
Tiene diecinueve años y escribir se ha convertido en un refugio entre tanta penuria. Los piojos, las pulgas a pasto, la plaga de ratas. Los platos con catorce garbanzos. La taza de agua color café con pedazos de pan. El frío del amanecer con dos mantas y periódicos encima. Las derrotas encadenadas desde que cruzaron, andando, Portbou, como medio millón de españoles. Los sollozos nocturnos de nostalgia, cállate ya y deja dormir. El espectáculo impresionante del hambre, con aullidos matutinos. Los gritos de los hombres que han soportado una guerra y que, súbitamente, lejos de casa, enloquecen. El dolor impotente de los mutilados. La agonía en la enfermería que precede a la estaca blanca con letrerio en un cementerio sin nombre […]
Presentes, de Paco Cerdà
En Presentes, Paco Cerdà reconstruye un paisaje humano marcado por la violencia política y el silencio impuesto. Las historias de quienes fueron fusilados, encarcelados o depurados emergen en el libro como un eco insistente, un “canto a tantas vidas perdidas” tal como subraya la reseña del blog Un libro al día. El autor convierte la memoria en un espacio de resistencia: las víctimas, invisibles durante décadas, reaparecen como presencias que exigen justicia. Esa recuperación de la memoria colectiva convive con el dolor de lo silenciado y el intento de humanizar a quienes fueron reducidos a números. Para capturar ese aire de desolación podemos ver el documental de Conrado Escudero Lágrimas de guerra, donde varias personas narran historias de represión, fusilamientos y posguerra, evocando muchas de las víctimas anónimas que Cerdà rescata.
En Presentes encontramos “un coro de voces olvidadas por la Historia” (Zenda Libros). Esa pluralidad define la obra: maestros depurados por su compromiso republicano, presos sometidos a juicios sumarísimos, mujeres humilladas en rituales de castigo público, exiliados que cruzaron fronteras o quedaron atrapados en un exilio interior. La diversidad de víctimas muestra que la represión franquista no fue un fenómeno aislado, sino un sistema total de control social.

Mientras la dictadura escenificaba pompas fúnebres, desfiles y ceremonias para glorificar su relato —como ejemplifica el traslado de los restos de José Antonio—, miles de personas afrontaban torturas, hambre o desapariciones. Ferrán Bono, en su crítica del libro de Cerdà para el suplemento «Babelia», de El País enfatiza este contraste entre liturgia y horror: el espectáculo oficial ocultaba la violencia que se vivía en celdas, cunetas y hogares marcados por la pérdida. El escritor lo corrobora con sus propias palabras en el mismo artículo: « “Un político que en vida solo atrajo al 0,4 % de electores y que, muerto, fue convertido en un mesías redentor. Un símbolo deformado y manipulado por Franco. Presentes es también el relato de cómo, en esos mismos días del otoño del 1939, miles de vidas humildes sufrían la zarpa de la represión y de la guerra. ”

La obra también se adentra en la búsqueda de restos y en el trabajo de exhumación, un proceso que Cerdà retrata de forma íntima. Los objetos encontrados —fotografías dobladas, cartas escondidas, botones conservados— se convierten en puentes con los desaparecidos. La memoria física y arqueológica es aquí una forma de reparación, un gesto que permite devolver nombre y dignidad a quienes fueron borrados de la historia oficial. Solo contemplar el mapa de las fosas difuminadas por todo el territorio español nos hace reflexionar en los miles de historias y de vidas rotas que provocó no únicamente la guerra sino las represalias de aquellos que presumían de nobles sentimientos al homenajear a los suyos-
Finalmente —y como hace Cerdà— el libro desafía al lector: recordar no es volver al pasado, es comprometerse con la justicia, con la memoria compartida, una dimensión ética y colectiva de la memoria histórica que se debería reivindicar ahora más que nunca.
Seguro que todos nos acompañamos contra el olvido con la lectura del libro de Cerdà, uno de los múltiples miradores de la memoria desde donde vislumbrar la verdad. ¿Cuál está siendo vuestra experiencia, vuestro recuerdo?

