Por Ada Pérez, flautista y docente
El pasado 17 de noviembre tuve la ocasión de colaborar con el Instituto Cervantes de Utrecht en un taller musical para niños. Fue un taller muy divertido y enriquecedor, donde tanto mayores como pequeños lo pasaron pipa con un cuento musical del compositor francés Erik Satie y con canciones sobre gatos y ratones.
El Instituto Cervantes realiza una importante labor en el aprendizaje del castellano fuera de España y tengo el placer de colaborar. En este sentido, la música también es un lenguaje. Un lenguaje universal que todos podemos conocer y aprender. ¿Qué mejor manera que complementar el lenguaje castellano con el lenguaje musical?
Mi nombre es Ada y empecé a los siete años a tocar con un teclado que mi padre tenía en casa y con ocho realicé mi primer curso “Yamaha” antes de ingresar en el conservatorio donde comencé a tocar la flauta travesera, instrumento que me encanta y a día de hoy sigo interpretando en conciertos siempre que tengo ocasión. Conciertos de música barroca que es la que más me apasiona y emociona.
Me gusta transmitir mi entusiasmo por la música a los demás y me encuentro como pez en el agua trabajando el lenguaje de los sonidos con niños.
Los niños son creativos por naturaleza y su poder de imaginación es inmenso. A través de estos talleres puedo contribuir con mi música a su aprendizaje y soy feliz si veo una cara sonriente de un niño cantando, tocando un instrumento o descubriendo nuevos lenguajes.
Lo que pretendo con estos talleres es que los niños se diviertan jugando, se ilusionen y aprendan a amar la música. La enseñanza musical no sólo significa leer notas, es un medio de comunicación a través del ritmo, del canto, de la historia, del lenguaje, de la cultura, del juego, del instrumento, del cuerpo…
¿Sabías que la música…
Aumenta la comunicación y las habilidades sociales?
Desarrolla la memoria y la concentración?
Aumenta los conocimientos de la cultura?
Facilita la lateralidad y la integración?
Produce satisfacción personal, placer y bienestar?
En definitiva, la música mejora la calidad humana.
Cualquier niño puede iniciar el camino de la música de forma intuitiva. Yo solo quiero ser una guía que ayuda en este camino.
Mi formación y experiencia me lleva a compartir mi trabajo con todos vosotros.
¡Os espero en el próximo taller musical!