Marthe sacó del bolso un sobre grande y, de él, una carta.
—Mi abuela murió en Toulouse hace cinco días. Era española, se llamaba Marta Medina Ortiz y durante la guerra estuvo aquí, en Breda, alistada en el bando republicano…, acaso en este mismo lugar donde estamos ahora. Este edificio parece muy antiguo —dijo lentamente, y se le notaba cómo iba traduciendo en su cabeza. (Piedras negras, p. 40).
Piedras negras permite a Eugenio Fuentes unir dos de los vértices de su narrativa: la novela negra y ese otro tipo de novela que queda fuera del canon detectivesco. Lo hace a través de uno de sus personajes predilectos y, en sus propias palabras, mejor construidos, la miliciana violista Marta Medina, intentando fusionar un cabo suelto de su novela ambientada en la guerra civil Si mañana muero (2013) con la serie protagonizada por su investigador Cupido, y el punto geográfico de confluencia de las dos en ese lugar imaginario de Breda, ciudad inventada por el autor y donde sitúa habitualmente sus historias.
“Corre el año 2004. Marta Medina, la miliciana violista de aquella novela, muere en Francia, donde ha vivido exiliada casi toda su vida. En su testamento encomienda a su nieta Marthe que viaje a España para encontrar al hijo que se vio obligada a dar en adopción nada más nacer, en plena guerra. El detective Cupido localiza en Toledo al hijo de Marta, que fue adoptado por una poderosa familia y hoy es un rico empresario que se niega a creer la teoría sobre su verdadero origen.” (El Cultural, Fernando Díaz de Quijano, 25 de febrero de 2019). Este es el punto de origen del relato, la unión de ambos ámbitos literarios y la coartada para atrapar al lector en una investigación por la que van a desfilar perfectamente hilvanados el robo de bebés por parte del franquismo, la corrupción de la iglesia, la burbuja inmobiliaria, el origen de la crisis del 2008 y la falsa bonanza económica. ¿Cómo logra el autor ensamblar todas estas piezas y que suenen en armonía?:
“Con toda humildad puedo decir que no me ha resultado difícil encajarlas. Esta novela la tuve varios años en la cabeza antes de sentarme a escribirla, así que no tuve que salir a buscarla. La prensa ha hecho mucho hincapié en lo de los niños robados, pero yo no tengo la sensación de que sea una novela sobre eso. Yo la veo como la historia de la reconstrucción de una familia destrozada formada por tres generaciones: la abuela, la nieta y el eslabón perdido, que es el hijo dado en adopción. El detonante de toda la historia es el testamento. Como decía el poeta alemán Gottfried Benn, ¡qué sería de las novelas policiacas sin el testamento!” (entrevista realizada para El Cultural, por Fernando Díaz de Quijano Eugenio Fuentes: «La novela negra ha creado grandes personajes pero no un estilo literario» (elcultural.com)).
Este detonante provoca el encuentro entre Marthe y Cupido en la ciudad de Breda, aunque a diferencia de la mayoría de los relatos protagonizados por este investigador, la acción se centre en Toledo, ciudad donde reside el supuesto hijo robado. A partir de esta puesta en marcha, la narración se divide en dos tramas diferenciadas y confluyentes que adquieren carta de naturaleza negra en el capítulo 13: “Al cruzar el claustro y dejar a su derecha la sala de la Inquisición creyó detectar la vibración de una sombra tras una de las columnas y, por un instante, la embargó un terror medieval, pero se forzó a mirar hacia allí y no vio nada. No había nadie […] (Piedras negras, p. 175).
“En el transcurso de las pesquisas, el autor nos sumerge en las difíciles vicisitudes de un gran número de personajes, que buscan desesperadamente un lugar en el mundo y una identidad, a la que no siempre les resulta fácil acogerse; porque en esta novela aparecen buen número de historias de hijos cuyos roles familiares o sociales no están claros, o bien precisan de una vindicación que consume sus existencias.” (Blog “Novela negra y cultura popular” Piedras negras. Eugenio Fuentes – Novela negra y cultura popular (wordpress.com)).
Sin duda, el enlace por parte de Fuentes de sus dos formas narrativas no es meramente anecdótico: busca profundizar en el análisis y construcción de los personajes, apuesta por contar historias personales llenas de dramatismo con una rara habilidad literaria para diseccionar los diferentes estamentos sociales a los que se adscriben de forma natural cada uno de sus protagonistas. En definitiva, ambos géneros se retroalimentan y se invisten cada uno de las propiedades del otro: suspense (el género negro) y profundidad literaria (los otros géneros cultivados por el autor).
