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Blog del Instituto Cervantes de Estambul

Biblioteca Álvaro Mutis

Las gemas al borde del Cuerno de Oro (Itinerarios por Estambul 2019)

El 9 de septiembre de 2019 en Itinerarios por Estambul por | Sin comentarios

Las gemas al borde del cuerno de oro
(duración estimada 7 horas)
Autor: Hilal Secgin Coskun
Finalista de Itinerarios por Estambul 2019

Somos la gente de Estambul, los Estambuleños, y estamos enamoradas de nuestra ciudad. Pero no sólo enamoradas sino también orgullosas. También estamos de acuerdo de que vivir Estambul es caminar todas las calles, paso a paso, disfrutando, viviendo y recordando todas las anécdotas e historias que pasaron por las piedras.
Mi ruta amorosa empieza en Haskoy (el pueblo bonito), en el Cuerno de Oro. Haskoy es el barrio en el que nací, crecí y viví todos los sentimientos que se pueden sentir en una vida. Haskoy no solo ha sido mi hogar, sino también fue un hogar para una parte de los judíos de origen hispánico que habían sido expulsados por los Reyes Católicos en 1492. Haskoy es “una perla olvidada en el Cuerno de Oro”.

Primero, quiero ver el museo de Rahmi Koç que está al borde del Cuerno de Oro. El museo se inauguró en 1994 y es posible ver muchas obras de la industria, historia y tecnología. Lo más interesante es su cafetería que está al borde del mar con vistas al Cuerno de Oro. Paso unas horas allí y tomo un té turco en la cafetería. Si tengo suerte, disfruto del sol y miro a los barcos bailando encima del mar azul.

La cafetería de Museo de Rahmi Koc

Entonces continúo mi ruta por la costa y cojo un autobús enfrente del museo para ir a Sishane, porque no quiero continuar mi ruta sin ver la Torre de Gálata (Torre de Cristo). El autobús me lleva hasta Sishane en diez minutos y camino hacia a la torre que tarda casi diez minutos más. Quiero subir todas las escaleras y llegar hasta lo más alto, más a menos en 15 minutos. Me quedo de piedra con la belleza. No quiero que el tiempo pase. No me importa nada en este momento, sólo pensando en cuántos amores se habrán vivido aquí, cuántos poemas se habrán escrito sobre esta maravilla o cuántos pintores habrán creado sus obras maestras.

Me interesa mucho la historia de la torre: se construyó en el 528 como una torre de faro, pero fue reconstruida en 1348 como la expansión de la colonia genovesa de Constantinopla. Es una de las torres más antiguas del mundo y cuando se reconstruyó en 1348 se convirtió en el edificio más grande de la ciudad de su época. Según al libro Seyahatname de viajero otomano Evliya Celebi, Hazerfan Ahmet Celebi trató de volar desde la torre con alas artificiales de madera hasta Uskudar, a la parte asiática. Todavía eso se discute si es una leyenda o es verdad, Pero no me importa nada, me gusta oír las leyendas sobre esta belleza.

Vista desde la torre de Gálata

Hoy, hay un restaurante en la torre, pero prefiero que se guarde la estructura original sin los toques modernos. De todas formas, quiero pasar todo el tiempo allí, pero ya siento hambre. Quiero probar la comida de la calle y por eso bajo de la torre y camino hacia Eminonu a través de Karakoy y el puente de Gálata.

Mientras camino a Karakoy no puedo parar de entrar en las tiendas pequeñas. Siempre encuentro algo muy interesante. Por eso tardo unos quince minutos en llegar a Karakoy.

Tiendas alrededor de la torre de Gálata

Cuando llego al puente de Gálata, miro a los pescadores y pienso que esa bonita afición de la pesca tiene que ser la cosa más pacífica del mundo, tengo que hacerlo un día.

Silueta de Estambul desde el puente de Gálata

Finalmente llego a Eminonu y encuentro mi camino rodeándome un olor delicioso a comida a la brasa. Cojo un bocadillo con pescado y lo como mirando al barrio antiguo.

Barco para comer bocadillo de pescado

Sigo caminando a través de Sirkeci saludando la mezquita de Yeni. Es una de mezquitas que lleva mucha armonía con la silueta de la ciudad. También es uno de los modelos más bonitos de la arquitectura turca durante la época otomana.

