Ya tenemos con nosotros el resumen de la última sesión del Club de lectura de la Biblioteca del Instituto Cervantes de Utrecht. Este encuentro de enero lo hemos dedicado al escritor argentino Edgardo Cozarinsky. Lieve es la encargada en esta ocasión de presentarnos el resumen de la sesión (texto literario, sólo en español, lengua de creación elegida por el autor).
Hierbij bieden we u de samenvatting aan van de laatste bijeenkomst van dit seizoen van de Leesclub van de bibliotheek van Instituto Cervantes te Utrecht. De bijeenkomst van januari ging over de Argentijnse schrijver Edgardo Cozarinsky. Lieve is deze keer aan de beurt om een samenvatting te presenteren van de bijeenkomst (literaire tekst, alleen in het Spaans, taal van de samenvatting wordt gekozen door de schrijver).
En ausencia de guerra, de Edgardo Cozarinsky
Los lectores del club de lectura del Instituto Cervantes de Utrecht indagamos, con la ayuda de César Noorderwier, en la narrativa de una impactante novela negra escrita por Edgardo Cozarinsky (Buenos Aires, 1939), un cineasta que además es escritor. A quién le busca por internet le fascina el autor por la facilidad con la que intercambia vidas en hogares en diferentes continentes, por decirse solitario, por ser un eterno viajero, por sentirse más joven que cuando tenía 35 años a pesar de su avanzada edad y sobre todo por ser un creador prolífico.
En su novela En ausencia de guerra, Edgardo Cozarinksy plasma el sufrimiento inflingido a víctimas de hombres crueles y sanguinarios que se instalan en el poder (tanto en Argentina, como en Europa y el norte de África ) en un viaje al pasado de dos amantes que heredan una venganza improvisada.
El narrador es un hombre que vive entre París y Buenos Aires, al igual que Edgardo Cozarinsky. En 2013 descubre en un libro de segunda mano una carta olvidada de 1977. La carta es de una amiga suya, poetisa fallecida, madre de dos hijos que considera víctimas de una dictadura militar.
Esta casualidad le atrapará en una trama que se parece a la de una película de Hitchcock Extraños en un tren, donde dos desconocidos intercambian crímenes para no ser sospechados. En la novela, una mujer argelina, Leila, propone al narrador matar de mutuo consenso, él y ella, a un personaje que el otro odia o debiera odiar: ella matará al responsable del atroz destino de los hijos de la amiga, él (por su parte) a un hombre que denunció al padre de ella durante la guerra de Argelia.Le dice Leila al protagonista que la justicia es un lujo y que ella cree en las venganzas.
Como lectores nos damos cuenta de que las apariencias engañan. Que no todo es lo que parece ser. En la interpretación de los personajes uno puede equivocarse. No sabemos quién es el bueno, quién el malo. El libro no da respuestas muy claras. Deshacerse del pasado resulta muy difícil. Los desencantos tienen que ver con el tiempo, una temática muy importante en la novela que intranquiliza.
El ciclo de tertulias literarias Escritores en primera persona ofrece a los amantes de la literatura la posibilidad de conocer personalmente a los escritores de habla hispana que están de paso en los Países Bajos y adentrarse en primera persona en su universo literario.
Esta vez contamos con la presencia de Pablo d’Ors, autor de una de las novelas más vendidas en los últimos tiempos, que conversará el día 15 de marzo a las 14:00 con los presentes sobre su trayectoria literaria.
Su trayectoria como novelista comienza en 2000, inaugurando su inconfundible estilo, cómico y lírico a un tiempo espiritual y sensorial. Gran parte de sus obras, familiarizadas con la literatura de Franz Kafka, Hermann Hesse y Milan Kundera, han tenido una excelente acogida por la crítica.
Su reconocimiento llega con Trilogía del silencio, conformada por El amigo del desierto, la Biografía del silencio y El olvido de sí. En 2015 su libro Contra la juventud, ha sido seleccionada por TodoLiteratura como la mejor novela del año.
Actualmente, escribe y anima a la red de meditadores creada bajo el nombre Amigos del desierto.
De cyclus literaire ontmoetingen Schrijvers in de eerste persoon, biedt literatuurliefhebbers de gelegenheid Spaanssprekende schrijvers die Nederland bezoeken persoonlijk te ontmoeten en zich “in de eerste persoon” te verdiepen in hun literaire wereld. Deze keer vindt een ontmoeting plaats met Pablo d’Ors, schrijver van één van de meest verkochte romans van de laatste tijd. Hij praat met het publiek over zijn literaire carrière.
