Inés, la protagonista de nuestra historia, es una mexicana que viaja a Madrid para cursar el año académico 1993-1994. Es una poeta precoz y en ese momento escribe su tesis doctoral sobre la Edad de Plata, el periodo del primer tercio del siglo XX español en el que coincidieron la generación del 98, la del 14 y la del 27:
“Los autores pertenecientes a La Edad de Plata son aquellos que tradicionalmente han formado parte de la generación del 98, del 14 y del 27. Sin olvidar que existen muchos otros a los que se clasifica en los márgenes del canon. Asimismo, la nómina se ha enriquecido y diversificado gracias a la visibilidad de las mujeres escritoras.”
Wikipedia ha elaborado una entrada muy detallada de lo que supuso la Edad de Plata en España y que nos permite conocer qué investigaba Inés cuando es acogida en la Residencia de Estudiantes (entrada completa: Edad de Plata en España – Wikipedia, la enciclopedia libre).
Es esclarecedor en este artículo la mención a la Edad de Plata en el exilio: todos aquellos intelectuales, creadores y literatos que tuvieron que emigrar a América por motivos ideológicos: Rosa Chacel, Francisco Ayala, Max Aub, María Teresa León, … Sin embargo, no serían solo estos intelectuales los que inocularían la cultura española en los países de acogida, sino todo aquel regimiento de anónimos ciudadanos y profesionales que se vieron forzados a emigrar a causa de la guerra y del golpe de estado del franquismo:
“El virus de Lorca, como lo llamaba, se lo inoculó doña Pura, una maestra hija de exiliados españoles que le dio clases en la escuela de Cholula. Los maestros son las herramientas secretas que atornillan las primeras ideas en el cerebro de los niños, y a ella le metieron una peculiar mirada hacia esa España, rica en creadores, pero desolada por el odio cainita.”
Este es el germen que llevará a Inés a estudiar esa etapa concreta en la cultura en España y a hablar con emoción no solo de Lorca sino de otras mujeres creadoras como Concha Méndez -un “personaje cautivador”- y que representó el “lado femenino de la generación del 27, que tantas veces los críticos olvidaban mencionar», y que fue amiga de la madre de Doña Pura.
“Más de 22.000 republicanos españoles de toda índole y condición social encontraron en México una segunda patria al abandonar España tras la Guerra Civil y el inicio de la dictadura de Francisco Franco.
El 13 de junio de 1939 arribó al Puerto de Veracruz, desde Francia, el buque Sinaia, al que siguieron el Mexique, Ipanema y tantos otros.
Gracias a la determinación del Presidente Lázaro Cárdenas y a la solidaridad del pueblo mexicano, muchos españoles consiguieron salvaguardar sus vidas y contribuyeron con sus aportaciones al crecimiento de México, donde reconstruyeron sus vidas y afectos.”
Esta palabras describen un acontecimiento que fue conmemorado 80 años después por el Ministerio de Justicia de España. En las imágenes que os mostramos en el siguiente vídeo podemos imaginar cómo sería el trauma de los padres de doña Pura –“que lo perdieron todo”, y el sentimiento de los hijos de los exiliados, tal y como es expresado en Amigo: “crecen con una mezcla densa de emociones, la nostalgia de las cosas buenas que dejaron sin querer las familias exiliadas y siempre evocan en la distancia, y el hondo rechazo a lo que llena ese espacio de su ausencia.”
Inés se sumergirá en esa tesis, como ella dice, quizá por lealtad a doña Pura, a pesar de que sus amigos sigan repitiendo que tiene “más sangre de la Malinche que de los gachupines”, aunque en el fondo de su alma acabe conviviendo -al igual que en la de los exiliados- esa dualidad que constituye a todos los que se ven obligados -de una manera u otra- a abandonar su país.
Precisamente, en una entrevista que concedió Ana Merino a la sección “La tinta entre tus dedos” de Leonoticias Margarita Cuetos y Nuria Sánchez Villadangos le formulan la siguiente pregunta:
“- En Amigo, el lector puede trazar el particular recorrido de la dualidad, de las mitades escindidas que se necesitan pero que, a la vez, se alejan. En 1997, publicaste el poemario Los días gemelos y, en 2009, la novela El hombre de los dos corazones. ¿Por qué es tan importante el motivo del doble en tu escritura?”