Las luces se han apagado. Y ahí está él. Presente.
El Fundador, el Profeta, el Ausente.
El Maestro, Glorioso Mártir, César Eterno.
El Héroe Nacional, Figura de la Raza, Primero de los Caídos
La Muerte que Vive, Novio de España, Artífice del Imperio.
El Elegido, Genio Creador, el Nunca Muerto.
Está ahí, yacente frente al altar, orlado de nombres pomposos, rehén de unos laureles que alejan y mortifican. Y sin embargo, perforando la neblina de este amanecer marino que arrulla a Alicante entre volteos tristes de campana, en las calles agitadas por la muchedumbre y dentro de esta iglesia solo resuena un nombre humilde, común, pequeño: José Antonio.
(Presentes, de Paco Cerdà)
Estáis a punto de iniciar un viaje, vais a atravesar el umbral que os llevará de Alicante a El Escorial (Madrid). El objetivo de vuestro viaje es acompañar un féretro. Dentro de este ataúd están los restos de José Antonio. José Antonio Primo de Rivera. No es un recorrido cualquiera, es «el traslado a pie de los restos del fundador de la Falange, muerto a los 33 años, hasta la cripta de la morada de reyes imperiales, donde permanecieron hasta que fueron inhumados en el llamado Valle de los Caídos. No es ficción, pero es una novela.» (Ferrán BONO, «Presentes’, el viaje de Paco Cerdà a la cultura de la muerte y la mitificación del falangista José Antonio», El País, 12 de septiembre de 2024).
Y en esta novela cabalgan de forma paralela aquellos que de manera solemne trasladan los restos sin vida del falangista con esos otros, desharrapados, presos en campos de concentración, exiliados, fusilados, maestros depurados, vencedores desgraciados, en definitiva, todos aquellos que de una manera u otra sufrieron las consecuencias de una guerra civil en la que la figura de José Antonio Primo de Rivera jugó un papel destacado sin necesidad de pisar el frente.
«El escritor recorrió el mismo itinerario del cortejo fúnebre 84 años después. Anduvo 10 kilómetros, como hizo cada relevo falangista, y se fue deteniendo en el paisaje, las gentes y los pueblos por los que transcurrió aquella epopeya franquista con el objeto de insuflar más vida al ingente material documental acumulado.» (Ferrán BONO, El País)
Una novela histórica, una novela de viajes, una novela de denuncia, un relato de ficción sobre unos hechos reales que impusieron una identidad de la que todavía nos preguntamos si España y sus habitantes han logrado salir. Para adentraros en esta novela nada mejor que conocer con un poco más de detalle cómo fue sacralizado por el fascismo este Prócer de la Patria:

Llegamos a la última lectura del club de lectura virtual 4 Lecturas, 4 continentes. Este 2025 lo hemos dedicado al viaje literario, leyendo La pasadora de Laia Perearnau, a Quebrada de Mariana Travacio y Los rojos de ultramar de Jordi Soler. Como última lectura del año tenemos Presentes de Paco Cerdà. De ahora hasta el viernes 12 de diciembre leeremos esta novela ganadora del Premio Nacional de Narrativa 2025.
La guerra ha terminado. España está en ruinas. En el cementerio de Alicante exhuman los restos de José Antonio Primo de Rivera. Sus camaradas falangistas van a llevarlo a hombros hasta enterrarlo en El Escorial, morada de reyes, sepulcro imperial. Durante once días y diez noches, el cortejo fantasmagórico avanzará por pueblos y ciudades entre hogueras, escarcha, brazos enhiestos y propaganda: una epopeya fascista de 467 kilómetros para demostrar quién manda en la nueva España.
Sin embargo, la guerra no ha terminado. Una memoria se está construyendo y otra memoria se quiere borrar. En esos días crudos del otoño de 1939, miles de vidas humildes sufren la zarpa de la represión. Presos, fusilados, exiliados, trabajadores forzados, internos en campos de concentración, maestros depurados, vencedores desgraciados para siempre. El régimen trata de esconderlos. Pero ahí están: presentes.
Paco Cerdà (Genovés, 1985) es periodista y escritor. Es autor de los libros 14 de abril (Premio de No Ficción Libros del Asteroide 2022, Premio de la Crítica Valenciana y Premio de las Librerías de Navarra); El peón (Premio Cálamo al Libro del Año 2020 y finalista del Premio al Mejor Libro Extranjero de Francia y de los galardones Avignonnais, Virevolte, Ville d’Arles y Pierre-François Caillé); Los últimos (2017).
¡Empezamos la lectura! Esperamos vuestros comentarios.
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