Pablo d’Ors (Madrid, 1963) is de kleinzoon van essayist en kunstcriticus Eugenio d’Ors. Na afgestudeerd te zijn in New York en filosofie en theologie te hebben gestudeerd in Rome, Praag en Wenen, promoveerde hij in 1996 in Rome. Hij werd in 1991 tot priester gewijd en toegewezen aan de Claretijnse missie in Honduras, waar hij evangelistisch en sociaal werk deed.
Zijn loopbaan als romanschrijver begon in 2000 en werd gekenmerkt door zijn onmiskenbare stijl die aan de ene kant komisch en lyrisch is en aan de andere kant spiritueel en zintuiglijk. Een groot deel van zijn werken, dat invloeden heeft uit de literatuur van Franz Kafka, Hermann Hesse en Milan Kundera, is uitstekend ontvangen door critici.
Hij kreeg erkenning als schrijver door Trilogía del silencio, een boektrilogie die bestaat uit El amigo del desierto, la Biografía del silencio en El olvido de sí. In 2015 werd zijn boek Contra la juventud door TodoLiteratura verkozen tot de beste roman van het jaar.
Tegenwoordig schrijft hij en moedigt hij een netwerk van mediterende personen aan dat is opgericht onder de naam Amigos del desierto.
Ya tenemos con nosotros el resumen de la última sesión del Club de lectura de la Biblioteca del Instituto Cervantes de Utrecht. Este encuentro de diciembre lo hemos dedicado al escritor uruguayo Mario Levrero. Marianne es la encargada en esta ocasión de presentarnos el resumen de la sesión (texto literario, sólo en español, lengua de creación elegida por el autor).
Hierbij bieden we u de samenvatting aan van de laatste bijeenkomst van dit seizoen van de Leesclub van de bibliotheek van Instituto Cervantes te Utrecht. De bijeenkomst van december ging over de uruguayaans schrijver Mario Levrero. Marianne is deze keer aan de beurt om een samenvatting te presenteren van de bijeenkomst (literaire tekst, alleen in het Spaans, taal van de samenvatting wordt gekozen door de schrijver).
Estar equivocado, perdido, nunca llegar al destino, estar con gente que actúa por reglas incomprensibles… Es lo que experimenta el protagonista de la novela La ciudad (1970), del escritor uruguayo Mario Levrero, que forma su Trilogía involuntaria junto con las novelas El lugar (1982) y París (1979).
En La Ciudad, el protagonista llega a una casa deshabitada que está a oscuras y en desorden. Tiene hambre, pero no hay nada en la casa y por eso va a hacer las compras en un almacén… pero nunca llega allí en la noche lluviosa, al contrario: se sube a un camión que pasa por ahí y en donde se encuentran el camionero y una mujer que empieza un juego erótico con él. Después de ser expulsado del camión, junto con la mujer Ana, continúan el viaje juntos. Ella lo lleva a La Ciudad, que no es nada más que un pueblo de cuatro casas. Además, es un lugar con reglamentos y dirigido por La Empresa. Allí se desarrolla la historia, que va de un acontecimiento a otro, hasta que el protagonista, por fin, logra abandonar la ciudad.
¿Una novela onírica o una pesadilla literaria?
El protagonista trata de interpretar esta cadena de acontecimientos en un «stream of consciousness», lo que sucede en este libro es una forma de realismo introspectivo. Los acontecimientos son como la secuencia de imágenes en un sueño o, mejor dicho, en una pesadilla, y por eso definimos esta obra de Levrero como una novela onírica, o mejor dicho, una pesadilla literaria. Más bien, podríamos decir que se trata de una sucesión de imágenes con una lógica extraviada, como si fuera un cómic. Hay similitudes con la obra del pintor Dennis Hopper y tal vez con la obra de Joost Swarte.
Las sucesiones son bastante realistas, normales y diarias: ir a hacer las compras, viajar, entrar en un bar, etcétera, pero se nota la extrañeza en los detalles y así crece un sentimiento de alienación. Después de haber leído el primer capítulo, no sabemos nada del protagonista. ¿Cómo se llama, por qué está allí, de qué vive? En el resto del libro apenas hay indicaciones de su vida anterior.
Es muy difícil – tanto para el protagonista como para el lector – entender los acontecimientos en la historia. El protagonista tiene problemas con la comunicación y el lenguaje, todo es incomprensible, hasta los mapas y los carteles en la ciudad no le ayudan a orientarse porque están escritos en un idioma extranjero.