Sigo el camino del tranvía y paso el parque de Gulhane pero hoy no me apetece entrar. No me da el mismo sentimiento de mi infancia y por eso sigo caminando hasta mi amor Santa Sofía en la plaza de Sultanahmet. Me quedo extasiada ante ella otra vez: me siendo como si la viera por primera vez en mi vida. Sigo mirándola y pensando cómo ha sido siempre un testigo a pesar de tantas revueltas que han ocurrido en estas tierras.

Santa Sofía, se construyó entre los años 532-537 por el emperador bizantino Justiniano I como una iglesia, pero después de la conquista de Constantinopla por Sultán Mehmet se convirtió en una mezquita. Después de la secularización de Turquía se convirtió en un museo en 1935. Todavía se puede ver la combinación de las religiones diferentes en el edificio, es decir, muchas partes de la arquitectura islámica se han añadido al edificio, pero la peor parte la han sufrido los más bellos mosaicos del arte bizantino ya que fueron tapados con cal. Sea lo que sea, me da mucha tristeza ver cómo se ha dañado esta joya y ver el deseo de muchos por convertirla en una mezquita otra vez. No dejamos que descanse en paz y brille en la ciudad con su gloria, sea como sea, en la plaza de Sultanahmet.

Santa Sofía

Salgo del museo con mucha emoción y visito la otra joya del barrio: La Mezquita Azul, como los turcos lo saben “La Mezquita de Sultán Ahmed”. Esta mezquita fue la única mezquita con seis alminares en la ciudad hasta 2016, la mezquita de Camlica se inauguró en este año como la mezquita más grande en la historia de la república turca.

La Mezquita Azul literalmente es una joya por sus más de 20.000 azulejos de cerámica hechos a mano y están cubiertos en su interior de la mezquita con más de cincuenta diseños diferentes de tulipanes. La reunión de la luz y los azulejos crean un ambiente pacífico y místico. También la combinación de la inspiración de su vecina Santa Sofía con la arquitectura islámica la envuelve de una gloria impresionante.

La mezquita azul

Después de pasar tiempo en La Mezquita Azul, me siento un poco cansado y me apetece comer un dulce. Camino hacia al Edebiyat Kiraathanesi. Kiraathane significa un lugar, es un tipo de cafetería en el que se puede tomar una bebida y se pueden leer los periódicos y las revistas. Pero en la cultura turca, se utiliza como lugar donde los hombres van y toman una bebida (sin alcohol), charlan y juegan con barajas o backgammon. Pero hoy, sirve para todo el mundo como una cafería y sirven dulces deliciosos. Después del dulce quiero beber un café turco, aunque no me gusta mucho. Porque lo sé que esta vez será diferente y lo sé que aquí se prepara el mejor café turco del mundo en Corlulu Ali Pasa Medresesi en Beyazit. La madraza es la escuela en la historia del islam. Corlulu Ali Pasa Medresesi se construyó en los 1700. Tiene un ambiente masculino, la mayoría de los hombres fuman las pipas de agua, pero me gustan sólo el ambiente místico y el café turco.

Corlulu Ali Pasa Medresesi

Descanso aquí pensando en mi día estupendo, llevando el orgullo de ser un Estambuleño. Quiero coger un tranvía para ir a Karakoy y continuar con mi paseo hacía Kadikoy pero me siento muy cansado, lo dejo para el día que viene.

Al atardecer sorbo mi café y me despido de la belleza de mi ciudad como se hubiera despedido el cautivo en el Madrigal de Cervantes, en su obra «La gran sultana doña Catalina de Oviedo»:

«¡Adiós, Constantinopla famosísima!
¡Pera y Permas, adiós! ¡Adiós, escala,
Chifutí y aun Guedí! ¡Adiós, hermoso
jardín de Visitax! ¡Adiós, gran templo
que de Santa Sofía sois llamado,
puesto que ya servís de gran mezquita!
¡Tarazanas, adiós, que os lleve el diablo,
porque podéis al agua cada día
echar una galera fabricada
desde la quilla al tope de la gavia,
sin que le falte cosa necesaria
a la navegación».

