“El 18 de julio de 1936, La Palma, una de las islas occidentales del archipiélago canario, se mantuvo fiel al Gobierno de la Segunda República durante un periodo de siete días que luego sería denominado la Semana Roja. Tras el desembarco de tropas del bando nacional y de voluntarios falangistas, los milicianos de izquierda huyeron a los montes para evitar una confrontación que habría involucrado a civiles. […]
La acción de esta novela transcurre en esa isla y en esos días en que a la miseria y el aislamiento se sumó la violencia. Y está dedicada a quienes se negaron a olvidar.”
(Los milagros prohibidos, p. 9)
Este es el momento en el que se ubica Los milagros prohibidos. Aunque el objetivo de Ravelo no es hacer una novela histórica, sí que los acontecimientos que tuvieron lugar no solo durante la Semana Roja sino en los meses posteriores, con el movimiento de Los Alzados, constituyen el origen y punto de partida de las peripecias y vicisitudes que tienen que vivir sus personajes.
¿Qué ocurrió en la isla de La Palma el 18 de julio de 1936, fecha en la que el General Franco se subleva al legítimo gobierno de La República?
Alexis Ravelo nos lo cuenta en la Tercera Parte del libro, con la conversación que se sumerge en los recuerdos cercanos entre Juan Padilla el Malahablao y Agustín Santos y que dará pie a una rememoración de los hechos desde el punto de vista de diferentes personajes de uno y otro bando. Todo comienza un 17 de julio en el que Floro el Hurón se despierta en la cama de Candela en Las Palmas con los aires del golpe en el ambiente justo en el mismo instante en el que Emilia y Agustín cierran su casa en Puntallana para trasladarse a Santa Cruz de La Palma ajenos a lo que estaba por pasar.
En esta conversación, Juan y Agustín reflexionan sobre su presente, sobre los asuntos a los que se dedicaba el gobierno republicano, “estaban ocupados construyendo un nuevo país, un nuevo mundo”, y las motivaciones de los golpistas, “les movía sobre todo el miedo. Miedo a perder privilegios inmemoriales, poderes que la oscuridad, travestida de tradición les había conferido durante generaciones”. Asimismo, describen con precisión el momento inaugural de la Semana Roja, la intercepción por parte de un jefe de telégrafos de Izquierda Republicana de “un telegrama de los traidores en la mañana del 18 de julio”, que llevó a Tomás Yanes, delegado del Gobierno, “que supo qué hacer”.
La ficción se corresponde con la realidad de los hechos tal y como se describen en este artículo de 19 de febrero de 2019 de El Digital Sur: “Al cuartel de la isla bonita llegó un telegrama de los golpistas para que se sublevara el Capitán, sin embargo, este fue interceptado por un telegrafista socialista que se lo envió al Gobernador Civil de Santa Cruz de Tenerife, Vázquez Moro cuya anticipación supuso que el Capitán del cuartel de La Palma no pudiera movilizar a los militares para apoyar el golpe de estado. De hecho, tan solo había 25 soldados porque el resto estaba de permiso. Por lo tanto, el destacamento no salió a las calles de Santa Cruz de La Palma para imponer el estado de guerra, tal como había ordenado Franco porque el número de militares era escaso para poder dominar a los simpatizantes y militantes de izquierdas que se estimaban en torno a unos 6.000 palmeros.”
“Y así permaneció La Palma desde el 18 de julio hasta el mismo día 25. Agustín y Juan no lo sabían en ese momento, mientras hablaban de él, pero a ese periodo ya habían empezado a llamarlo la Semana Roja. No por la sangre, porque esta no corrió. Fue una semana sin sangre. La sangre se derramaría más tarde, a lo largos de los meses de huida, y sería solo el preludio de una eternidad azul. Azul y profunda. Eso fue exactamente: una eternidad profunda y azul.”