El reinado de la inseguridad
En la novela hay bastantes elementos de adversidad, como por ejemplo el problema del lenguaje, «El Reglamento» que le prohibe entrar, y la cocina desconocida. Es como si hubiera otra dimensión superpuesta a la realidad, un orden en que no se puede entrar, con reglamentos desconocidos.
No hay lógica o un sentido común (como en una novela tradicional),los espacios no son fijos o estáticos y funcionan también como protagonistas. De hecho, la ciudad de la que habla, es un pueblo de cuatro casas, una estación de nafta sin clientes, un bar en donde no se debe entrar, una zapatería sin atención al cliente que se convierte en un caos nada más entrar y la casa de Ana.
Pero las direcciones, de la gente en el bar a la casa de Ana o a la estación, por ejemplo, o las personas que le advierten que no puede entrar en una habitación, son como las reglas en Barba Azul o las de 1984 de George Orwell.Existen varias reglas, pero no las conocemos, y el protagonista no las conoce tampoco. Todo ocurre fuera de su voluntad y es muy curioso que el protagonista nunca se pregunta el porqué de las cosas.
En este sentido, podríamos comparar el libro con la obra de Franz Kafka, sobre todo con su libro El castillo (Das Schloss), con sus habitantes y sus reglas increíbles que carecen de lógica. Todo lo que pasa en la historia le añade nuevos elementos a esta situación de agobio, como si hubiera una conspiración de los elementos y de la gente. Aquí reconocemos la influencia de Jorge Luís Borges, el escritor cuya obra forma la «biblia literaria de Latinoamérica».
En La Ciudad, solamente hay inseguridad, nada está fijo. Falta la comunicación o hay una comunicación insólita. El protagonista es un intruso en la ciudad y no tiene el apoyo de nadie. No podemos conectar con su mundo, hay otra lengua y el protagonista no entiende a la gente. No podemos conectar con su mundo, el protagonista y la gente hablan el mismo idioma, pero no la misma lengua. Él tiene ideas, pero cambia de opinión continuamente.
Finalmente, el protagonista logra abandonar la ciudad y subirse a un tren–el viaje continúa.
Mario Levrero, Trilogía involuntario. La ciudad (Delbolsillo, 2016)
Estas son las lecturas previstas para las próximas sesiones de este año:
Los libros se comentan un viernes al mes de 10:00 a 12:00 en la biblioteca del Instituto Cervantes de Utrecht. La participación es gratuita para socios con carné. El nivel exigido es de C1. Para más información sobre el club de lectura puedes escribir a bibutr@cervantes.es
Ya tenemos con nosotros el resumen de la última sesión del Club de lectura de la Biblioteca del Instituto Cervantes de Utrecht. Este encuentro de noviembre lo hemos dedicado a la escritora mexicana Sofía Segovia. Silvia es la encargada en esta ocasión de presentarnos el resumen de la sesión (texto literario, sólo en español, lengua de creación elegida por el autor).
Hierbij bieden we u de samenvatting aan van de laatste bijeenkomst van dit seizoen van de Leesclub van de bibliotheek van Instituto Cervantes te Utrecht. De bijeenkomst van november ging over de Mexicaanse schrijfster Sofía Segovia. Silvia is deze keer aan de beurt om een samenvatting te presenteren van de bijeenkomst (literaire tekst, alleen in het Spaans, taal van de samenvatting wordt gekozen door de schrijver).
El murmullo de las abejas, de Sofía Segovia
En su segunda novela la escritora y periodista regiomontana Sofía Segovia nos acompaña a través de las historias olvidadas de su país, México, al tiempo de la Revolución. En un relato en el que elementos de lo épico como de la novela social se entrelazan con lo sobrenatural, la narración de Segovia, tal como han matizado algunos críticos, familiariza al lector con la historia mexicana por medio de los sentidos.
De hecho, en una entrevista para la revista literaria «Todo Literatura,» Segovia afirmó: La vida es muy sensorial y hoy en día no nos damos cuenta de lo que estamos sintiendo.» En cambio, las descripciones del entorno familiar del protagonista de la novela, Simonopio, y del paisaje campesino de Linares, el lugar en el norte de México donde se desarrolla gran parte de la novela, están repletos de largas descripciones que se refieren a olores, colores, ruidos y sensaciones táctiles. Y ya el primer párrafo de la novela es un ejemplo de esta manera típica de narrar de la escritora: «En esa madrugada de octubre el llanto del bebé se mezclaba con el ruido del viento fresco circulando entre los árboles, el canto del los pájaros y la despedida de los insectos de la noche. Salía flotando de la espesura del monte, pero se apagaba a unos cuantos metros de su origen, como impedido por una brujería a salir en busca de cualquier oído humano.