Ana Merino responde: “Es un tema que me ha apasionado siempre. Llevo más de veinticinco años viviendo dos vidas, la de Estados Unidos y la de España, hablando en dos idiomas y comunicándome con dos culturas muy diferentes. Me siento como dos personas en una, con diferentes atributos, que debe adaptarse a cada espacio. […] Como digo, mi vida es una dualidad de paisajes e idiomas y esa experiencia macera en mi universo creativo.” (Quien tiene un Amigo… | leonoticias).
Sin duda, en Amigo la problemática del exilio y del doble tiene una trascendencia narrativa insoslayable que esperamos descubráis y os animéis a compartir con la comunidad 4L/4C.
“Inés Sánchez Cruz pestañea y retrocede veintiséis años. El parpadeo de los ojos la lleva al hogar de los buenos recuerdos, con su rastro de migas luminosas. Como en los cuentos de niños perdidos o abandonados en los bosques, que sin embargo sobreviven con el ingenio gracias a que van dejando sus huellas. Las migas de este pasado no se las han comido los pájaros, la amistad que se forjó hace más de dos décadas y media sigue intacta en ese tiempo recordado, aunque en el presente solo hay un triste abismo y una gran decepción. Ella sí sabe diferenciar el tiempo de entonces del de ahora. Por aquella época, Lusoz era su amigo y aún no se había desprendido de su nombre de pila, que es Agapito. Sí, Agapito Lusoz Pescader, la joven promesa que tenía publicado un libro de relatos y coincidía con ella como becario del curso 1993-1994 en la Residencia de Estudiantes.”
El pestañeo de los ojos de Inés Sánchez Cruz, la protagonista de Amigo, el libro de Ana Merino, le hacen rememorar los momentos que vivió como becaria en la Residencia de Estudiantes durante el curso 1993-1994. El libro se abre sobre ese espacio desde el que Inés va a irradiar el relato, desde el que se desplegarán las tres tramas de la novela y que proporcionará al lector el hogar en el que sentarse a disfrutar de esta investigación literaria.
Inés se asoma a ese pasado desde el mismo lugar cuando regresa en 2019, cuando la becaria se ha convertido en profesora universitaria en Milwaukee y acude a Madrid en calidad de poeta invitada: “Se aloja en la Residencia de Estudiantes y, casualmente, la han puesto en la misma habitación que ocupó aquel lejano año que estuvo de becaria y terminó de escribir su tesis española”.
Así que lo mejor es abrir la puerta a la lectura de Amigo desde este edificio, uno de los inmuebles emblemáticos de la cultura del país y por el que pasaron -y siguen pasando- algunas de las principales figuras del mundo artístico y creativo: “el sitio mágico en el que vivieron Lorca, Buñuel y Dalí de jóvenes cuando eran amigos”.
La Residencia de Estudiantes
Fue el primer centro cultural de España desde su fundación en 1910. Surge como resultado de las ideas renovadoras procedentes de la Institución Libre de Enseñanza, organismo fundado en 1876 por Francisco Giner de los Ríos y que desarrolló un proyecto pedagógico de más de medio siglo (1876-1939) y en el que participaron intelectuales como José Ortega y Gasset, Leopoldo Alas (Clarín), Antonio Machado o Gregorio Marañón, entre otros.
La Residencia de Estudiantes fue una de las experiencias más vivas y fructíferas de creación e intercambio científico y artístico de la Europa de entreguerras. Su propuesta era complementar la enseñanza universitaria mediante la creación de un ambiente intelectual y de convivencia adecuado para los estudiantes. Entre sus objetivos principales estaba el crear un diálogo permanente entre las ciencias y las artes, así como constituirse en uno de los centros de recepción de las vanguardias internacionales. Por la tanto, se convirtió en un centro de difusión de la modernidad en el país, ya que, como ya hemos adelantado, fueron residentes algunas de las figuras más destacadas de la cultura española del siglo XX: el poeta Federico García Lorca, el pintor Salvador Dalí, el cineasta Luis Buñuel o el científico Severo Ochoa. Sus habitaciones acogieron en su sede madrileña en la Colina de los Chopos (calle Pinar) a creadores como Miguel de Unamuno, Alfonso Reyes, Manuel de Falla, Juan Ramón Jiménez, Pedro Salinas o Rafael Alberti, entre muchos otros. La Residencia fue foro de debate y difusión de la vida intelectual de la Europa de entreguerras. Entre los personajes que acudieron a disertar sobre su saber figuran Albert Einstein, Paul Valéry, Marie Curie, Igor Stravinsky, Alexander Calder, Walter Gropius, Henri Bergson o Le Corbusier.