(Los milagros prohibidos, pp. 163-164)
Nos cuentan los hechos en “Objetivo Canarias”, un programa de la Televisión Canaria de 7 de abril de 2021 (los acontecimientos de La Palma se narran desde el minuto 18 hasta el 21’30’’, aproximadamente):
La Semana Roja finaliza con la llegada del buque Canalejas, enviado por los golpistas para derrocar al gobierno legítimo: “Nada más llegar comenzó a bombardear los alrededores de la población e inició el desembarco de las militares. Los miembros de izquierdas, llamados alzados, pensando que el golpe de estado fracasaría en breve, decidieron adentrarse en los montes a la espera de que llegaran noticias para volver a retomar el orden.” (Los 13 de Fuencaliente, la Semana Roja de La Palma – El Digital Sur)
“El Canalejas era un cañonero de la clase Cánovas del Castillo, una máquina concebida para matar […] Cuando Silverio le dijo que el Canalejas iría a La Palma y que el Ejército solicitaba voluntarios falangistas para acompañarlos en la expedición, Floro no se lo pensó dos veces”.
(Los milagros prohibidos, p. 185)
Los Alzados: “los hombres hacen la historia. Las mujeres la sufren”
Agustín se ve obligado a abandonar La Palma y huir por los montes de la isla. Ravelo nos sitúa a hombros de su personaje para enseñarnos lo que vivieron aquellos hombres que durante meses fueron resistencia frente a los golpistas.
“Aunque en un sentido estricto de la palabra los Alzados no fueron “maquis”, si es cierto que fueron los primeros guerrilleros que huyeron al monte, aunque hubo quien escapó por mar hacia América. Otros tuvieron peor suerte y fueron apresados y juzgados.” (Los 13 de Fuencaliente, la Semana Roja de La Palma – El Digital Sur)
Desde otro lugar, desde el epicentro de la isla, donde los franquistas y falangistas intentan ejercer el poder, el escritor nos muestra la resistencia interior, la de Emilia y la de su familia frente a las embestidas de Flor el Hurón. También aparecen las represalias y las venganzas, el lado mezquino y miserable de los conflictos armados y que esta novela refleja al detalle y, como muestra, este magnífico pasaje contado desde el punto de vista de «un camarero calvo que escribe»: “ Ahí solo entré una vez, pero logré captar un fragmento de conversación: Yanes le decía a Luján que a ellos no les había pasado nada durante aquellos días, que si llegaba un cambio en la situación, ellos deberían hacer lo mismo: proteger a los otros. […] cuando Yanes ya se había ido, volví para reponer y escuché a Luján y a Rodríguez, que estaban de acuerdo en que <<al cabrón de Yanes, como a los otros, habría que darles café>>” (Los milagros prohibidos, p. 200).
[Para aclarar la expresión “dar café” es interesante leer este artículo de el periódico El Plural Andalucía, de 19 de febrero de 2021: CAFÉ: el lema falangista vinculado al asesinato de Lorca que luce en el Parlamento andaluz (elplural.com)]
Como todas las guerras, la española también dejó cicatrices que no porque haya pasado el tiempo y vivamos en un régimen democrático han logrado curarse. De hecho, sus consecuencias todavía están muy presentes y siguen causando muchísimo dolor. Para ilustrar estas consecuencias y los acontecimientos que las provocaron en la isla de La Palma os dejamos este documento en el que el cantautor Pedro Guerra hace un viaje con múltiples testimonios sobre el conflicto en las Canarias. Desde el minuto 43 aproximadamente están contados los hechos de La Palma:
Pero no son, a simple vista, solo huesos
Amoratados huesos
En el calcio del hueso hay una historia:
Acaudillada historia, desmemoriada historia
El horror no solventado
(Canción Huesos, de Pedro Guerra)
Si os apetece compartir vuestra lectura, animaos y participad en el blog.
«[…] primero fue el hambre. Primero fue la ignorancia. Primero fue la endogamia. Y la agonía de saber que entre el mar y los volcanes no había nada que no perteneciese en primer o último término a las contadas familias a quienes había pertenecido desde siempre todo aquello que sirviese para vivir o buscarse la vida. Primero fue la ignominia. Y el privilegio y el oprobio y la ira contenida en los ojos de hombres que no se atrevían a alzar la vista al paso de los lujanes, los sotomayores, los sotoseñores, los escrotomejores; los ojos de hombres cuyas manos labradas hubiesen podido romper cabezas y abrir gargantas, pero hubieron de tragar los sapos de la desigualdad en la tierra más fértil donde ya todo tenía dueño salvo la miseria. Y esta sí, la miseria, esta sí fue repartida a todos los que no llevaran galones o alzacuellos o cédulas con tres apellidos. Y, después de repartida la miseria, aún sobró. Siempre hubo miseria para repartir, porque la esperanza sí, pero la miseria nunca se acaba».
