Abril rojo es un título que en su brevedad resume el contenido del relato: hay unos hechos que suceden en un periodo muy concreto, del 9 de marzo del 2000 hasta el domingo 23 de abril. Se inician en carnaval y terminan con el fin de la semana santa, y se tiñen de rojo por los diferentes asesinatos -a estas alturas de la lectura creemos que nos desvelamos nada nuevo- que se van a producir en la ciudad de Ayacucho. Breve, ágil, simbólico y verídico -el autor se refiere a unos acontecimientos que realmente sucedieron.
Hay un ambiente en el que se mezcla lo religioso con lo pagano y que es un buen reflejo cultural y social de la ciudad, allí conviven población indígena, militares, policías, curas y funcionarios, educados en el canon de poder que se irradia desde la capital.
La novela puede dividirse en nueve partes, tal y como analizan Katherine Jazmin Alvarado Huamán y Hugo Jaime Camacllanqui Amancay en su trabajo “La corrupción en la novela Abril rojo de Santiago Rafael Roncagliolo Lohmann» y entre los temas que van apareciendo están la corrupción y la muerte, por supuesto, pero también el asesinato y la violencia, el terrorismo, las obsesiones personales, las mujeres, la semana santa y el papel del turismo.
El texto se va construyendo a través de los informes del fiscal Chacaltana, los comentarios que él mismo hace de estos escritos, unas notas llenas de incorrecciones que se van intercalando azarosamente, dando una sensación de naturalidad, creando la impresión de que los acontecimientos se cuentan conforme surgen, y la presencia del narrador en tercera persona que va cosiendo todo y añadiendo puntos de vista que tanto el fiscal como el redactor de las notas desconocen. Además, Roncagliolo utiliza el diálogo para poner ante los ojos del lector la profundidad de los personajes.
A modo de ilustración dejemos un fragmento de los informes del fiscal, ya que como se afirma en el taller de lectura de Liliana Costa “son los textos más logrados. Reflejan su lucha interior, su patetismo, su falta de mundo. Y ante el vacío personal y la necesidad acuciante de negar lo que nadie sabe sobre él, desarrolla una actitud defensiva para proteger las normas legales y no perder el norte.” (Abril Rojo – (lilianacosta.com)):
“Según ha manifestado ante las autoridades competentes, el declarante llevaba tres días en el carnaval del referido asentamiento, donde había participado en el baile del pueblo. Debido a esa contingencia, afirma no recordar dónde se hallaba la noche anterior ni ninguna de las dos precedentes, en las que refirió haber libado grandes cantidades de bebidas espirituosas. Esa versión no ha podido ser ratificada por ninguno de los 1.576 vecinos del pueblo, que dan fe de haberse encontrado asimismo en el referido estado etílico durante las anteriores 72 horas con ocasión de dicha festividad” (Abril rojo)
Los personajes de la novela
Roncagliolo presenta a los personajes de manera breve y precisa. Así tenemos a:
1. Félix Chacaltana Saldívar fiscal distrital adjunto. Meticuloso y disciplinado. Hombre débil y carente de personalidad que ha sido destinado a Ayacucho, su ciudad natal, después de haberse divorciado.
2. Edith Ayala Munguía, mesera del restaurante El Huamanguino de origen campesino, muchacha de unos veinte años, bonita, delgada, era tímida, usaba prendas sencillas.
3. Sebastián Quiroz Mendoza, párroco de la iglesia Corazón de Cristo, tenía aproximadamente 50 años, poco pelo y de estatura alta. Félix acudía a él para contarle sobre los distintos asesinatos que se habían suscitado, el padre daba un significado de todos ellos según la religión, las costumbres y los mitos de los Andes.
4. Justino Mayta Carazo, campesino de talla pequeña, quechuahablante. Un hombre que provenía de una familia humilde vivía en Quinua con su madre. Tenía trabajos eventuales y era militante de Sendero al igual que su hermano Edwin.
5. Faustino Posadas, médico legista trabaja en el hospital de Huamanga, tenía acento norteño. Hombre de baja estatura y usaba lentes. Todos los cadáveres encontrados estaban a su cargo, él tenía que hacer la necropsia y presentar el respectivo informe.
6. El Capitán Pacheco estaba a cargo de la comisaría de la provincia de Huamanga y por ende tenía que elaborar los respectivos informes sobre los cadáveres encontrados.
7. El Comandante Alejandro Carrión Villanueva quien tenía poder debido al cargo que desempeñaba (se ocupaba de los ascensos).
