias.”
Por todo ésto y mucho más, desde el Instituto Cervantes nos sumamos a las voces que se alzan en un póstumo homenaje a Cathal O’Shannon. Even the olives are crying.
In October 22nd 2011, at age 83, Cathal O’Shannon passed away. He was one of the main icons of the Irish journalism of the last century. In September last year, the Irish Film and Television Academy (IFTA) broadcast a special programme to pay tribute to his career.
The Dubliner Cathal O’Shannon was a journalist and TV host most of his life, but he always was an adventurer too, a man devoted to his ideals. At age 16, he joined the Royal Air Force (RAF) with a friend in order to fight in World War II, although they both had to falsify their ages, something he remembered as an endearing anecdote.
He career as a journalist started at the Londonoffices of The Irish Times. That’s where he met Patsy, who became his wife for more than 50 years, until she died in 2006. After working as a foreign correspondent for the same newspaper, and a short stay at the BBC, O’Shannon came back to Irelandto work for RTÉ, where some mythical interviews like his face to face with Muhammed Ali in 1972 established him as one of the greatest.
We can’t omit Cathal O’Shannon’s career as a documentary maker, which constitutes his link with Spain: the award-winning documentary Even the olives are bleeding describes the reality of the Irish soldiers who fought in the Spanish Civil War, on one side or the other.
The documentary, available in our library, responds to the personal interest of O’Shannon in the bloody Spanish conflict: “I was fascinated by the Spanish Civil War ever since I was l0 years of age… Irish men fought on both sides. All men of great conviction on whichever side they were, men who went to sacrifice their lives for their beliefs.”
For these reasons …, from Instituto Cervantes, we want to join the voices raised to pay tribute to O’Shannon. Even the olives are crying.