(Los milagros prohibidos, p. 159)
“Me lanzo esta vez con un comienzo de entrada, que no de novela, un poco largo, […]. Era todo o nada y he querido dejar entero testimonio de la maestría literaria y de la posición ante la vida, que comparto totalmente, de Alexis Ravelo.” (Rosa Berros Canuria, 25 de mayo de 2020: https://elblogdelafabula.blogspot.com/2020/05/los-milagros-prohibidos-alexis-ravelo.html)
Recordando esa actitud ante la vida leemos hoy Los milagros prohibidos de Alexis Ravelo, aunque “Dadas las circunstancias, para que […] estuviese bien, sano y salvo, habría hecho falta un milagro. Y los fascistas habían prohibido los milagros” (p. 90 de la edición de Siruela).
Una novela que, en palabras de su autor, es la historia de la caza de un hombre, Agustín Santos, el protagonista del triángulo amoroso que forma junto a Emilia Medeiros, su esposa, y Floro el Hurón, un falangista celoso. Pero el proyecto es ambicioso, busca la implicación del lector ampliando el punto de vista local. Ravelo confiesa: “he querido hacer algo parecido a lo que escribió Graham Greene en El poder y la gloria o Margarite de Yourcernar en El tiro de gracia, una historia que partiendo de lo más pequeño, sencillo y particular creciese hacia lo universal” (entrevista de Javier Vasco Oliaga para «Todoliteratura.com», 3 de marzo de 2017). El momento de la acción se sitúa en el inicio de la guerra civil española en la isla canaria de La Palma, entre el 18 y el 25 de julio de 1936, en lo que se conocería como la Semana Roja, pero mejor que todo esto nos lo cuente el propio escritor:
Después de esta presentación, ¿quién no querría leer esta novela?
“La novela de Ravelo es un maravilloso texto en el que se expresa, con una narración de ritmo frenético, todos los componentes, circunstancias e incurias del momento, pero también es una novela que reflexiona sobre el ser humano, sobre la envidia, los celos, la ira, la irracionalidad. Un maestro huye de un falangista que le persigue por el paisaje palmero, de escabrosas montañas, frondosos bosques tropicales, ríos entre precipicios rocosos, en una suerte que no deja a nadie indiferente. Una joya apasionante.”
Lectoras, amantes y seguidores de nuestro 4L/4C, disfrutad de un libro en el que vais a encontrar aventuras, amor, deseo, política, historia, amistad, odio, celos, violencia, todos los ingredientes de la épica contados desde la autenticidad de un escritor grande, humilde y honesto. Ojalá Ravelo seas.
“¿Quién es realmente ese hombre que mira con fijeza a Inés? La mejicana le ha quitado la máscara invisible, pero su gesto tenso fabrica otra máscara sobre su rostro. Que ella le ha descubierto es insignificante. Solo tiene que seguir siendo el personaje que ha inventado e ignorarla.” (Amigo).
En lo que podemos considerar tercera trama de la novela, la del repentino cambio de carácter de Agapito Lusoz Pescader al trasladarse a Milwaukee, por mediación de Inés, para ejercer como profesor de literatura en la universidad, Ana Merino muestra tal vez su lado más fantástico, más novelesco, en un ejercicio arriesgado que, como señala Santos Sanz Villanueva, en su crítica para El Cultural, “supone un cambio temático absoluto. […] La amistad queda en un telón de fondo sobre el que surgen dos motivos de larga tradición literaria que la desplazan. Ahora lo que Ana Merino aborda es el asunto del doble y el de la identidad. En consonancia con ese quiebro, el relato se encamina por la vereda de lo paranormal y de la fantaficción.”.