Como escritor preocupado por un género tradicionalmente tan denostado intelectualmente en nuestro país como el de la novela negra, Fuentes ha llevado a cabo una profunda reflexión en el género, sobre todo en su ensayo Literatura del dolor, poética de la bondad (Editora Regional de Extremadura, 2013) donde nos propone un decálogo:
1. No hacer concesiones al mercado del presente (no venderse a lo popular) pero tampoco “escribir para la posteridad” (pensando en un futuro lugar en el Parnaso).
2. Buscar que relato y personajes encajen y se iluminen mutuamente, haciendo que en el desenlace confluyan la verdad objetiva e incontrovertible de los hechos y la no menos indomable de los sentimientos y motivos implicados en ellos.
3. Procurar que la preocupación por el “quién” y por el “cómo” no impida indagar en los “porqués”.
4. Hacer que el relato surja de las pulsiones de los personajes, que estos no resulten fagocitados por la estructura del relato.
5. Que el artificio no se imponga sobre la coherencia narrativa, de modo que las historias narradas no se alejen de la realidad.
6. Incorporar cuando sea necesario las lecciones de la modernidad que nos ha legado el Siglo XX.
7. Intentar que la estructura se base en la interrelación entre todos sus elementos, y no en una mecánica sucesión de peripecias.
8. Despertar el interés, pero no la impaciencia del lector.
9. Buscar, más que el entretenimiento, el estremecimiento del lector.
10. Elevar la novela negra hasta las academias, apoyándose en méritos literarios, en peldaños forjados con palabras y en un riguroso cuestionamiento de los tópicos.
Quizás atendiendo a esta propuesta, podamos como lectores entender las sutilezas que se esconden entre las Piedras negras: ¿qué os está gustando más en la novela? ¿Veis claramente los diferentes aspectos del decálogo de Fuentes? Y, sobre todo, ¿pensáis que logra mantener el interés sin perder la calidad literaria?
El escritor extremeño Eugenio Fuentes se ha convertido en uno de los más destacados representantes de la novela negra española. Nacido en Montehermoso (Cáceres), en 1958, su carrera literaria oscila entre la novela, el relato corto y el género ensayístico. Licenciado en Filología Hispánica, la serie de su detective Ricardo Cupido le sitúa como un escritor imprescindible en la renovación del género negro en el panorama literario español sin abandonar los cánones que definen a este tipo de narrativa: “las obras de Eugenio Fuentes pueden ser adscritas a la novela negra por su utilización de una serie de recursos formales, temáticos y pragmáticos basados, simplemente, en la presencia de un acto delictivo -generalmente, un crimen-, en el mantenimiento de una intriga que genera la interacción lúdica del lector y en la aparición de un personaje que lleva a cabo la investigación.” (“Eugenio Fuentes y la (re)creación del género policiaco”, Javier Sánchez Zapatero, EPOS, XXVIII, P. 217).
Mientras esperamos -con grandes expectativas- la publicación de Perros mirando al cielo, la próxima entrega del detective Cupido, que aparecerá muy prontito en Tusquets, los lectores de 4L/4C estamos devorando la hasta ahora última entrega de la serie, Piedras negras, una novela en la que Cupido sale de ese universo imaginario de Breda para hacernos viajar junto a sus reflexiones de Toulouse a Ciempozuelos, pasar por Basilea y el Grand Ballon con su medio de transporte favorito, la bicicleta, y dejarnos perdidos, en busca del criminal, en las calles de la ciudad de Toledo. Pero antes de meternos de lleno en la trama, preguntémonos quién es Ricardo Cupido.
Ricardo Cupido
Según nos cuentan en el blog detectivesdelibro.blogspot.com (Mis detectives favorit@s: Ricardo Cupido – Eugenio Fuentes (detectivesdelibro.blogspot.com) )“Ricardo Cupido Lasso nació en Breda, una pequeña ciudad ficticia 20.000 habitantes situada al norte de Extremadura. Hizo la mili en León y Madrid. Estudió Ciencias de la Información, rama de imagen, pero le faltan dos asignaturas para terminar la carrera. Se dedicaba al contrabando de tabaco por la frontera, oculto en colmenas, cuando fue detenido. Pasó 20 meses en la cárcel, no delató a sus compañeros.”
