Hablamos de la literatura que cuestiona nuestros hábitos de lectura; de la que va contra nuestras expectativas como lectores; de la que pone el acento en lo que no cuenta, en lugar de en lo que cuenta; la que enfrenta nuestra pasividad lectora a la tradición, lo previsible, lo establecido.
Y lo hacemos a través de los cuentos de Jorge Luis Borges, Ricardo Piglia, Antonio Di Benedetto y Juan José Saer.
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Ayer disfrutamos de una perfecta mañana de domingo en compañía de Eduardo Mendoza, quien llenó La Bellone con motivo de la conversación con la periodista Françoise Wolff organizada por Passa Porta dentro del ciclo literario La Europa de los escritores.
El creador de Gurb encadenó desde el escenario anécdotas sobre su itinerante biografía, su oficio de traductor, sus libros… aderezado todo con la serenidad y el humor de un maestro que se considera a sí mismo escritor mediocre, pero excelente traductor. En esta vertiente menos conocida de su personalidad literaria, Mendoza hizo especial mención a su versión las cartas de Byron: Débil es la carne. Correspondencia veneciana (1816-1819). Lord Byron. Barcelona, Tusquets, 1999
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Nueva narrativa: Nocilla dream de Agustín Fernández Mallo. Miércoles, 13 de noviembre, de 19 a 21 h.
Decía Aristóteles en su libro de las “Categorías” que el ser se dice de muchas maneras. Y salvando las largas distancias con el filósofo griego, lo mismo podríamos afirmar de la literatura española actual: la nueva narrativa se escribe de muchas maneras. Así sucede con la obra que nos tiene convocados como lectores en nuestro Club: “Nocilla Dream”, de Agustín Fernández Mallo.
La apuesta experimental del escritor gallego trata de diseccionar la realidad posmoderna en la que supuestamente habitamos basándose en la noción de ‘rizoma’, tomada de los filósofos Felix Guattari y Gilles Deleuze.
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A partir de mediados del siglo XVIII , la necesidad de redefinir las relaciones entre lo universal y lo particular- condición previa indispensable para la construcción de la naciones- da lugar a una mutación de la legitimidad cultural. Su centro de gravedad da lugar a un triple desplazamiento: histórico, geográfico y social. La antigüedad grecorromana es sustituida por las edades bárbaras, el mundo mediterráneo por la Europa del Norte, y los salones de las elites refinadas por las aldeas rústicas. Una nueva teoría de la cultura es formulada, lo cual permite proponer lo nacional como principio creador de la modernidad.
Se pasa de considerar la Antigüedad grecorromana como única fuente de cultura a considerar que la tradición intelectual culta ha desconocido las fuentes bárbaras de la cultura europea –que sólo el Pueblo ha sabido preservar- en beneficio de las fuentes clásicas.
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Club de lectura. Miércoles, 16 de octubre, de 19 a 21 h.
La Revolución Francesa (1789) y la desaparición del Antiguo Régimen dan paso a la burguesía y a un nuevo orden en el que la pervivencia de la nación deja de radicar en la continuidad dinástica para depender del pueblo, guardián de una tradición secular enraizada en la lengua y en cierta plasmación literaria. A esta nueva concepción del mundo le correspondió una nueva forma de representación de la realidad: la novela histórica. Esta ficción de nuevo cuño aparece de la mano del romanticismo y responde a la necesidad de crear un sentimiento de pertenencia acorde con las nuevas realidades nacionales. Un pasado y una lengua compartida eran el fundamento de una convivencia que la literatura ayudó a establecer, difundir y legitimar.
Gran número de autores a partir del primer tercio del s. XIX escribieron novela histórica en Europa y América, empezando por el escocés Walter Scott, padre de una nueva corriente literaria que enriquecieron los franceses Victor Hugo o Dumas, el italiano Manzoni, el ruso Tolstói, o nuestros Larra y Espronceda.
La fórmula siguió dando frutos en el XX, como prueban obras de la calidad de Yo, Claudio, de Robert Graves, Memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, El siglo de las Luces de Alejo Carpertier, Bomarzo de Manuel Mujica Láinez o El nombre de la rosa de Umberto Eco.