Quizás la senda por la que busca transitar esta parte de la novela tenga más relación con lo que nos cuenta el escritor argentino Julio Cortázar en este fragmento de la entrevista de Joaquín Soler Serrano para el programa A fondo, de RTVE:
Lo fantástico, enlazado con una estructura de suspense, busca atrapar al lector quien en el último tramo de la novela camina de la mano de Inés en busca de la verdad. Esta última fase actúa casi como catarsis o camino de desvelamiento y sanación personal por parte de la protagonista y en palabras de Carlos Zanón en su crítica de la novela para El País “opta por rematar el libro con una solución novelesca que resta mucho de la verdad literaria de Amigo.”.
Quizás esa verdad ya la había conseguido Merino al describir el perfil de Agapito y su comportamiento de abusador pasivo-agresivo cuando nos traslada a la vida en la universidad americana. Como bien dice Zanón: “No es nada sencillo encontrar el tono, el trazo y el pulso justo para dibujar heridas y desencantos, el desamparo dentro de una amistad que nunca es declarada rota por el mal amigo.”.
Sin duda, la unión y engarce de las tres tramas se hace complejo, pero como afirma Santos Villanueva al final prevalece “la celebración de la amistad y una proclama vitalista con un nítido y reconfortante mensaje a favor de afrontar y superar las adversidades de la vida.”
El doble y la identidad
Suponemos que ya os estáis acercando al final de la novela, así que sin desvelar nada sí que podemos hablar con un poco más de detalle de la idea del doble. Este concepto surge cuando dos apariciones del mismo personaje coexisten en un mismo espacio o mundo ficcional. Esta confluencia o confrontación provoca un conflicto de identidad, en el que se produce una interrogación acerca de la unidad del individuo.
Parece que la idea del doble en literatura aparece con el Romanticismo, a finales del siglo XVIII. Es un momento de cuestionamiento de las tradiciones y en el que surge una revelación del poder del deseo que se enfrenta a los límites que se imponen al ser humano. Se produce un interés por la figura mítica del doble, conocido con el nombre del Doppelgänger, es decir, “el que camina a nuestro lado”, “el doble caminante”, en sentido literal.
Aunque a nivel literario se da sobre todo en el género fantástico, a lo largo de la historia ha adoptado manifestaciones muy diferentes con diferentes planteamientos y significados. Autores como Otto Rank (El Doble y Don Juan) o Freud -quien habla del doble como uno de los grandes ejemplos de lo siniestro en la vida cotidiana-, entre otros autores, han elaborado diferentes teorías acerca de este fenómeno.
Para ilustrar sus manifestaciones tanto en la literatura como en el cine os dejamos este vídeo del programa La otra Aventura
Un escritor y sus dobles
“La duplicidad de la vida, en su vertiente más real, es la que se instaura en la prosecución de ella misma a través de la unión de los componentes humanos.” Estas palabras son de Guido Negretti en su crítica del documental “Vilas y sus dobles” realizado por Germán Roda, en 2022, y con el que os queremos dejar reflexionar sobre esta idea.
Esta película intenta pensar a través de la vida del escritor Manuel Vilas y con los actores José Sacristán y Pepe Viyuela, entre otros, los momentos más importantes de nuestras vidas. “La literatura, las películas, nuestros padres, la muerte, el arte y el amor. Un viaje por la memoria en lucha constante contra el olvido.” (https://distributionwithglasses.com/vilas-y-sus-dobles/).
“ Los dobles de Vilas, escritor español contemporáneo, no son solo los actores y las actrices que prestan sus voces a la lectura de algunos pasos de su producción literaria. Son, también, los personajes que forman parte de su familia, de su historia personal, los cuales no se limitan a los padres, sino también a los objetos y a los lugares que han ido creciendo (o, a la vez, mutando) con él a lo largo del proceso de rememoración típico de los que, ante el lento andar del presente, se preguntan qué fue de lo que antes era y hoy ya no es.”, dice Negretti.
Y desde este observatorio leer Amigo es también un proceso de recuerdo, en el que el pasado se nos aparece, un pasado sin resolver -el de Lorca, el de Amigo, el de Rosales, … y también el de Inés, o el de Sabino, o el de Agapito-, para iluminar nuestro presente en un ejercicio de diálogo donde la síntesis -o la cura- quizás se halle en un hospital o, con seguridad, en el próximo libro.