En este enlace podéis ver un vídeo resumen de lo que han sido todos estos años de actividad de esta institución: www.edaddeplata.org/mp4/diaporama.mp4
“Inés regresa a su querida Residencia de Estudiantes un domingo 3 de noviembre de 2019.”
¿Cómo es la Residencia que la acoge de nuevo?
Hoy sigue siendo uno de los centros más originales del panorama cultural español. Allí se organizan numerosos actos públicos, en los que los intervinientes son algunas de las principales figuras de las artes y las ciencias de las últimas décadas: Pierre Boulez, Mario Vargas Llosa, Jacques Derrida, Blanca Varela o Massimo Cacciari, entre otros. Entre los actos y actividades que se organizan podemos asistir a: conferencias, mesas redondas, conciertos, lecturas de poemas, encuentros o exposiciones. Este dinamismo ha hecho de la Residencia un espacio abierto al debate, la reflexión crítica y la creación en torno a las últimas tendencias de la época.
(Buena parte de la información sobre la Residencia procede de su propia página: http://www.residencia.csic.es/)
Allí llega Inés para dar un taller de poesía de una semana. “Han pasado muchos años, y esa mañana, mientras pestañea mirando hacia el jardín de las adelfas que un siglo atrás mandó plantar el poeta Juan Ramón Jiménez, Inés…” rememora su pasado y las personas que allí conoció y que tanta influencia tendrían en su vida; recuerda a Agapito Lusoz Pescader y a Sabino Viñuela. Para completar la información sobre la Residencia de Estudiantes os dejamos este enlace donde podéis ver al completo el documental del periodista, historiador y novelista Jorge Martínez Reverte, que realizó con motivo del centenario de su creación: http://www.edaddeplata.org/mp4/centenariox264/cien_documental.mp4
Jorge Martínez Reverte fue amigo de la Residencia de Estudiantes donde en 2019, dos años antes de fallecer, presentó su libro “Libre te quiero”. En aquella tarde el cantautor Amancio Prada le dedicó dos canciones; una de las letras era: «¿Será posible que vengan / Los amigos y que «era» digan / «Un hombre, y te quiso mucho» / Y «mucho» llorando digas? ». Inés Sánchez encontrará a otro Amigo, pero sus amores y llantos son asunto de otra presentación.
Contadnos las primeras impresiones del libro, ¿qué os está pareciendo? ¿Existen en vuestros países instituciones con la misma filosofía que la Residencia de Estudiantes? Enviadnos vuestros comentarios.
Abrimos el blog a la cuarta y última lectura de la segunda edición del club virtual 4 Lecturas, 4 Continentes, organizado desde las bibliotecas del Instituto Cervantes de Bruselas, Estambul, Tetuán y Chicago. En esta edición el tema del club es la memoria del siglo XX.
Amigo es la nueva novela de Ana Merino después de alzarse con el Premio Nadal. Una historia que indaga en la fuerza de la amistad y su reverso más doloroso: la traición. Inés Sánchez Cruz, una poeta mexicana afincada como profesora de escritura creativa en Estados Unidos, llega a la Residencia de Estudiantes de Madrid para impartir un taller de poesía e investigar un hallazgo reciente: el archivo familiar de Joaquín Amigo, uno de los amigos de Lorca, también asesinado violentamente y desaparecido al comienzo de la guerra civil. Inés arrastra una profunda angustia fruto aparentemente de las luchas de poder en el ámbito académico y la traición por parte de un amigo íntimo, pero el fallecimiento de uno de sus colegas activa una serie de recuerdos traumáticos que se entremezclan con las investigaciones de los documentos y cartas del archivo familiar.
