“Allí estaba Mariona. Blanca, rubia, carnosa y muerta”. Así comienza Don de lenguas. Mariona es Mariona Sobrerroca, una conocida viuda de la alta burguesía barcelonesa, y el cuerpo ha aparecido sin vida en su apartamento. Como dicen los expertos en novela negra, “la muerte es lo primero”.
No os asustéis lectores, no vamos a desvelar nada (“hacer spoiler”, para los anglófilos), pero seguro que la lectura os atrapó desde esa primera línea, diríamos mejor desde esa primera página donde las autoras sitúan ya un claro sospechoso en el lugar del “presunto” crimen: Abel Mendoza. ¿Qué hace allí, en la habitación de Mariona, removiendo libros, papeles y cajones?
Si no son suficientes las evidencias, una perífrasis verbal, ‘salió huyendo’, y un sustantivo, ‘ganzúa’, al final de la página, corroboran que estamos ante una novela de género. La propia Biblioteca Nacional de España en su guía de la novela policíaca lo afirma: “[…] es un género narrativo en donde la trama consiste generalmente en la resolución de un misterio de tipo criminal.”.
Si nadie lo evita, tenemos Caso, o como decía Sherlock Holmes, “The game is affot”.
¿Por qué murió Mariona Sobrerroca? ¿Pensáis que estamos ante un verdadero crimen? ¿Creéis que hay indicios suficientes para sospechar de Abel Mendoza?
¿Os gusta la novela negra? ¿Sois habituales del género? Acompañadnos en la aventura y poned vuestros comentarios
“ Sanvisens […] la miró [a Ana Martí] y le dijo:
– ¿No es eso lo que siempre has querido? Pues es tu oportunidad. Aprovéchala.”
Comentarios recientes / Son yapılan yorumlar