Aunque hoy en día la Sinagoga Mayor (también llamada Sinagoga de Mallorca) se encuentre cerrada y que no hayan quedado en pie todas sus partes, merece la pena echarle un vistazo por sus resonancias con la historia de la Península Ibérica y como ejemplo del declive de la comunidad.
En el siglo XIV eran una de las comunidades más prosperas de la isla de Mallorca, sin embargo, en 1391 una revuelta anti-semita terminó con la mayoría de ellos convertidos oficialmente al cristianismo; dado que estos seguían practicando el judaísmo, fueron perseguidos nuevamente en 1435 y para cuando se instauró la Inquisición en el territorio, huyeron hacia el Imperio Otomano y retornaron a su religión.
Como tantos otros, el edificio de la congregación pudo haber sido ya utilizado por los romaniotes locales antes que los sefardíes se convirtieran en sus feligreses mayoritarios, superando en número a otros colectivos de Haskoy. Para 1950 y en consonancia con las migraciones a otros barrios de Estambul y del extranjero, la sinagoga dejó de utilizarse.
Localización: Calle Aziz, No.5, Haskoy
Horario: Cerrada.
Con el termino Sefarad solemos denominar a las tierras de la península ibérica tras la expulsión de su población judía, sin embargo, este habría sido utilizado en la Antigüedad para indicar la ciudad de Sardes (en el oeste de la península anatolia). Se explica que durante el reinado de Antioco III (222-187 a.C.) muchos israelitas habrían sido deportados a Sardes y otros puntos de la península, como Van y Harran; mientras el otro gran colectivo judío, los Askenazíes, habrían arribado a las tierras de Polonia y Alemania desde el Cáucaso.
Ya desde la expansión imperial romana encontraríamos núcleos de población judía diseminados por toda la península ibérica, adaptándose sucesivamente a todos los gobiernos posteriores. En Al-Andalús vivieron una Edad de Oro con visires como Ibn Hasdai (1050-1093) y pensadores como Maimonides (1138-1204); mientras en los reyes cristianos alcanzaron un pico de relevancia en reinados como el de Jaime de Aragón (1213-1276). La familia Barbut de Estambul descendería del platero real Salomón, mientras un tocayo rabino seria el ancestro de la familia Ben Aderet.
Los graves altercados de 1391 contra las comunidades judías supusieron un duro golpe a su existencia que, gradualmente y con la complicidad de los soberanos, se vieron constreñidas a unos espacios delimitados (juderías) y a portar emblemas identificativos. Conquistado el Reino de Granada en 1492, los Reyes Católicos se decidieron a homogenizar religiosamente su territorio y por ello ordenaron la expulsión de todos aquellos que judíos que no accedieran a convertirse al cristianismo.
Paralelamente, los sultanes otomanos debían lidiar con un territorio de mayoría griega ortodoxa, por lo que estaban interesados en atraer poblaciones de allende: en 1454 el jefe rabino de la comunidad judía romaniota invitaba a los askenazíes del Centro de Europa y en 1492, el sultán encargó al almirante Piri Reis apoyar logísticamente a los refugiados de Sefarad, a quienes se concedería el rango privilegiado de kendi gelen (del turco «voluntarios»).
Sin duda era una buena noticia para aquellos ibéricos que habían decidido persistir en su fe judía pues, habiendo tenido que malvender sus propiedades y estando prohibido salir de los reinos con oro, armas o incluso caballos, se habían visto forzados (aquellos que pudieron hacerlo) a obtener letras de cambio con intereses abusivos.
Una primera oleada de refugiados desembarcó en las costas de Italia y el Norte de África, y los que permanecieron en los reinos independientes de Navarra y Portugal hubieron de escapar también en los años 1497 y 1536 tras la implantación de organismos inquisitoriales semejantes al castellano. En menos de un siglo desde el decreto de expulsión (1492) que la comunidad sefardí ya era una de las más importantes de Estambul.
Moshe Hamon (1490-1567)
Nació en Granada en el sino de una prestigiosa familia de médicos, viéndose a muy corta edad obligado a emigrar junto con su familia al Imperio Otomano. Su padre Yosef se convirtió en médico del sultán Selim I pero falleció en el transcurso de una campaña en Egipto en 1516, siendo elegido para ocupar su lugar como doctor y representante extra-oficial de la comunidad sefardí.
Durante el reinado de Solimán I (r.1520-1566) acompañó en todo momento al sultán e incluso desempeñó labores diplomáticas. Su nieto Yosef y bisnieto Isaac desempeñaron también un importante rol como médicos y cortesanos.
Doña Gracia Nasi (1510-1569)
Oriunda del reino de Portugal, se casó joven con el banquero Francisco Mendes y enviudó con apenas 25 años, heredando los contactos y la fortuna de dicha familia. Hostigada por la Inquisición lusa, se trasladó a Amberes y estableció una red de ayuda a refugiados judíos en su camino al Imperio otomano. En 1549 fue arrestada en Venecia, pero prontamente liberada por la intercesión del sultán Solimán.
En 1553 trasladó su residencia a Estambul, junto con una buena parte de su personal que se organizarían en la congregación de Hanum («La señora»), y se convirtió en consejera del sultán. También se encargó de promocionar a su sobrino Yosef Nasi, al que casó con su hija Reyna; este se convirtió en un favorito del sultán Selim II y en duque de Naxos, así como dueño de grandes extensiones junto al lago Tiberiades.
Zabbatai Zevi (1626-1676)
Nació en Esmirna y creció en una sociedad sefardí muy politizada debido al deterioro económico y al surgimiento de movimientos cabalísticos que ansiaban la pronta redención del pueblo judío y el fin de los días. Impactado por las masacres de Polonia (1648-1649), fue excomulgado en 1648 por su comunidad por leer el nombre de Dios en la sinagoga, llevándole a una gira desde Egipto a Estambul.
En la capital del sultanato, el cabalista Abraham ha-Yahini le animó a convertirse en el esperado mesías de los judíos, decisión que trastocaría a todas las comunidades judías de Europa. Tal fue su influencia que suprimió tradiciones como el ayuno o la distinción kosher, así como provocar la caída de varios rabinos.
Alarmados los estambuliotas, pidieron en 1666 ayuda al sultán Mehmed IV que hizo encerrar a Zevi en la fortaleza de Galipoli que, durante un tiempo se convirtió en un centro internacional de peregrinaje. Luego el sultán instó a Zevi a elegir entre la conversión al Islam o la muerte, eligiendo este lo primero, y con él una buena parte de sus seguidores (que serían conocidos desde entonces como Donmeh).
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