Una tarde en Fener y Balat (Itinerarios por Estambul 2019)

El 5 de septiembre de 2019 en Itinerarios por Estambul por | Sin comentarios

Una tarde en Fener y Balat
(duración estimada: 3 horas)
Autora: Catherine Dilmener
Cuarto premio Itinerarios por Estambul 2019

1 Estambul: la capital mundial de la tristeza

Como podemos decir «la ciudad del amor» para París también podemos decir «la ciudad de la tristeza’»para Estambul como la llama Orhan Pamuk (el famoso escritor turco premio nobel de literatura cuyos libros están traducidos a muchos idiomas, incluido al español). «Para mí Estambul es como una una mujer muy hermosa pero que está un poco triste y cansada. Todos quieren conocerla bien pero ella no tiene muchas ganas de conocer a otros». No es fácil, después de todo, Estambul fue el hogar para 3 de los grandes imperios -el romano, el bizantino y el otomano- y ahora un cuarto de la población de Turquía, exactamente 20 millones de personas vive aquí.

Vayamos a nuestro recorrido con las palabras de Orhan pamuk. ‘«Lo que hace que una ciudad sea una ciudad es la vista de sus espacios internos y los interiores de las casas, así como su apariencia exterior, los viajeros extranjeros se ven obligados a olvidar y perderse más en Estambul». Y en mi opinión son obligados a perderse y olvidar sus orígenes especialmente en Fener y Balat.

La forma más sorprendente de experimentar la tristeza en Estambul hoy en día es a través de las calles de Fener-Balat. Estos barrios son ejemplos para disfrutar de la decadencia de los antiguos edificios más extraordinarios de los años de fantasía de Estambul y ver el abandono de la antigua Estambul. Anteriormente en las calles de ese barrio se hablaban 7 idiomas (serbio, griego, búlgaro, albanés, armenio, lengua laz, árabe) pero después de los años cincuenta estas minorías comenzaron a emigrar y fue el fin de la diversidad cultural. Ese barrio entró en la lista de Patrimonio Cultural Mundial y en 1997 el Municipio de Barcelona ganó la licitación de la Unión Europea para la restauración del barrio. Se ha realizado un trabajo de restauración similar al que hubo en Barcelona. El municipio de Barcelona, que se hizo cargo del trabajo, se ha arremangado para restaurar 200 casas en el distrito. Así que estoy segura de que los españoles encontraréis un pedazo propio recorriendo estas calles. Estas obras de restauración, así como las casas que fueron renovadas y coloreadas, cafeterías, talleres y tiendas cambiaron la cara del barrio y este se ha convertido en un destino popular para muchos locales y viajeros extranjeros.

Fener, también conocido como Phanar, es un antiguo barrio griego y Balat es un antiguo barrio judío. Se supone que el nombre de Balat deriva de la palabra «palation» que significa palacio griego. En el siglo XV, con la invitación del 2do Beyazıt, los judíos sefardíes que huyeron de la inquisición y emigraron de España a Estambul, se establecieron en esta región cuando llegaron a Estambul y construyeron las sinagogas de sus congregaciones. Si bien Balat era el asentamiento de Estambul más densamente habitado por judíos de Estambul en el siglo XVII, y los judíos de Balat han vivido en paz durante siglos, al lado de sus vecinos griegos de Fener y los vecinos Musulmanes de Ayvsansaray, abandonaron Balat debido a la emigración a Israel en los años cincuenta.

Una calle colorida de Balat

2 El Patriarcado Ortodoxo Griego: Vaticano de los ortodoxos griegos

Comenzamos con el Patriarcado Ortodoxo Griego en Fener.
Así como el Vaticano es el centro religioso de todo el mundo católico, el líder religioso del mundo griego ortodoxo es el centro religioso del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla en Estambul. Esta es quizás la iglesia más importante de toda Turquía. La conversión de esta iglesia al patriarcado se realizó durante el reinado del Patriarca 2. Mattihaios de 1595 a 1602. Había un monasterio de mujeres en el sitio donde solía estar el patriarcado. Fue construido en 1836 con el plan de hoy. Fue renovado en el año 1941 después de un gran incendio.