Ya solo nos queda prepararnos bien para el sábado y recibir a Ana Merino con nuestras libretas llenas de preguntas. No olvidéis inscribiros a la sesión. Os esperamos.
“Las rosas de Lorca.
Las espinas de Rosales.
Las lágrimas de Rosario:
<<Ay, Luisico, Luisico>>.” (Amigo)
En el trasfondo del relato de Ana Merino está muy presente un hecho histórico que todavía hoy en día mantiene una buena parte de misterio y de ofensa: la muerte del poeta Federico García Lorca. Miles de documentos, de películas, de estudios, de novelas, han intentado aclarar los hechos acaecidos pero, sin duda, lo que resulta más inexplicable es que en el año 2022 todavía no se hayan recuperado los restos del poeta -como los de tantos otros miles de ciudadanos españoles que fallecieron durante la guerra civil -como los del propio Amigo- y que siguen enterrados en cunetas o fosas comunes.
Merino cita en la novela unas palabras de Federico sobre el paisaje rural y la envidia fratricida, recogidas en su libro Impresiones y paisajes, de 1918, libro dedicado a Joaquín, y que años más tarde resultarían premonitorias para ambos: “Por todas partes hay angustia, aridez, pobreza y fuerza… y pasar campos y campos, todos rojos, todos amasados con una sangre que tiene de Abel y Caín…”
Durante muchos años se construyó el relato de la culpabilidad de Luis Rosales en el apresamiento de García Lorca en la casa familiar a la que había acudido a refugiarse el poeta de Fuentevaqueros pensando que el vínculo de la familia Rosales con el falangismo le resultaría protector ante el ruido de sables y balas que retumbaban en España tras el alzamiento del general Franco.
Sin embargo, parece que “los papeles prestados” que tomó Rosales del archivo custodiado por Rosario, la mujer de Amigo, desmienten, de alguna manera, la tesis de la traición: “Inés veía claro que Luis Rosales quería reivindicar a Lorca, y lo tenía siempre presente porque no pudo impedir que apresaran a su amigo en la propia casa familiar” (Amigo).
Como se nos cuenta en el libro, por la casa de Rosario pasaron muchos investigadores intentando documentar la vida de Lorca aprovechando el vínculo profundo que había entre Joaquín y Federico. Entre todos los que se nombran, además del propio Rosales, están el periodista, investigador y escritor irlandés Ian Gibson, autor de una biografía y varios libros sobre Lorca (y sobre Dali, Buñuel, Machado, etc.) y el poeta y ensayista Félix Grande.
Un debate
Es, sin duda, un documento único el programa que dedicó el espacio televisivo de debate “La Clave” de TVE (televisión española) a analizar la muerte de Lorca. Fue emitido el 21 de junio de 1980. Entre los invitados encontramos al hispanista Ian Gibson; al ex Gobernador Civil de Granada, César Torres Martínez; al escritor José Luis Vila San Juan, al poeta Luis Rosales, al pintor José Caballero y a Santiago Ontañón, escenógrafo que trabajó con Lorca. El debate fue ilustrado con la película/documental «Federico García Lorca: Asesinato en Granada» (1976), dirigida por Humberto López y Guerra, y fue moderado con sello de autenticidad por José Luis Balbín, conductor de La Clave.
En primer lugar, os dejamos el enlace a la película para entrar bien informados al debate:
Y aquí está el programa íntegro para que recordéis esa época en la que en las televisiones se hablaba -mucho. El programa duró más de 3 horas-, se debatía -con argumentos-, se fumaba -en exceso- y donde las mujeres no existían:
Como quizás para las espectadores actuales la inmersión antropológica en la televisión española de los 80 del siglo pasado sea excesiva, os proponemos este fragmento del programa donde Rosales y Gibson, principalmente, intentan recrear los hechos que sucedieron en agosto de 1936:
La investigación de una pérdida
En 1949, Luis Rosales publicaría los poemas y los dos dibujos inéditos de Federico García Lorca y que Rosario le había prestado en los Cuadernos Hispanoamericanos, la revista de crítica literaria que se había fundado en el 48. Entre los poemas que Rosales publica hay un manuscrito del 7 de mayo de 1918, titulado “La oración de las rosas”. Así suena el poema recitado por Rosa Castells:
Inés sigue la pista del archivo Amigo y de los investigadores que pasaron por allí: Gibson y Grande. Las investigaciones de Gibson se recogieron en un volumen en el que se incluía el periodo que va desde su nacimiento hasta el viaje a Nueva York en 1929, Federico García Lorca. 1. De Fuentevaqueros a Nueva York, 1828-1929:
En un primer momento, el libro de Félix Grande, La calumnia, un ensayo sobre la amistad entre Lorca y Rosales, no está entre los documentos que maneja Inés, aunque el lector ya va adivinando que este personaje puede ser importante en la investigación de la trama académica.