Ana Merino (Madrid 1971) es catedrática y fundadora del MFA de Escritura Creativa en Español de la Universidad de Iowa. Ha publicado nueve poemarios, entre los que destaca Preparativos para un viaje, galardonado con el Premio Adonáis de Poesía en 1994, y es autora de obras de teatro estrenadas en Zúrich y Iowa. Experta en estudios culturales, es pionera, con sus ensayos, en el desarrollo de la formación académica del cómic. Ha sido columnista para El País, miembro del Comité Ejecutivo del International Comic Arts Forum (ICAF), del Directivo del Center for Cartoon Studies (CCS) y del Iowa City UNESCO City of Literature. En la actualidad es miembro de la Junta Directiva del Teatro Riverside de Iowa. Fue galardonada con el Premio Nadal 2020 por su primera novela, El mapa de los afectos. Amigo es su segunda novela de ficción.
El debate sobre Amigo se lleva a cabo del 19 de noviembre al 9 de diciembre en este mismo blog, esperamos vuestros comentarios y opiniones tal como vayáis avanzando en la lectura. El sábado 10 de diciembre tendrá lugar el encuentro con Ana Merino en la plataforma Zoom, con la moderación de Ángel Hernando. Una oportunidad única para dialogar con la escritora y poder comentar detalles de la novela y de su trayectoria literaria.
El pasado sábado 8 de octubre descubrimos un poco más al increíble autor Santiago Roncagliolo, camaleónico como pocos, cuando quiere escapar de la realidad, y humilde y sincero en todo momento. Con él pudimos disfrutar y conocer en profundidad su trayectoria literaria, junto a grandes lectores, colofón de una lectura épica, Abril rojo, tercer libro del club 4 Lecturas 4 Continentes de 2022.
Nos contó su llegada a España para formarse en escritura de guion, con la que quería experimentar y escribir otros géneros y así, descubrir y probar diferentes posibilidades. Ese Madrid de los años 90 lo recibió con los brazos abiertos, era el lugar ideal para encontrar artistas, y mucha libertad, en comparación con el Perú de la época, anticuado y machista. Se dejó inspirar por un Madrid auténtico, pegajoso y cañí, que hoy día ha seguido los pasos de Barcelona, modernizándose y dejando de lado la solera y carisma con la que contaba la ciudad hasta hace tan sólo veinte años.
Nos descubrió también cómo su literatura se nutre de experiencias, viajes, visitas, gente… lecturas e historias para contar las suyas, y nos hizo recordar la gran frase de Cervantes: «El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho». Entre otras anécdotas, sus visitas a la cárcel, el lugar en el que un país guarda todo lo que no quiere ver, le resultaba de especial interés. Y ese conocimiento, todo unido, es el que utiliza para crear sus novelas, donde los personajes se van alejando de la persona en la que se inspira a medida que se va adentrando en la novela. Nos confesaba que nunca creyó que pudiera llegar a ser escritor, durante su juventud, ser escritor significaba viajar y codearse con políticos y gente importante, un sueño demasiado inalcanzable para él. Sin embargo, siendo profesor, se dio cuenta de que eso era lo que realmente le gustaba, y al llegar a España, y unos premios literarios después…, finalista del Premio Herralde con la novela Pudor, que ya era una buena carta de presentación, y el Premio Alfaguara 2006 por Abril rojo, pudo dedicarse por entero a este oficio. Afirma sentirse más tranquilo en los últimos años en la creación literaria que en el periodismo, por el anonimato que el mundo artístico le otorga en comparación con el anterior, donde uno está obligado a posicionarse.
Santiago proviene de una familia de exiliados, creció en México, junto a otras familias de exiliados políticos de América Latina, entre chilenos y uruguayos, y creció con la sensación de ser de cualquier lugar en el que se hablara español. Perú, su lugar de origen, la dura realidad social y política que lo componía, lo descubrió años después. Al no haber nacido en esa realidad, sí se la cuestionó al conocerla, y eso fue lo que le impulsó a escribir sobre la historia de su país. Su refugio siempre han sido los libros. Como emigrante, tiene la sensación de que algún día quizás el mundo podría dejar de existir tal y como lo conocemos, y eso le impulsa a querer contar realidades, aunque también a salirse de ellas en ocasiones, para evadirse e imaginar ficciones en mundos que ha conocido y le han sorprendido, como es el caso de su novela Tan cerca de la vida. Lo mismo pasa con el título La noche de los alfileres, que una lectora destacó, nada tiene que ver con sus novelas históricas, en este caso se adentra en personajes que conoce bien porque son personajes de su infancia.