8. El Sargento que trabaja en la oficina del capitán Pacheco y es quien recibe al fiscal en todas las visitas que éste.
9. Juez Briceño, hombre bajito que trabajaba en la Corte Superior de Justicia de Ayacucho.
10. Carlos Martín Eléspuru, agente del Servicio Nacional de Inteligencia siempre usaba una corbata celeste y es quien redacta el último informe.
11. Teniente Aramayo estaba a cargo de la comisaría de Yawarmayo, tenía aproximadamente 50 años.
12. Johnatan Cahuide Alosilla, jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales en Yawarmayo.
13. Hernán Durango González, alias camarada Alonso reo que purgaba condena en el penal de máxima seguridad de Huamanga acusado de terrorismo. Era delgado, moreno.
14. Coronel Olazábal trabajaba en el penal de máxima seguridad de Huamanga, era alto, blanco y joven.
El protagonista y sus vicisitudes
Chacaltana es un perdedor, aunque intenta demostrar a todo el mundo que no es un tonto. Entres sus peculiaridades está que habla con su madre muerta y la trata como si estuviera viva. Está solo, no tiene amigos y parece que tampoco muchas relaciones sociales.
“Conforme el ágape transcurría y el alcohol circulaba, el tema iba limitándose a enumerar a las mujeres que cada uno deseaba y a los detalles de un hipotético encuentro sexual. Y el fiscal distrital adjunto Félix Chacaltana Saldívar, de momento, no deseaba desear a ninguna mujer. Solía asistir a las enumeraciones asintiendo y preguntándose en qué momento podría decir algo, una palabra al menos, tratando de recordar a alguna mujer que llamase su atención. Por eso, normalmente, prefería no asistir, quedarse en casa arreglando el cuarto de su madre o leyendo a solas sus poemas de José Santos Chocano.” (Abril rojo)
Es un hombre inseguro, casi paranoico, se siente perseguido, observado, tiene pesadillas, sueña con fuego y con golpes, los fantasmas del pasado se le van apareciendo.
Liliana Costa, en su taller de lectura nos dice que: “A pesar de todos sus defectos, Chacaltana es el hilo conductor. La novela se sostiene porque él quiere seguir investigando. La energía que él centra en su trabajo, para huir de sí mismo, inunda de energía a la narración.”
¿Cómo es el estilo?
Liliana Costa hace un análisis muy preciso y clarificador: <<Predominan las frases cortas, dinámicas, directas. La brevedad de la frase aligera la narración. Acelera el ritmo.
Hay ocasiones en que la frase tiene una sola palabra, en este caso suele ser un verbo: “Succionó”. “Embistió”. “Sudaba” .
En muchos párrafos Roncagliolo inicia las frases con un verbo, sobre todo cuando narra escenas de máxima tensión. El recurso funciona muy bien, lo que interesa en ese momento es lo que hace el personaje para salir del apuro. Centrar la atención en el verbo es altamente eficaz:
“Volvió a oír el siseo afuera, en el salón. Casi por instinto, desabrochó la cartuchera y sacó el arma. Regresó a la sala apuntando hacia delante, hacia las cajas. Rastrilló, para que la bala saliese más rápido en caso de emergencia. Se dio cuenta de que su mano temblaba. Apoyó la espalda contra la pared y empezó a recorrer así el perímetro de la habitación, bordeando las cajas donde las había. Sacó su pañuelo para secarse el sudor. […]
Los verbos acentúan la acción, y al cargarse la escena de acción, aumenta el suspenso y la tensión dramática.
Otro acierto estilístico son las frases en donde se unen elementos inesperados:
-“Félix Chacaltana Saldívar recuperó su carnet y su sueño”.
-“Sólo volvió a meter la cabeza en su ventana y en su vida”.
-“Su vulva sabía a jabón y a ella”.
Y para terminar, queremos mencionar el humor, como nota constante en la novela. Este humor negro que hace risueña una historia tremenda, cruel, dolorosa y demencial.
El humor como ingrediente importante de la vida humana:
“-¿Refuerzos? Claro. También pedimos una piscina y un par de putas y aquí estamos”.
“Gringos pues, fiscal, son unos maricones todos. Chillan y chillan y no les han hecho nada. Ni siquiera llegaron a robarles porque se pusieron todos a gritar. Deberíamos exportarles delincuentes para que sepan lo que es un robo de verdad y no nos hagan perder el tiempo en cojudeces.” >> (Abril Rojo – (lilianacosta.com)
Ya estamos impacientes de conocer y charlar con Santiago Roncagliolo y de compartir con él nuestra lectura. Es el próximo sábado 8. ¡No os lo perdáis!
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