Seguro que ya está todo el mundo inquieto y preparando multitud de preguntas para el encuentro de mañana con Esther García Llovet. Seguro que muchos lectores os habéis aventurado también a la lectura de los dos libros precedentes que componen la “Trilogía instantánea de Madrid”, Cómo dejar de escribir y Sánchez. Para aquellos que no habéis tenido oportunidad os dejamos una breve sinopsis de la red social de libros Quelibroleo.com por si pueden ayudaros.
Renfo, el hijo apócrifo del gran Ronaldo, el mítico escritor latinoamericano, deambula por Madrid en busca del manuscrito perdido de su padre. Acompañado de Curto, un amigo ex convicto, y Vips, un parado de larga duración, recorre la ciudad durante un verano tórrido animado por niñas pijas, coches robados, fiestas lacias y humoristas psicópatas, camareros cutres y bares que nunca cierran.
El Madrid anónimo de gente que no sabe lo que quiere y cómo dejar de hacer nada y hacerlo todo.
Novela de perdedores en busca de una oportunidad. Sus nombres son Nikki y Sánchez. En el pasado compartieron vida, después sus destinos se separaron. Ella ha estado trapicheando con tabaco en La Línea y ahora ha vuelto a Madrid y se ha metido en el mundillo de las apuestas y las carreras de galgos. Él, con fama de gafe y dado a desaparecer, debe dinero y acepta ayudar a Nikki cuando ella lo llama. La propuesta de Nikki a Sánchez: que la ayude a entregar un galgo de nombre Cromwell a una italiana que se dedica al negocio de las carreras.
Un Madrid de extrarradio, de timbas, bingos, gasolineras de la M30, Casa de Campo y bares perdidos en la nada. Un Madrid crudamente real en el que de pronto puede suceder lo inesperado, e incluso lo mágico.
Las preguntas
El libro finaliza a lo grande, en la apoteosis del delirio chino que va arrastrando tanto a Castor como a Julio y que nos deja algunas cuestiones de difícil respuesta:
¿Por qué el terror y el humor se unen en las Panteras Rosas y el queso Cheddar?
¿Por qué Julio -ahora Julio Cheddar- piensa que “la gente a la que no le gusta la gente le gusta a todo el mundo y a la gente a la que le gusta la gente no le gusta a nadie?
¿Por qué la serie que producen se llama Un fantasma iba a recorrer Europa?
¿Qué consecuencias puede tener este final?
«La cara de Julio «Cheddar» Céspedes aparece en la superficie de un ovni interestelar que se manifiesta la tornasolada noche del 2 de agosto en Tabernas, Almería, y al día siguiente en el cielo de todos los aeropuertos internacionales, en el cielo de todos los estadios olímpicos, en el cielo de todos los océanos y del lago Titicaca y de la Antártida y de todos los desiertos calcáreos del planeta, simultáneamente. Luego, se va.»
Y última: ¿a dónde se va?
Mono de feria es la persona que se usa en las ferias para que se rían de ella. Y esa, al fin y al cabo, es la profesión de Castor, la de provocar a la gente con su humor para que se ría con lo que hace y con lo que cuenta. Solo que él ha decidido que ya está bien de ser humorista y ha buscado a Julio, su doble, para que lo sustituya y sea su gordo de feria.
La novela de Esther García Llovet juega con las palabras, con los sentidos y con las referencias. Narrada en tercera persona, Gordo de feria muestra un estilo mordaz, crítico, decadente, en la que no falta la reflexión y en la que sobre un trasfondo de búsqueda de identidad (“¿Quién eres?”, le grita Castor a Julio en un momento de disputa intensa), prevalece el elemento clave del relato, el humor y una reflexión sobre sus límites: algo así como quedarse atrapado en un torniquete del metro (p. 109).
Para mostrar algunos elementos del uso del humor en esta novela, hemos tomado como referencia el análisis de Antonio Luis Marín Benedicto para la revista Contrapunto dentro del ciclo “Narrativa del siglo XXI”:
Palabras que crean un ambiente desenfadado:
Uso de coloquialismos:
Uso de adjetivos perfectamente elegidos:
Del hombre que se acerca a Castor en la barra del bar y que desencadena la acción de la novela se dice que “era morenito, menudo, chato”. Marín Benedicto recuerda que Josep Pla decía que el acierto en el uso de los adjetivos es una de las claves del humor.
Exageraciones:
Deben ir en aumento para producir el efecto deseado. Así lo consigue García Llovet cuando habla de la casa de Martínez Campos:
Otra exageración: al chaval que mira las zanjas al lado de Castor al inicio de la novela “no le ha dado el sol en los últimos cincuenta y cinco años” (p. 10).
Uso de refranes y frases hechas
La autora los coloca de forma sorprendente o con algún tipo de transformación:
Lo absurdo y lo inesperado:
Hay muchos elementos que van haciendo de la novela un edificio lleno de humor, sin embargo nos gustaría destacar con Marín Benedicto otro aspecto que se intuye por toda la novela y que Llovet va administrando con pericia para dejar en el lector un sabor agridulce al final de la historia. Este elemento es la tristeza: “la tristeza es el fantasma que no ves” (p. 103).
La anécdota de Louis C.K. anticipa esta tristeza refiriéndose a los humoristas : “la gran tragedia que es que casi nadie sepa nunca cuándo estás hablando en broma y cuándo estás hablando en serio”. (p. 36). Algo parecido reflexionaría el genial Eugenio, un humorista muy serio y al que el escritor y director de cine David Trueba acaba de rendir homenaje en esta película:
Saben aquel (que diu)…
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