Su novela La pena máxima, precuela de Abril rojo, acaba de ser estrenada en cine y pronto estará en plataformas comerciales. Esta novela, en la que aparece el teniente fiscal Chacaltana en años precedentes, tiene también suspense y fútbol, ingredientes ideales para el lenguaje cinematográfico. Otra obra del autor ambientada también en la investigación periodística es La cuarta espada, donde se relatan los años de guerra entre Sendero Luminoso y el Estado peruano. En esta trilogía se cuentan los momentos más siniestros de la historia reciente de Perú. El autor cree que ninguna otra obra que pueda escribir sobre esta época tendrá tanta repercusión como Abril rojo, utilizado como libro de historia en algunos institutos y universidades.
Este libro es una novela negra, sí, pero también es la historia de Perú, al autor le interesa que tenga, de hecho, varias lecturas, entre ellas el retrato sobre un momento histórico: Sendero Luminoso comienza como una guerrilla de profesores, e ilustra muy bien qué pasa cuando no hay profesores ni libros, y la violencia se hace con el poder. El público destacó precisamente el giro del protagonista a medida que avanza la novela, donde esa violencia va arrastrando a todos. El caso que investiga el fiscal acaba convirtiéndole en otra persona, va enloqueciendo poco a poco, al escritor le gustaba ese giro, lo veía necesario. Nuestro protagonista va perdiendo la inocencia en cada novela, y representa así a todos los espectadores inocentes, especialmente ahora mismo, que cada día asistimos impotentes a las guerras y crueldades que suceden en el mundo.
Algunos lectores destacaron la intriga y algunas complejidades de la trama, donde el protagonista parece ir detrás de la acción hasta que esta le coge a él, y es ahí donde podemos empezar a atar hilos. De gran interés para contextualizar la obra es el primer post del blog 4 Lecturas 4 Continentes, una introducción a la novela, donde nos adentramos en el Perú de finales del s. XX. Otros lectores destacaron el horror de narrar escenas tan truculentas, a lo que el autor respondía naturalmente: «cuando has crecido con esas escenas, no resulta tan difícil narrarlas». Desde Líbano compartían la respuesta. La ironía y el humor negro fueron también comentados, ¿cuándo deja el lector de reírse? Santiago quería jugar con este parámetro, ¿hasta dónde llega la sensibilidad de cada uno? ¿qué remueve a cada cual? El final también fue discutido, una lectora preguntaba si era necesarios, Santiago lo tenía claro, sí: «en una país de asesinos en serie, todos tienen muertos que esconder». Ahí lo dejamos.
Para el autor, el reto del libro es que todo el mundo pueda entender la lectura, y esa tarde pudo comprobar cómo se entendía desde cuatro continentes, con esos puntos de vista que él mismo, como autor, también incluye a partir de sus experiencias vitales, y de los diferentes lugares de origen y de acogida que le han visto crecer, y gracias a los cuales ha podido crear esta gran novela. Acabamos, quizás, un poco tristes, Santiago Roncagliolo afirma que actualmente Perú está más dividido que nunca, aún habiendo hecho, en su opinión, todo lo necesario. La población está polarizada en un enfrentamiento abierto entre la izquierda, asociada todavía al terrorismo, y la derecha, al fascismo. Esperamos que leer y conocer la situación pueda contribuir de alguna manera a mejorarla. Acabamos con una frase de aquella tarde: quien compra un libro, compra una identidad. Ahora somos todos un poco más roncagliolos, y estamos encantados.
Abril rojo es un título que en su brevedad resume el contenido del relato: hay unos hechos que suceden en un periodo muy concreto, del 9 de marzo del 2000 hasta el domingo 23 de abril. Se inician en carnaval y terminan con el fin de la semana santa, y se tiñen de rojo por los diferentes asesinatos -a estas alturas de la lectura creemos que nos desvelamos nada nuevo- que se van a producir en la ciudad de Ayacucho. Breve, ágil, simbólico y verídico -el autor se refiere a unos acontecimientos que realmente sucedieron.
Hay un ambiente en el que se mezcla lo religioso con lo pagano y que es un buen reflejo cultural y social de la ciudad, allí conviven población indígena, militares, policías, curas y funcionarios, educados en el canon de poder que se irradia desde la capital.
