Bienvenidos al blog del 4 Lecturas, 4 Continentes. Este es un blog para la lectura y la participación. Cada semana publicaremos dos entradas: una relacionada con la novela y sus autoras, y otra con el contexto de la obra. Os animamos a que compartáis en él vuestros comentarios, a que nos hagáis sugerencias, a que nos ayudéis a hacer de la lectura un encuentro de vida y de mundos y culturas. Es una oportunidad única para escuchar las voces y los ecos de los lectores en español de Chicago a Estambul y de Bruselas a Tetuán. Aprovechemos esta oportunidad única.
Y ahora que ya conocéis cómo funciona el blog y quién es Rosa Ribas pasemos a disfrutar de Don de lenguas (2013), obra inaugural de la trilogía de los años oscuros. Estamos ante una novela negra donde el lector camina de intriga en intriga, de sorpresa en sorpresa, instalado en una trama construida de manera inteligente y verosímil por el tándem Rosa Ribas – Sabine Hofmann, donde los avatares de la vida aparecen perfectamente engarzados con los de la investigación criminal.
Es la primera aparición de su heroína, la periodista Ana Martí, una mujer sagaz y atrevida en una España, la del franquismo de los años 50, y en un universo, el de los hombres de la Brigada de Investigación Criminal, que cumplen al pie de la letra los tópicos de una sociedad machista y reaccionaria.
Y ahora comienza lo bueno, lo que todos amamos, leer, esa aventura interior en la que viajaremos a la Barcelona del 52 en el cuerpo y las palabras de Ana Martí, Isidro Castro o Beatriz Noguer, en la España del estraperlo, la de los concursos radiofónicos, la de las criadas y porteras, pero también la de abogados y periodistas cercanos al poder, y la de los policías, estafadores, prostitutas y ladrones. ¿Te lo vas a perder?
En palabras de Domingo Villar “No lo duden, les va a gustar.”
Estoy disfrutando mucho de esta lectura. Mi madre nació en Barcelona en 1932 y vivió allí hasta 1959. Leo entrelíneas los recuerdos vagos de la infancia y juventud de mi madre .
Es un placer compartido, Josi. Don de lenguas es una novela con la que se goza y que dibuja un paisaje reconocible de la Barcelona de los 50: el despacho de Pablo Noguer “estaba en la calle de Bruc esquina Consejo de Ciento, lo suficientemente lejos del bufete de su padre, que quedaba Ensanche arriba, en la calle de Londres” (cap. 7); los padres de Ana se habían mudado del paseo de San Juan a un piso en la calle Joaquín Costa, donde era difícil ubicar unos muebles “desmesurados para esa vivienda” (cap. 10); la cafetería Els tres tombs, en Ronda de San Antonio (cap. 18); o la comisaría de Via Layetana, que permanece como el eje desde el que se urde y se aclara la trama, son algunos ejemplos del magnífico trabajo de documentación sobre el que está construido el relato.
Podríamos cartografiar diferentes partes de la ciudad a través de las páginas de la novela, pero hay sin duda miles de elementos reconocibles para aquellos, como tu madre, que tuvieron la vivencia de ese universo: la máquina Underwood en casa de los padres de Ana; los niños del Auxilio Social; la sintonía de las noticias en la radio: “<<Barcelona, la opulenta ciudad española y mediterránea, besada por el mar latino, archivo de la cortesía, albergue de los extranjeros, como escribiera Cervantes, […]”; las noches del Liceo frente a la prostitución de El Raval; …
El próximo domingo publicaremos en el blog una entrada sobre la Barcelona de posguerra, NO TE LA PIERDAS.
Ha sido un viaje en el tiempo. Estoy deseando compartirlo con el
Hay momentos muy divertidos, la noche en el pastis y la posterior resaca de Beatriz y el viaje a Martorell jugando a detectives me resultaron muy cómicos Me ha gustado la forma como se va conociendo la personalidsd de Beatriz a través de los capítulos, cada vez con nuevos detalles.
¡Cuánta razón tienes, Nadine! Las escritoras son unas virtuosas de la descripción y ambientación del relato, son capaces de hacernos sufrir la historia en carne propia. Sus protagonistas son reales, cercanos, reconocibles, de carne y hueso.
Para leer y escribir, hay que saber escuchar y reconocer las sutilezas del texto. Claro que sí, Nadine, una lectura con los cinco sentidos. Como este fragmento que tan bien se oye al inicio del capítulo 25: “El timbre del teléfono resonó en el piso y la silenciosa tarde de domingo se quebró como una copa de cristal al caer al suelo. Beatriz dejó la pluma y descolgó el aparato. Del auricular le llegó un crujido y la voz despierta de su prima.”
Seguro que te encantará saber lo que dice Rosa Ribas de lectoras como tú: «Si alguien se queja de que has matado un personaje o si te preguntan cuándo se casan… es que lo ha hecho suyo. Es cuando te das cuenta de que has creado algo especial. Es el poder de la ficción, es magia pura.” [La lágrima de Quique Sánchez que convirtió a Rosa Ribas en escritora | Noticias de Cultura en Diario de Navarra]
“Lo repitió al bajar la escalera y cruzarse con el aliento de dos compañeros. El que le pasó por la derecha lo envolvió en una nube de cebolla cruda mal digerida, el de la izquierda y llevaba tras de sí una estela de alcohol, el primer carajillo. A saber cuántos le seguirían. Pensar que no le tocaría trabajar con el borracho de Burguillos encendió una chispa de alegría. Le duró seis, puede que siete escalones. Hasta que se acordó de que una tal Ana María Martí Noguer de ‘La Vanguardia’ lo estaría esperando abajo.” [cap. 5, “Don de Lenguas” de Rosa Ribas]
– Me gusta mucho esa manera de describir los personajes y las situaciones a través de varios sentidos! Nos pone como lectores en los zapatos de los protagonistas tan diferentes.