No pocos sefardíes se agolparon el 19 de agosto de 1856 para asistir a la ceremonia, oficiada en la sinagoga Zulfaris, en honor a los combatientes de la guerra de Crimea (1853-1856); en un momento de fervor patriótico, no pocos locales se habían unido a las filas del Imperio Otomano y de Francia en su lucha común contra el agresor ruso. Tras conmemorar a los caídos en el combate, ricos y pobres, retornaron a casa con la impresión de haber hecho historia.
Tradicionalmente el barrio de Galata, también conocido como Kula (torre) por los locales, había sido reservado a los europeos extranjeros, por esa razón, los primeros sefardíes que se instalaron en este a mediados del siglo XVI eran de ascendencia portuguesa, llegados tras un periplo por Italia o los Países Bajos. En 1623 formaron una destacable comunidad de 1,033 hogares y para 1740, con el desplazamiento de otras congregaciones estambulies, se convirtieron en el núcleo de una comunidad mayor.
Al convertirse el barrio en un centro del comercio internacional, proliferaron las sinagogas, escuelas, así como se fundaron dos importantes periódicos de la comunidad: El Telégrafo y El Tiempo. En un censo de 1927 para todo el distrito de Beyoglu (en el que se incluye Galata) se contó una población de 32.277 judíos, el 11,08% del total.
Paralelamente se ampliaron las diferencias de clase: los más adinerados y occidentalizados habitaron cerca de la torre de Galata (un ejemplo clásico de hogar lo vemos en la casa situada en el número 56 de la calle Serdari Ekrem, mientras los más humildes se quedaron con el resto de turcos en la parte costera de Azakapi. Así, mientras la clase alta aprendía francés, rezaba en sinagogas como Zulfaris y se adaptaban a la Turquía republicana, las clases bajas mantuvieron más tiempo el ladino, oraban en la sinagoga Apollon (llamada así porque antes fue un teatro) y se interesaron más por el sionismo.
A día de hoy, en Galata se encuentran buena parte de las instituciones de la comunidad sefardí, si bien su gente (como consecuencia de la masificación turística) ha optado por trasladarse a barrios más alejados como Sisli.
Se trata de uno de los monumentos más reconocibles de Estambul, cuya fama internacional llegó en 1964 de la mano del fotógrafo Henri Cartier-Bresson, pero cuya creación corresponde (como tantas otras de Estambul) a la familia de banqueros Camondo.
Fue iniciada la construcción en 1860 por el patriarca de la familia, Abraham Camondo, con el fin de comunicar la calle de los bancos con una de las que comunicaban directamente con la torre de Galata; según cuenta la leyenda, la habría encargado para sus nietos, pues estos estudiaban en el Instituto Austriaco, y el trayecto por las retorcidas calles del barrio les resultaba agotador. Entre 1870 y 1880 se completó la construcción, puede que tarde para que la aprovecharan los nietos.
Fiel a las corrientes artísticas imperantes del momento, el Art Nouveau, la forma de las escaleras recuerda a un rio fluyendo entre dos montañas.
Dirección: Bereketzade Medresi (entre las calles Bankalar y Kart ÇInar)
Horario: Accesible las 24 horas del día.
La comunidad sefardí en Estambul nunca olvidó sus raíces: muestra de ello es que en 1892 conmemoraran el cuarto centenario de su expulsión y que, en 1992, ya en un mundo más globalizado, volvieran a hacerlo. Con la voluntad de dar a la historia del pueblo judío en Turquía un lugar estable donde exponerse, fundaron en 2001 el museo en las salas de la sinagoga Zulfaris.
En 2015 se trasladaron junto a Neve Shalom, lugar donde hoy podemos apreciar sus piezas y didácticas explicaciones. Entre otros, podemos presenciar la midrash de la antigua sinagoga Apollon y otros muchos objetos litúrgicos de diferentes centros del país, así como una exposición de vestidos que nos permiten entender diferentes aspectos de la vida sefardí en el Imperio Otomano.
Una serie de paneles y videos nos narran los vaivenes del pueblo judío a lado y lado del Mediterráneo, mientras otros nos detallan las aportaciones técnicas y culturales que hicieron en su nuevo país de acogida, así como breves reseñas biográficas de algunas personalidades judías en Turquía. También veremos explicaciones sobre el folklore local, así como a propósito de la situación del ladino en la actualidad y del resto de comunidades judías no-sefardíes del país.
Dirección: Calle Bereketzade, Büyük Hendek No:39, Beyoğlu
Horario: 10:00-17:00
El centro religioso más importante de Estambul. Originalmente aquel espacio había sido utilizado en el siglo XV como Sinagoga de Aragón y ya en el XX como escuela primera judía, sin embargo y ante la escasa capacidad de las sinagogas del barrio, en 1935 comenzaron los proyectos de construcción de una nueva.
Debido a la precaria situación de la comunidad sefardí durante la Segunda Guerra Mundial, el proyecto se demoró varias veces hasta que en 1948 se anunció su emplazamiento y su nombre: Neve Shalom (que en hebreo significa «Oasis de Paz»). Elio Ventura y Bernard Motola fueron los responsables de su diseño.
El 25 de marzo de 1951 se puso en marcha la que sería una de las sinagogas más activas del país, sirviendo de escenario para el nombramiento de los Gran Rabinos. Desgraciadamente, y a pesar de la poca politización de la comunidad, Neve Shalom ha sido blanco de ataques terroristas hasta en tres ocasiones: el 6 de septiembre de 1986, el 1 de marzo de 1992 y el 15 de noviembre de 2003.
Dirección: Calle Bereketzade, Büyük Hendek No:39, Beyoğlu
Horario: 10:00-16:00
Una de las construcciones con una historia más dinámica del barrio, cuyos orígenes se remontan al siglo XVII. Consagrada en 1823 con el nombre de Kal Kados («sagrada sinagoga») pero más conocida por el nombre de la calle en la que se encontraba (que significa «cabello de doncella» en turco).
En 1882 fue rediseñada por el arquitecto local Samuel Malki con una fachada neoclásica de ladrillo, inspirada en modelos del judaísmo occidental, y en 1890 las obras de restauración comisionadas por la familia Camondo terminaron por invisibilizar los restos del siglo XVII.
El 24 de enero de 1909 fue el escenario de la elección de Haim Nahum como Gran Rabino por todos los delegados del Imperio Otomano, quien acercaría la comunidad sefardí a los postulados constitucionalistas del momento. En 1985 el edificio seria clausurado ante la falta de una congregación de vecinos hasta que en 2001 sirvió como sede del museo de historia judía de Turquía.
Dirección: Callejón Perçemli No.1, junto a la plaza Karaköy, Beyoğlu
Horario: Consultar con la oficina del Gran Rabino
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