La Berlinale comenzó su andadura el 6 de junio de 1951 con la proyección de Rebeca, de Alfred Hitschcock, en el mítico Titania Palast que un año antes había albergado el Congreso por la Libertad de la Cultura.
Marcelino, pan y vino (Das große Geheimnis des Marcelino), del director Ladislao Vajda, basada en la obra de José María Sánchez Silva y con música de Pablo Sorozábal, fue la primera película española que se presentó en la Berlinale. Fue en la edición de 1955 y se llevó el Oso de Plata.
La película cuenta la historia de Marcelino, un niño abandonado en un convento de franciscanos, y cómo se cría este entre frailes mientras sube a conversar con Jesucristo en un desván al que tiene prohibida la entrada.
Una curiosidad: la imagen de Cristo utilizada en la película se donó a un convento de monjas en Extremadura por mediación de un ingeniero de sonido, que tenía allí a una hermana.
La película, por supuesto, la tenéis en vuestra biblioteca disponible para el préstamo.
Die Berlinale begann ihre Geschichte am 6. Juni 1951 mit der Vorstellung von Alfred Hitschcocks Rebecca im mythischen Titania Palast, in dem ein Jahr zuvor der Kongress für kulturelle Freiheit stattgefunden hatte.
Der erste spanische Film, der auf der Berlinale präsentiert wurde, war Marcelino, pan y vino (Das große Geheimnis des Marcelino) des Regisseurs Ladislao Vajda, nach dem Werk von José María Sánchez Silva und mit Musik von Pablo Sorozábal. Er war bei der Festivalsausgabe 1955 zu erleben und gewann den Silbernen Bären. Der Film erzählt die Geschichte von Marcelino, einem verlassenen Kind in einem Franziskanerkloster, das unter den Mönchen aufwächst und einen Dachboden, zu dem ihm der Zutritt verboten ist, nutzt, um mit Jesus Christus zu sprechen. Eine Kuriosität: Das im Film verwendete Christusbild wurde einem Nonnenkloster in Extremadura von einem Tontechniker geschenkt, der dort eine Schwester hatte. Der Film ist natürlich auch in eurer Bibliothek ausleihbar.