El poeta, ensayista y flamencólogo Félix Grande -y su mujer, la también poeta Francisca Aguirre- aparecen un poco más adelante. Inés encuentra el libro de Grande en su querida Cuesta de Moyano, ese enclave con tanto encanto a espaldas del Jardín Botánico madrileño. La calumnia es “un libro dedicado a la exculpación de Rosales en la muerte de su amigo Lorca”, pero en donde también aparece Joaquín Amigo.
Félix fue a ver a Rosario acompañado de su mujer Paca el 17 de septiembre de 1986. Inés encuentra en el libro de Grande un relato que desmonta la falsa traición de Rosales: “Federico en casa de los Rosales; su arresto; la protesta de Luis Rosales en el Gobierno Civil por la detención de su amigo; la intervención de Manuel de Falla acompañado de Enrique Gómez Arboleya para tratar de salvarlo; escenas dolorosas y tensas que desembocan en la Fuente de las Lágrimas [lugar de su asesinato]; su fusilamiento y la desaparición de su cuerpo enterrado en alguna de las fosas comunes que se abrieron por toda España.” (Amigo).
Inés parece respirar tranquila con los argumentos de Grande, quien defiende a ultranza a Rosales, su comportamiento durante el franquismo y denuncia las vejaciones e insultos que tuvo que sufrir por lo que ahora llamaríamos una fake news. Lo único que Inés no perdona a Rosales es que no devolviera los papeles y dibujos que se llevó de su casa para publicarlos, probablemente con el afán de rendir homenaje tanto a Joaquín como a Federico: «Ay, Luisico, Luisico».
Curiosamente, tanto Luis Rosales como después Félix Grande coincidirían en los Cuadernos Hispanoamericanos, siendo ambos directores de la publicación en épocas diferentes.
¿Os está gustando esta inmersión en la luctuosa historia de la literatura española de la guerra civil?
“En la mañana del jueves 7 de noviembre, Inés se encuentra el correo electrónico en el que le confirman una pequeña beca de investigación que había pedido. Con ese dinero podrá alargar su estancia en Madrid y en la Residencia, y visitar el archivo familiar de Joaquín Amigo, uno de los intelectuales de la generación del 27” (Amigo).
Es el hermano de Inés, que conoce muy bien a Santiago, uno de los nietos de Joaquín Amigo, quien le pondrá sobre la pista del archivo que guarda María, la nieta que vive en Madrid. Pero, ¿quién es este tal Joaquín Amigo?
Fue escritor y catedrático de Literatura de la Generación del 27. Fue uno de los redactores de la revista gallo, que dirigía Federico García Lorca. Fue amigo de García Lorca, quien le dedicó el poema “Dos marinos en la orilla”, del libro Canciones (1921-1924):
DOS MARINOS EN LA ORILLA – CANCIONES PARA TERMINAR (Canciones 1921-1924)
(A Joaquín Amigo)
I
Se trajo en el corazón
un pez del Mar de la China.
A veces se ve cruzar
diminuto por sus ojos.
Olvida siendo marino
los bares y las naranjas.
Mira al agua.
II
Tenía la lengua de jabón.
Lavó sus palabras y se calló.
Mundo plano, mar rizado,
cien estrellas y su barco.
Vio los balcones del Papa
y los pechos dorados de las cubanas.
Mira al agua.
En la Granada de los años 20 del siglo pasado, Joaquín Amigo se relacionaba con muchos poetas: Enrique Gómez Arboleya o Luis Rosales, a través del cual conoció a Federico.