En España, el género alcanzó su cumbre con los Episodios Nacionales de Galdós, publicados entre 1872 y 1912. Hubo luego que esperar a finales de siglo para asistir a la resurrección de la fórmula que hoy llena los escaparates de las librerías, en la que se inscriben Soldados de Salamina o Anatomía de un instante de Javier Cercas, las novelas de la serie El capitán Alatriste de Arturo Pérez Reverte o su El maestro de esgrima, de la que nos ocuparemos en la próxima sesión de nuestro club de lectura.
Más allá de las precisas condiciones en que el género nació, la novela histórica revela la conciencia o la autoconciencia que una sociedad tiene de sí, cómo se concibe, cómo se piensa o se repiensa. Es también una manera de mostrar su continuidad, dramatizar sus cambios o criticar el presente. De la visión del autor, de nuestra lectura, de nuestra valoración del texto hablaremos el miércoles 16 de octubre.
Precio de la sesión: 10 euros. Inscríbete por Internet a través del enlace Club de lectura o personalmente en en la secretaría de nuestro centro.
¡Feliz lectura!
Nuestro Club de Lectura repitió sesión en septiembre con uno de los libros más atractivos del premio Nobel peruano, Mario Vargas Llosa. Aunque nuestro autor nos ha proporcionado algunas de las obras más importantes de la literatura en español del siglo XX, como Conversación en La Catedral, La ciudad y los perros o Pantaleón y las visitadoras, entre otras, nosotros hemos elegido una de las obras que le han consagrado en este nuevo siglo, La fiesta del Chivo.
Aquí podéis acceder a la presentación de la sesión dedicada a La fiesta del Chivo
La fiesta del Chivo es una ficción histórica, magistralmente estructurada y documentada, ambientada en Santo Domingo, en la época de la dictadura de Trujillo. En ella Mario Vargas Llosa reflexiona sobre la libertad desde el delirio del poder dictatorial y su recuerdo. Se trata de una obra llena de tensión narrativa, en la que asistimos a un doble retorno: mientras Urania Cabral visita a su padre en Santo Domingo, volvemos a 1961, cuando la capital dominicana aún se llamaba Ciudad Trujillo. Allí un hombre que no suda tiraniza a tres millones de personas sin saber que se gesta una maquiavélica transición a la democracia.
Miércoles, 25 de septiembre, de 19 a 21 h.
Nuestro Club de Lectura repite sesión en septiembre con uno de los libros más atractivos del premio Nobel peruano, Mario Vargas Llosa. Aunque nuestro autor nos ha proporcionado algunas de las obras más importantes de la literatura en español del siglo XX, como Conversación en La Catedral, La ciudad y los perros o Pantaleón y las visitadoras, entre otras, nosotros hemos elegido una de las obras que le han consagrado en este nuevo siglo, La fiesta del Chivo.
La fiesta del Chivo es una ficción histórica, magistralmente estructurada y documentada, ambientada en Santo Domingo, en la época de la dictadura de Trujillo. En ella Mario Vargas Llosa reflexiona sobre la libertad desde el delirio del poder dictatorial y su recuerdo. Se trata de una obra llena de tensión narrativa, en la que asistimos a un doble retorno: mientras Urania Cabral visita a su padre en Santo Domingo, volvemos a 1961, cuando la capital dominicana aún se llamaba Ciudad Trujillo. Allí un hombre que no suda tiraniza a tres millones de personas sin saber que se gesta una maquiavélica transición a la democracia.
De entre algunos de los comentarios que ha suscitado esta novela, nos quedamos con las palabras de Juan Cruz, periodista de El País, y uno de los primeros lectores de La fiesta del chivo: “ahora estoy viajando a Estocolmo, invitado por el Instituto Cervantes, y rememoro, es inevitable, aquel momento espléndido de lector, cuando un libro me tenía agarrado por el cuello, pendiente de una historia cuyo desenlace conocíamos todos pero que Mario Vargas Llosa convirtió en una extraordinaria novela de suspense, por su manera de narrarla, por su modo de sorprenderse él mismo del desarrollo de los disparates del dictador.”
¡Feliz lectura!
Precio de la sesión: 10 euros.
A pagar en la secretaría de nuestro centro en el momento de la inscripción o por giro bancario, con envío del justificante a bibbru@cervantes.es, en nuestra cuenta: IBAN: BE94 6420 02668814 BIC: BBVABEBB poniendo en la Referencia: Club de Lectura y Nombre.
