Abraham Camondo (1785-1873)
Nacido en Estambul, obtuvo la nacionalidad italiana debido a que su padre era corredor de comercio en Trieste, un hecho que le serviría durante toda su vida para acogerse a reglamentaciones europeas en el Imperio Otomano y para distanciarse de los lideres tradicionales de la comunidad. Tras la caída de los banqueros Carmona en 1826, se fue convirtiendo en uno de los prestamistas del ejército moderno del sultán en la guerra de Crimea (1853-1856).
Por su apoyo a la educación laica en la década de los 50, fue excomulgado por los rabinos conservadores, pero mantuvo el pulso con estos y consiguió que en 1864 el sultán Abdulaziz apoyara explícitamente a los sefardíes reformistas. Aquel mismo año participó con otras familias en la creación de una banca nacional moderna para el Estado y realizó grandes inversiones en bienes inmuebles a ambas orillas del Bósforo.
En 1866 le fue concedido el título de conde por el rey de Italia Víctor Manuel II y poco después trasladó su centro de operaciones a Paris, si bien ordenó que fuera enterrada en su Estambul natal. Durante su vida fue además un importante mecenas de sinagogas (por ejemplo, las de Yenikoy y Buyukdere) y auxilió a los refugiados judíos de Rusia y los Balcanes.
Haim Nahum (1872-1960)
Su padre era Behor Yosef Nahum, un funcionario del ayuntamiento de Manisa, lo que le permitió obtener una buena educación religiosa en Esmirna y después en Paris, donde asumió el cargo de rabino. Durante años cultivó relaciones con la Alliance Israellite Universelle, a pesar de no ser demasiado reformista, y con las figuras más relevantes de los Jóvenes Turcos.
En 1909, tras el cambio de régimen en el Imperio Otomano, se convirtió en Gran Rabino de Estambul, apostando decididamente por la restitución de las instituciones comunitarias y por una alianza más firme con la orientación política de Turquía (en la que fue apoyado por el editor y periodista David Fresko). En la Conferencia de Paz de Lausana (1922-1923) fue el representante de la minoría judía y, en su nombre, rechazó que esta tuviera un estatus diferenciado al del resto de turcos.
Abraham Galante (1873-1961)
Nacido en la ciudad de Bodrum y educado como profesor en Rodas y Esmirna, pronto desarrolló un gran interés por la historia sefardí y el rol positivo de dicha comunidad hacia el Estado turco (interpretación que a día de hoy sigue siendo mayoritaria). Se involucró en política en los primeros años del siglo XX, afiliándose a los Jóvenes Turcos, y enfrentándose al Gran Rabino de Estambul, Moshe Levi, por cuya oposición hubo de exiliarse a Egipto entre 1904 y 1907.
En 1915 obtuvo un puesto en la universidad de Estambul desde donde haría campaña en los primeros años de la Republica en contra de la reforma del alfabeto y del antisemitismo, lo que le valió el despido en 1933. Diez años más tarde se reconcilió con el partido gobernante e ingresó en sus filas, siendo elegido diputado por Nigde.
A día de hoy la comunidad sefardí constituye una pequeña parte de lo que en su día fue: en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial y recién fundado el Estado de Israel, vivían en Estambul 55,000 judíos; una cifra que se habría reducido a 32,946 en 1955 (el año de los motines xenófobos), y que actualmente apenas son 15,000 personas.
El deterioro de la situación económica y el conocimiento de otras lenguas habrían ido motivando una paulatina emigración de los sefardíes estambuliotas a Francia, España (especialmente a Barcelona), América Latina, EEUU e Israel. Los judíos que han quedado, de los que un 96% se identifican como sefardíes, han mantenido abiertas 19 congregaciones y varios locales, tanto gastronómicos como culturales donde pueden seguir reuniéndose.
El uso del ladino fue desde siempre un puntal en la cultura de la comunidad, empleándose incluso para dirigirse a otros colectivos judíos como el askenazí o el romaniota (que hablaban yiddish y griego respectivamente); sin embargo, con la implantación nacional de planes educativos por parte del Estado, el turco pasó a dominar la esfera social exterior de la comunidad sefardí y recientemente a convertirse en el único idioma conocido por la juventud sefardí.
Aunque vistos como un elemento ajeno por una parte de la población turca, desde los años 90 y debido a una reorientación política del gobierno turco, comenzó a reivindicarse la cultura sefardí, autorizándose la apertura de asociaciones culturales como el Centro Sefardí de Estambul (2003) y proyectos conjuntos con el Instituto Cervantes (2005). Atentados contra la comunidad como el de Al Qaeda en 2003 o las recientes declaraciones anti-sionistas del gobierno no parecen augurar un retroceso en dicha política.
Lejos de ser una comunidad cerrada, los sefardíes de hoy en día ya no se concentran en los barrios históricos de Balat, Haskoy y Galata, tienen todo tipo de trabajos y comparten gustos con sus vecinos. Políticos de origen sefardí como Yusuf Bahar del DP han despuntado, convirtiéndose en 2009 en alcalde de Adalar (las islas de Estambul), y músicos como Can Bonomo han representado al país en Eurovisión (2012). Además, con la puesta en marcha de la ley de nacionalidad española, 4,500 sefardíes estambuliotas forman actualmente la comunidad española más grande fuera del país.
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