Eugenio Fuentes hace aparecer a este personaje en El nacimiento de Cupido. Tanto en esta novela como en Contrarreloj nos da a conocer su experiencia carcelaria por el delito de tráfico ilegal de tabaco rubio. En El interior del bosque, cinco años después de su “alumbramiento”, aparece ya instalado en Breda donde trabaja como detective privado. En realidad, tenemos muy pocos datos, aunque sí sabemos que siendo niño falleció su hermano y que tiene que cuidar a su anciana y enferma madre. Un dato importante para conocer a nuestro protagonistas y su comportamiento en el relato es su afición al ciclismo -experiencia que comparte con el propio Fuentes. Según nos recuerda Javier Sánchez Zapatero “El papel del ciclismo en la serie Cupido adquiere gran trascendencia, pues, además de convertirse en el marco ambiental de una de sus entregas, condiciona el discurso narrativo, ya que la descripción detallada del esfuerzo en la carretera del personaje permite dilatar el ritmo de la acción, explicitar las reflexiones sobre el caso del investigador y, en definitiva, contribuir al mantenimiento de la intriga” (Op. cit., p. 220).
Y no olvidemos que Cupido tiene también a su doctor Watson de cabecera, el Alkalino, un personaje que, situándose como el propio Fuentes señala “en burbujas de realidad”, acompaña al detective en su quehaceres investigadores. El Alkalino nos da una pista de quién es este detective bredense (le preguntaremos a Fuentes si nos está permitido el neologismo): “el que sabe, el que pregunta y escucha y reflexiona y sabe”.
La serie del detective Cupido la componen las siguientes novelas: El nacimiento de Cupido (1993). El interior del bosque (1999), La sangre de los Ángeles (2001), Las manos del pianista (2003), Cuerpo a cuerpo (2007). Contrarreloj (2009), Mistralia (2015) y Piedras negras (2019).
Y como adelanto del encuentro con Eugenio Fuentes del próximo 11 de diciembre, la entrevista al autor con la que nos obsequió Óscar López en Página Dos con motivo de la publicación de Mistralia y en la que nos dan pinceladas esenciales de cómo el autor construye sus novelas negras:
Seguro que ya estáis inmersos en la trama. Escribidnos para explicarnos qué os parece la novela, si os está gustando o si encontráis diferencias con las entregas anteriores de nuestro Club.
Empezamos la última lectura del club virtual 4 Lecturas, 4 Continentes, organizado desde las bibliotecas del Instituto Cervantes de Bruselas, Estambul, Tetuán y Chicago. La novela en esta ocasión es Piedra negras del escritor Eugenio Fuentes.
En Piedras negras, última entrega, hasta la fecha, del detective privado Ricardo Cupido, Marta Medina fallece de alzhéimer en Toulouse. En el testamento encarga a su nieta Marthe que busque a un hijo que tuvo que dar en adopción en tiempos de la guerra civil. La nieta viaja a España y encarga la investigación a Ricardo Cupido. El detective descubre que el hijo de Marta se llama Alejandro Garcilaso y es un hombre muy rico y padre de una hija ilegítima. Cuando Cupido y Marthe le revelan quién es él en realidad, éste se niega a aceptarlo y Marthe regresa desengañada a Toulouse. Días después, la hija de Garcilaso aparece asesinada. El crimen resulta un tanto gótico y truculento, y Garcilaso, que quiere investigarlo al margen de la policía, le pide a Cupido que descubra qué o quiénes se esconden tras ese homicidio.
Eugenio Fuentes nació en Montehermoso (Cáceres) en 1958. Galardonado con varios premios y traducido en doce países, Fuentes ha logrado con éxito situarse como uno de los autores españoles de novela negra con mayor proyección en el extranjero gracias a su detective privado Ricardo Cupido, protagonista de las novelas «El interior del bosque» (1999), «La sangre de los ángeles» (2001), «Las manos del pianista» (2003), «Cuerpo a cuerpo» (2007), «Contrarreloj» (2009), «Mistralia» (2015) y «Piedras negras» (2019).
El debate sobre esta excelente novela se llevará a cabo del 20 de noviembre al 10 de diciembre en este mismo blog, esperamos vuestros comentarios y opiniones tal como vayáis avanzando en la lectura. El sábado 11 de diciembre tendrá lugar el encuentro con Eugenio Fuentes en la plataforma Zoom y con la moderación de Ángel Hernando. Una oportunidad única para dialogar con el escritor y poder comentar detalles de la novela y de su trayectoria literaria.
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