La ría de Vigo protagoniza las novelas de Domingo Villar. Éstas evocan los itinerarios que recorren los turistas que llegan en los cruceros al puerto y que se aventuran durante algunas horas a recorrer sus más bellos rincones. El centro histórico, la zona industrial reformada y bulliciosa con las actividades de la ría, así como las nuevas zonas comerciales que hacen las delicias de los amantes de la moda más atrevidos. Pero Vigo esconde muchas más sorpresas: los parajes naturales que la rodean, sus playas (sobre una de las cuales aparece el cadáver del marinero con las manos atadas) y una gastronomía que hace las delicias de los visitantes de esta ciudad que fué además escenario de algunas de las historias fantásticas de Julio Verne en sus 20.000 leguas de viaje submarino.
La ria de Vigo est protagoniste des romans de Domingo Villar. Ceuxci évoquaient déjà les itinéraires que parcourent les touristes qui arrivent au port par croisière et qui s’aventurent quelques heures à parcourir ses plus beaux recoins. Le centre historique, la zone industrielle réformée et bouillonnante d’activités de la ria, de même que les nouvelles zones commerciales qui font les délices des plus fashions y sont mis en évidence. Mais Vigo cache bien plus de surprises: les sites naturels qui l’entoure, ses plages (sur l’une desquelles le marin du roman apparait ligoté) et une gastronomie qui font les délices des visiteurs de cette ville qui fut également la scène de certaines des histoires fantastiques de Jules Verne dans ses 20.000 lieues sous la mer.
«El inspector seguía especulando cuando en la calle Cánovas del Castillo se cruzó con decenas de turistas recién desembarcados en el muelle de transatlánticos. Unos acudían a los puestos de las ostreras en el mercado de la Piedra, otros a las tiendas del nuevo centro comercial, levantado como un parche oscuro en el ojo de la ciudad que mira al mar.
Antes de llegar a las arcadas de la Ribeira, torció por la calle Real y ascendió por el casco viejo. Manuel Trabazo tenía razón. Antes apenas había casas feas.
Miró la hora. La caminata le había dejado poco tiempo para comer. Entró en una tasca, pidió un bocadillo de jamón asado y una copa de blanco y se sentó en la barra pensando en Estévez. Lo imaginó devorando ensaladas en cualquier lugar cercano.
Se levantó después del café y caminó por la calle de la Palma junto a la concatedral. Por una calleja lateral vio a los camareros de los bares de la plaza de la Constitución montando las mesas de las terrazas. Como un animal que estiraba sus huesos tras un sueño prolongado, la ciudad se desentumecía bajo el sol.
La playa de los ahogados, Domingo Villar.
BILBAO
La ciudad del Guggenheim es el escenario en el que transcurre la novela José Javier Abasolo. Bilbao es sin duda una ciudad atractiva a primera vista. Una ciudad industrial en constante renovación. Los grandes proyectos de arquitectónicos y de infraestructura han servido de motor a la renovación urbanística y económica de la ciudad. El museo Guggenheim, el Palacio Euskalduna, el metro de Norman Foster o el aeropuerto de Calatrava son ejemplos de la deslumbrante vitalidad que se respira en Bilbao y sus lugares de visita obligada.
La ville de Guggenheim constitue la scène où se déroule le roman de José Javier Abas olo. Bilbao est sans nul doute une ville qui attire au premier coup d’œil le visiteur. Une ville industrielle en constante rénovation. Les grands projets architecturaux et d’infrastructures ont servit de moteur à la régénération urbanistique et économique de la ville. Le Musée Guggenheim, le Palais Euskalduna, le métro de Norman Foster ou l’aéroport de Calatrava sont des exemples de l’éblouissante vitalité qui se respire à Bilbao et lieux obligés de visite.
“Sus pensamientos fueron interrumpidos por los aplausos que repentinamente empezó a escuchar y que desaparecieron igual de repentinamente a los pocos segundos. Esos efímeros aplausos le hicieron volver a la realidad. Se encontraba en el Salón Árabe del Ayuntamiento de su ciudad, donde el alcalde acababa de dar una recepción en honor del equipo que iba a filmar en Bilbao y sus alrededores la que ya se denominaba como gran producción vasco-hollywoodiense. En realidad los vascos lo único que iban a poner en la película era el escenario, así como la gastronomía y algún que otro técnico menor que en el futuro presumiría, y así constaría en su curriculum, de haber trabajado en una película de Jack White, dirigida por Vernon Zablowsky y cuyos protagonistas principales eran Ellen Buster y Larry Moore, pero las normas de cortesía obligaban a hablar de producción vasco-hollywoodiense como si, de esa manera, al personal aborigen se le pegara algo del glamour que se supone innato en los habitantes de la meca del cine.