3 De Mekteb-i Kebir a la Escuela Secundaria Griega de Fener. De la época otomana al presente

Mektebi Kebir (Escuela Roja) Fatih Sultan Mehmet fue fundada en 1454 después de la conquista de Estambul llamando a la ciudad a los ortodoxos que abandonaron la ciudad.
Durante el período otomano, muchas personas importantes criaban a sus hijos en esta escuela. Recibe su nombre de los ladrillos rojos que se utilizan en la construcción que vino de Marsella. El edificio se completa en 1883. Este instituto fue construido con las donaciones recolectadas de los griegos ricos dentro del imperio otomano en la quinta colina de «la ciudad de las siete colinas». La escuela tiene una vista impresionante de Estambul y el Cuerno de Oro. Así como la ciudad puede ser observada desde la torre, antiguamente con los telescopios de la torre se exploraba el cielo. En la torre, uno de los lugares más espectaculares de la escuela, se daba educación en astronomía. Uno de los lugares más extravagantes de la escuela, la torre fue centro de formación astronómica. Tras el declive de la población griega en Estambul después de los años del intercambio se quedó con menos de 50 estudiantes. A medida que avanzamos hacia la escuela secundaria griega Fener, presenciamos el lado triste de Balat, que no ha pasado una transformación urbana en el camino. Una vista típica de las calles de Balat es la de los niños que juegan abajo de la ropa secándose en el tendedero que cuelga de una casa a otra. Y aunque hoy en día está lleno de turistas, podemos ver el contraste en la forma de vestir de los extranjeros con sus vistosas ropas junto a los musulmanes nativos de Balat con sus túnicas oscuras.

Escuela secundaria griega de Fener

4 Las casas de la calle Kiremit

Mientras bajamos de la Escuela Secundaria Griega de Fener, encontramos antiguas casas de Balat que se han restaurado en la intersección de las calles Usturumca y Kiremit.

5 La única iglesia de hierro del mundo: Sveti Stefan

Después de Fener nos dirigimos a Sveti Stefan, nuestra primera parada en Balat, conocida como la iglesia búlgara. La única iglesia de hierro del mundo, Sveti Stefan, pesa exactamente 500 toneladas. La iglesia fue prefabricada en Viena. Luego todas las partes fueron traídas a Estambul por barcos, que en el camino, fueron montadas con tornillos. Aquí tenemos esta interesante historia:

Los búlgaros que vivían en el siglo XIX en Estambul querían dejar el patriarcado griego y construir una iglesia independiente para ellos mismos. Sometieron sus deseos al sultán otomano. Pero el sultán Abdülaziz no quería que los búlgaros construyeran una iglesia independiente del Patriarcado de Fener. Para no rechazar directamente las demandas de los búlgaros les dijo: «Dejaré que la iglesia se haga, si sois capaces de construirla en máximo tres meses». El sultán Abdülaziz tuvo que cumplir su palabra cuando la iglesia se terminó en 3 meses.

la iglesia búlgara de Fener

6 Merdivenli Yokuşu: nuestra colorida parada para un descanso fotográfico

Después de esta magnífica iglesia, nos dirigimos a una de las calles más fotografiadas de Balat -restauradas, en colores de pastel, casas históricas de madera con ventanales (esa es la típica arquitectura griega)- la calle «Merdivenli Yokuşu». Es un lugar muy interesante para los que tienen interés en la fotografía.

A continuación, tomamos un descanso para tomar un té en las tazas con forma de tulipanes en el Molla Aşkı que es un café con terraza que tiene vistas al Cuerno de Oro.

7 Antigüedades: juguetes para chicos grandes

Hablando de textura histórica, ¡Balat es un paraíso para los amantes de las antigüedades! Qué desfile de puestos de antigüedades y tiendas vintage en el camino. En Mekan Antik se están realizando subastas. Mirando se puede encontrar un joyero antiguo o una pintura al óleo. Si estás pensando en comprar algo alternativo a los regalos especiales y clásicos de alguien, puedes encontrar algo muy nostálgico y único. Las sesiones de subasta se organizan los jueves, viernes, sábados y domingos a partir de las 15.00.

8 Agora Meyhanesi: una taberna que está inspirada en canciones

Terminamos nuestro recorrido con una cena en el meyhane Agora. Enfrente de la sinagoga de Yanbol encontrará la puerta ancha de madera de Agora Meyhanesi. Aunque el barrio Balat perdió su lujo, la taberna de 120 años de antigüedad sigue igual. Aquí se puede probar deliciosas tapas típicas (mezes) de Turquía con raki. Tomar y beber en la taberna lentamente tiene un lugar importante en la cultura turca.

El raki (el anís turco): el rey de la mesa. Es una bebida alcohólica típica que toman en Turquía.
Otras bebidas se eligen acorde con la comida. Pero en el caso del raki, él es el que manda y lo que se hace es elegir el plato que acompañe bien con la bebida.
Meze: son los entremeses o entrantes turcos, elaborados con berenjena, quesos, mariscos, cebollas frescas, pimientos o aceitunas negras.

Mezes típicos turcos y raki

Texto y fotografías: Catherine Dilmener

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