La segunda sesión de esta temporada 2018-2019 de nuestro club de lectura está dedicada a los cuentos Lucrecia y La casa inundada de Felisberto Hernández (Montevideo 1902-1964).
Os dejamos la presentación del moderador de la sesión, Antonio Cuesta, editor de Dyskolo:
El próximo 20 de octubre se cumplirán 116 años del nacimiento del escritor uruguayo Felisberto Hernández. Uno de los más grandes cuentistas en lengua castellana, pero que por su forma de escribir y por su muerte tan temprana nunca fue un autor de mayorías, ni llegó a formar parte del llamado boom de la literatura latinoamericana.
Como él mismo dijo sobre sus obras “lo más seguro de todo es que yo no sé cómo hago mis cuentos, porque cada uno de ellos tiene su vida extraña y propia. Pero también sé que viven peleando con la conciencia para evitar los extranjeros que ella les recomienda”.
El mundo literario de Felisberto está habitado por criaturas extrañas, sean personas, animales u objetos, que rompen la lógica. De manera que el relato se debate entre la realidad y los sueños. Tanto Lucrecia como La casa inundada son dos buenos ejemplos de ello.
En el primer caso el narrador se traslada en el tiempo, llevándonos al límite de lo fantástico y lo maravilloso, hasta la Italia del Renacimiento para entregar un mensaje a Lucrecia, recluida en un convento. El relato deambula entre recuerdos mezclados de diferentes épocas, historias oníricas y los extraños sucesos que le ocurren al narrador. Este se ha comprometido a escribir algo sobre esta misteriosa mujer, que certifique el encuentro.
—A mí me encargaron que escribiera algo sobre usted, alguna cosa que testimoniara haberla visto en este convento… y estas amabilidades…
Pero los acontecimientos transcurren con poca lógica, desenvolviéndose en una cadencia de sueños y remembranzas, acaso inventadas, sin unos límites definidos, ni un sentido natural.
A su vez La casa inundada transcurre en un escenario anegado por el agua, de acuerdo al deseo de la excéntrica Margarita, la protagonista, en compañía de sus sirvientes y de un escritor (un “sonámbulo de confianza”) al que ha contratado para que sea su remero y escuche sus confidencias. El culto al agua es el nexo secreto de los habitantes de esa mansión y de los extraños objetos que la pueblan. Lo cotidiano y lo extraordinario se alían para, de nuevo, difuminar la barrera entre lo real y lo imaginario. Y en manos del narrador, que no muestra ninguna extrañeza ante el absurdo de los acontecimientos, la historia parece escrita desde un estado de duermevela, hasta diluirse en el final.
Tendremos la oportunidad de acercarnos más en profundidad a ambos relatos en la sesión del Club de Lectura del Instituto Cervantes del próximo 3 de octubre. Una buena ocasión tanto para quienes ya conocen la obra de Felisberto como para aquellos que quieran hacerlo a partir de la lectura de estos dos relatos, que a buen seguro no dejarán indiferentes.
[Texto: Antonio Cuesta]
Nota importante: El club de lectura es una actividad gratuita, dirigida a lectores nativos y no nativos (a partir del nivel B2), con carnet activo de nuestra biblioteca. Puedes consultar la programación de lecturas para las próximas semanas en nuestra web. Si te interesa participar, manda un correo electrónico a bibest@cervantes.es.
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