– … alzo por tanto mi copa en honor de nuestros visitantes norteamericanos con la esperanza de que los frutos de esta colaboración que hoy iniciamos entre los representantes de la más poderosa industria cinematográfica mundial y nuestra ciudad, una ciudad que siempre se ha caracterizado por su talante liberal, tolerante, abierto y emprendedor se consoliden para satisfacción de ambas partes y, sobre todo, de la cultura, que es lo que diferencia las sociedades civilizadas de las primitivas, y lo que engrandece.
Con una cita de Miguel de Unamuno, que no venía a cuento pero a las que era muy aficionado, finalizó el discurso del alcalde y, tras los nuevos y pertinentes aplausos de cortesía. Los asistentes al acto volvieron a hablar entre ellos elevándose un ostensible murmullo que arrastró también a Iñaki Artetxe.” Hollywood-Bilbao, de José Javier Abasolo
BARCELONE
Barcelona es la ciudad por excelencia de la novela negra española, hasta tal punto que se han creado diferentes rutas turísticas que unen los lugares en los que se desarrollan las tramas de las novelas. La más conocida, sin ninguna duda, es la Ruta de Pepe Carvalho, el detective protagonista de las novelas de Manuel Vázquez Montalbán. Esta ruta transcurre, entre otros sitios, alrededor de la fuente de Canaletas, el mercado de La Boquería o el barrio de El Raval.
La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón, también tiene su propia ruta que nos lleva desde el Arco del Teatro, lugar en donde se encuentra el cementerio imaginario de los libros olvidados al cementerio del Poble Nou, pasando por monumentos tan emblemáticos como el Palacio Güell, la iglesia de Santa María del Mar o el Palau de la Música.
Barcelone est la ville par excellence du polar espagnol, à tel point que différentes routes touristiques ont été crées, reliant les lieux où se déroulent les intrigues. La plus connue est sans aucun doute, la route de Pepe Carvalho, le détective protagoniste des romans de Vázquez Montalbán. Cette route se développe autour de la fameuse Fontaine de Canaletas, le Marché de la Boquería ou le Quartier de El Raval.
La Sombra del Viento de Carlos Ruiz Zafón, possède aussi sa propre route, qui nous emmène de l’Arc du Théâtre lieu où se trouve le cimetière imaginaire des libres oubliés au cimetière de Poble Nou, en passant par des monuments aussi emblématiques que le Palau Güell, l’église de Santa María del Mar ou le Palau de la Música.
“Recogió su caja y se marchó por el pasillo central del figón, examinando los pies de los comensales como quien busca setas. Carvalho dejó el dinero de la cuenta en el platillo y salió a la calle. No recordó de momento donde había dejado el coche la noche anterior, pero intuyó que había sido por la parte alta de las Ramblas. Deambuló por el centro del paseo, deteniéndose en los quioscos de libros y revistas, sopesando sobres de semillas, reflexionando más arriba sobre la extraña condición de los pájaros y monitos encerrados en las jaulas de los vendedores. Pero ya la Rambla se llenaba del
bullicio comercial de la tarde y Carvalho se metió bajo el escudo colgante que daba paso a la entrada del Mercado de la Boquería”. Tatuaje, Manuel Vázquez Montalbán.
«Todavía recuerdo aquel amanecer en que mi padre me llevó por primera vez a visitar el Cementerio de los libros olvidados. Desgranaban los primeros días del verano de 1945 y caminábamos por las calles de una Barcelona atrapada bajo cielos de ceniza y un sol
de vaporque se derramaba sobre la Rambla de Santa Mónica enuna guirnalda de cobre líquido.
ie.-Daniel, lo que vas a ver hoy no se lo puedes contar a nadie –advirtió mi padre-. Ni a tu amigo Tomás. A nad
¿Ni siquiera a mamá?-inquirí yo a media voz.
Mi padre suspiró, amparado en aquella sonrisa triste que le perseguía como una sombra por la vida.
Claro que sí –respondió cabizbajo-. Con ella no tenemos secretos.
A ella puedes contárselo todo”. La sombra del viento, Carlos Ruiz Zafón