La novela puede dividirse en nueve partes, tal y como analizan Katherine Jazmin Alvarado Huamán y Hugo Jaime Camacllanqui Amancay en su trabajo “La corrupción en la novela Abril rojo de Santiago Rafael Roncagliolo Lohmann» y entre los temas que van apareciendo están la corrupción y la muerte, por supuesto, pero también el asesinato y la violencia, el terrorismo, las obsesiones personales, las mujeres, la semana santa y el papel del turismo.
El texto se va construyendo a través de los informes del fiscal Chacaltana, los comentarios que él mismo hace de estos escritos, unas notas llenas de incorrecciones que se van intercalando azarosamente, dando una sensación de naturalidad, creando la impresión de que los acontecimientos se cuentan conforme surgen, y la presencia del narrador en tercera persona que va cosiendo todo y añadiendo puntos de vista que tanto el fiscal como el redactor de las notas desconocen. Además, Roncagliolo utiliza el diálogo para poner ante los ojos del lector la profundidad de los personajes.
A modo de ilustración dejemos un fragmento de los informes del fiscal, ya que como se afirma en el taller de lectura de Liliana Costa “son los textos más logrados. Reflejan su lucha interior, su patetismo, su falta de mundo. Y ante el vacío personal y la necesidad acuciante de negar lo que nadie sabe sobre él, desarrolla una actitud defensiva para proteger las normas legales y no perder el norte.” (Abril Rojo – (lilianacosta.com)):
“Según ha manifestado ante las autoridades competentes, el declarante llevaba tres días en el carnaval del referido asentamiento, donde había participado en el baile del pueblo. Debido a esa contingencia, afirma no recordar dónde se hallaba la noche anterior ni ninguna de las dos precedentes, en las que refirió haber libado grandes cantidades de bebidas espirituosas. Esa versión no ha podido ser ratificada por ninguno de los 1.576 vecinos del pueblo, que dan fe de haberse encontrado asimismo en el referido estado etílico durante las anteriores 72 horas con ocasión de dicha festividad” (Abril rojo)
Los personajes de la novela
Roncagliolo presenta a los personajes de manera breve y precisa. Así tenemos a:
1. Félix Chacaltana Saldívar fiscal distrital adjunto. Meticuloso y disciplinado. Hombre débil y carente de personalidad que ha sido destinado a Ayacucho, su ciudad natal, después de haberse divorciado.
2. Edith Ayala Munguía, mesera del restaurante El Huamanguino de origen campesino, muchacha de unos veinte años, bonita, delgada, era tímida, usaba prendas sencillas.
3. Sebastián Quiroz Mendoza, párroco de la iglesia Corazón de Cristo, tenía aproximadamente 50 años, poco pelo y de estatura alta. Félix acudía a él para contarle sobre los distintos asesinatos que se habían suscitado, el padre daba un significado de todos ellos según la religión, las costumbres y los mitos de los Andes.
4. Justino Mayta Carazo, campesino de talla pequeña, quechuahablante. Un hombre que provenía de una familia humilde vivía en Quinua con su madre. Tenía trabajos eventuales y era militante de Sendero al igual que su hermano Edwin.
5. Faustino Posadas, médico legista trabaja en el hospital de Huamanga, tenía acento norteño. Hombre de baja estatura y usaba lentes. Todos los cadáveres encontrados estaban a su cargo, él tenía que hacer la necropsia y presentar el respectivo informe.
6. El Capitán Pacheco estaba a cargo de la comisaría de la provincia de Huamanga y por ende tenía que elaborar los respectivos informes sobre los cadáveres encontrados.
7. El Comandante Alejandro Carrión Villanueva quien tenía poder debido al cargo que desempeñaba (se ocupaba de los ascensos).
8. El Sargento que trabaja en la oficina del capitán Pacheco y es quien recibe al fiscal en todas las visitas que éste.
9. Juez Briceño, hombre bajito que trabajaba en la Corte Superior de Justicia de Ayacucho.
10. Carlos Martín Eléspuru, agente del Servicio Nacional de Inteligencia siempre usaba una corbata celeste y es quien redacta el último informe.