Además, el exordio de la novela plantea uno de los temas principales del relato: la relación entre el protagonista Simonopio – un niño con la cara desfigurada que abandonaron nada más nacer y que será adoptado por una familia de terratenientes mexicanos – y la tierra de México. En la novela las raíces familiares y los vínculos con el territorio son algo imprescindible, que hasta las ideologías (y sus desafueros políticos) no logran borrar. No casualmente, el título de la novela se refiere al murmullo de la abejas, y el protagonista de esta epopeya, Simonopio, hace su ingreso en la narración precisamente llevando un manto de abejas a su alrededor. La abeja, este animal tan precioso para el equilibrio del medio ambiente, representa especialmente para México un recurso económico fundamental, ya que sin su trabajo de polinización, este país no podría llegar a ser el quinto productor mundial de naranjas y el tercero de limones en el mundo.
Por un lado, la referencia a los insectos es también un homenaje, quizás indeliberado, al escritor Gabriel García Márquez y a su personaje Mauricio Babilonia, que en Cien años de soledad siempre trae consigo una nube de mariposas amarillas. Más sencillamente, Segovia utiliza elementos de realismo mágico para destacar su obra de una banal descripción histórica de México a principios del siglo XX, y darle al mismo tiempo a su relato algo de enigmático. Por otro lado, este «barniz» de realismo mágico nunca predomina sobre motivos más terrenales como lo de la devoción a la familia, y de los valores más intimos de cada protagonista.
La misma figura tan evocadora de Simonopio, que en hebreo significa el que escucha, por ciertos aspectos nos recuerda a El ángel de Galilea de Laura Restrepo. Simonopio viene del misterio, no habla, y el único que lo entiende es Francisco Chico, el hijo de Francisco y Beatriz, dueños de la hacienda donde se desarrolla gran parte de la novela, como describe la escritora. Pero Simonopio tiene algo más concreto del personaje de Dulce Compañía. Aunque se trate aquí también de un mediador entre el mundo real y el mundo celestial, Simonopio no nos propulsa de inmediato fuera de la realidad. Al contrario, el hecho de que vea las cosas más claramente que los otros personajes, hace que no sea sometido a las voluntades de otros seres humanos.
La narración fluctúa entre el relato de Francisco Chico, y la voz de un narrator omnisciente, que al final se reunirán en una sola voz. Pero incluso en las partes narradas en tercera persona, Segovia nos abre al mundo interior de los personajes individuales y de su modo de vivir los acontecimientos históricos de aquel tiempo, vivido por cada uno de manera distinta. Hasta de aquellos personajes que desde un punto de vista histórico-político podrían parecer más controvertidos, como Anselmo Espiricueta, un agricultor expulsado de su tierra a consecuencia de la reforma agraria, la autora nos muestra lados que estimulan nuestra empatía con ellos. De hecho, el relato de Segovia nos muestra que la historia es más complicada de lo que parece. Desde este punto de vista, especialmente la literatura parece ser capaz de mostrarnos lo que la historia oficial a veces olvida: las perspectivas de la gente común, y cómo estos vivieron lo que pasó.
Dicho de otra forma, la novela parece plantear la existencia de dos dimensiones temporales – y de dos memoria colectivas – que tienen la misma importancia: la de la historia nacional oficial, y la del ser humano. Las perspectivas y razones del individuo que en un lapso de tiempo variable, pero siempre solamente de pocas generaciones, ha vivido en su propia carne los aspectos buenos y malos de los cambios históricos, merecen igualmente atención y comprensión del análisis macrohistórico.
Al final, Segovia defiende la convicción de que la literatura, haciendo sobresaltar las historias murmulladas en lugar del ruido agresivo de la rutina diaria, nos ayuda a mejorar el mundo: «Es en la oscuridad más profunda cuando se ven las cosas con mayor claridad,» como dice la novela. Es decir, como eficazmente parafrasó esta frase nuestra compañera Jannie: «la oscuridad deshace de toda frivolidades, y te fuerza llegar al fondo del asunto.» Animada por la idea de que la literatura nos ayude a desarrollar una actitud empática hacia lo que todavía no conocemos, o que no comprendimos lo suficiente, como el destino de nuestros antepasados, o de los ciudadanos de países lejanos, de otras culturas y religiones, la autora de El murmullo de las abejas nos ha revelado de esta manera una perspicaz y al mismo tiempo apasionada visión de México en la época de su salto hacia la modernidad.