11. Teniente Aramayo estaba a cargo de la comisaría de Yawarmayo, tenía aproximadamente 50 años.
12. Johnatan Cahuide Alosilla, jefe de la Oficina Nacional de Procesos Electorales en Yawarmayo.
13. Hernán Durango González, alias camarada Alonso reo que purgaba condena en el penal de máxima seguridad de Huamanga acusado de terrorismo. Era delgado, moreno.
14. Coronel Olazábal trabajaba en el penal de máxima seguridad de Huamanga, era alto, blanco y joven.
El protagonista y sus vicisitudes
Chacaltana es un perdedor, aunque intenta demostrar a todo el mundo que no es un tonto. Entres sus peculiaridades está que habla con su madre muerta y la trata como si estuviera viva. Está solo, no tiene amigos y parece que tampoco muchas relaciones sociales.
“Conforme el ágape transcurría y el alcohol circulaba, el tema iba limitándose a enumerar a las mujeres que cada uno deseaba y a los detalles de un hipotético encuentro sexual. Y el fiscal distrital adjunto Félix Chacaltana Saldívar, de momento, no deseaba desear a ninguna mujer. Solía asistir a las enumeraciones asintiendo y preguntándose en qué momento podría decir algo, una palabra al menos, tratando de recordar a alguna mujer que llamase su atención. Por eso, normalmente, prefería no asistir, quedarse en casa arreglando el cuarto de su madre o leyendo a solas sus poemas de José Santos Chocano.” (Abril rojo)
Es un hombre inseguro, casi paranoico, se siente perseguido, observado, tiene pesadillas, sueña con fuego y con golpes, los fantasmas del pasado se le van apareciendo.
Liliana Costa, en su taller de lectura nos dice que: “A pesar de todos sus defectos, Chacaltana es el hilo conductor. La novela se sostiene porque él quiere seguir investigando. La energía que él centra en su trabajo, para huir de sí mismo, inunda de energía a la narración.”
¿Cómo es el estilo?
Liliana Costa hace un análisis muy preciso y clarificador: <<Predominan las frases cortas, dinámicas, directas. La brevedad de la frase aligera la narración. Acelera el ritmo.
Hay ocasiones en que la frase tiene una sola palabra, en este caso suele ser un verbo: “Succionó”. “Embistió”. “Sudaba” .
En muchos párrafos Roncagliolo inicia las frases con un verbo, sobre todo cuando narra escenas de máxima tensión. El recurso funciona muy bien, lo que interesa en ese momento es lo que hace el personaje para salir del apuro. Centrar la atención en el verbo es altamente eficaz:
“Volvió a oír el siseo afuera, en el salón. Casi por instinto, desabrochó la cartuchera y sacó el arma. Regresó a la sala apuntando hacia delante, hacia las cajas. Rastrilló, para que la bala saliese más rápido en caso de emergencia. Se dio cuenta de que su mano temblaba. Apoyó la espalda contra la pared y empezó a recorrer así el perímetro de la habitación, bordeando las cajas donde las había. Sacó su pañuelo para secarse el sudor. […]
Los verbos acentúan la acción, y al cargarse la escena de acción, aumenta el suspenso y la tensión dramática.
Otro acierto estilístico son las frases en donde se unen elementos inesperados:
-“Félix Chacaltana Saldívar recuperó su carnet y su sueño”.
-“Sólo volvió a meter la cabeza en su ventana y en su vida”.
-“Su vulva sabía a jabón y a ella”.
Y para terminar, queremos mencionar el humor, como nota constante en la novela. Este humor negro que hace risueña una historia tremenda, cruel, dolorosa y demencial.
El humor como ingrediente importante de la vida humana:
“-¿Refuerzos? Claro. También pedimos una piscina y un par de putas y aquí estamos”.
“Gringos pues, fiscal, son unos maricones todos. Chillan y chillan y no les han hecho nada. Ni siquiera llegaron a robarles porque se pusieron todos a gritar. Deberíamos exportarles delincuentes para que sepan lo que es un robo de verdad y no nos hagan perder el tiempo en cojudeces.” >> (Abril Rojo – (lilianacosta.com)
Ya estamos impacientes de conocer y charlar con Santiago Roncagliolo y de compartir con él nuestra lectura. Es el próximo sábado 8. ¡No os lo perdáis!
Comentarios recientes / Son yapılan yorumlar