Amigo era católico, de ideología conservadora, aunque fue también discípulo y coetáneo de las vanguardias y del filósofo José Ortega y Gasset.
Tras la sublevación militar del general Franco, es arrestado por el bando republicano el veinticuatro de agosto de 1936 en Ronda, donde estaba destinado como catedrático de instituto. Tres días después, de madrugada, tan solo una semana después de la muerte de su amigo García Lorca fue arrojado al Tajo del pueblo malagueño por los partidarios del Frente Popular.
Ana Merino nos cuenta cómo sucedieron estos hechos y la relación que mantenían los dos amigos: «Joaquín era el amigo filósofo del 27, el social-cristiano, el que aportaba una ética de la escucha y de la espiritualidad y el que más se había interesado por Freud»[…]»Era cristiano. Iba a misa. Pero era parte del mismo momento de ruptura que los demás. Lorca y Amigo representaban la armonía, convivían como amigos. Entendían la diversidad de opiniones y de creencias. Lo que ocurrió fue que grupos de reacción rápida, de partidarios de la República salieron a buscar figuras que les parecieran del otro lado para responder a la represión de los rebeldes. Joaquín se encontró con ellos y fue su víctima perfecta. Aquellos verdugos, unos y otros, eran los mismos cainitas». («Joaquín Amigo, el íntimo de Lorca asesinado nueve días después por ‘los otros'»: Joaquín Amigo, el íntimo de Lorca asesinado nueve días después por ‘los otros’ | Literatura (elmundo.es), El Mundo 22/2/2022)
Sus colaboraciones en la revista gallo no fueron muy numerosas, aunque estuvo en el banquete de presentación y habló después de la intervención inaugural de Lorca y de otros participantes, con un discurso de crítica al siglo XIX. En el número 2 de la revista -publicado en abril de 1928- su nombre aparece junto a un Manifiesto Antiartístico firmado por Salvador Dalí, Sebastià Gasch y Lluís Montanyà. El texto era una traducción del Manifest Groc, aparecido previamente en catalán y que defendía los presupuestos estéticos del “antiarte”, la poética de la modernidad, el maquinismo, etc.
Amigo asistió también a la lectura de Yerma en la Huerta de San Vicente el verano de 1934.
Sería difícil describir y mostrar el ambiente en el que convivieron Rosales, Arboleya, Amigo y Lorca, pero quizás hacer un viaje literario por la Granada actual recorriendo todos esos espacios, estancias y paisajes que iluminaron a estos creadores inigualables sea una buena manera de sentirnos tal y como lo haría Inés consultando el archivo de la familia de Joaquín:
“Inés siente mucha curiosidad por lo que puedan contener los papeles de la familia de Joaquín Amigo. Ha intercambiado varios correos electrónicos con su nieta María, que le ha mencionado cartas personales de primeras figuras de la época, cuadernos manuscritos de poetas, apuntes de filosofía y documentos relacionados con la revista granadina gallo.”
La inmersión en el archivo familiar produce en Inés un efecto catártico, haciéndole olvidarse de sus problemas en Estados Unidos y del conflicto con el que era su amigo, Agapito: “la traición de un amigo y sus siniestras aristas no puede seguir colapsando su pensamiento, el mundo de Joaquín Amigo, de un Amigo con mayúscula, está allí observándola desde el trazo de todas sus cartas y anotaciones, acompañándola junto a su nieta.” (Amigo).
En realidad Inés recrea el camino que la propia escritora de la novela, Ana Merino, transitara dos años y medio antes de la publicación de este libro, cuando “como en un milagro”, siendo profesora de la Universidad de Iowa, recibe una invitación para inventariar los archivos de Amigo que guardaba su nieta en Madrid. Las circunstancias que vivió la autora a partir de este “accidente académico” “encendieron en Merino una novela que, al estilo de Cide Hamete Benengeli, es una caja dentro de otra caja.” («Joaquín Amigo, el íntimo de Lorca asesinado nueve días después por ‘los otros'»: Joaquín Amigo, el íntimo de Lorca asesinado nueve días después por ‘los otros’ | Literatura (elmundo.es), El Mundo 22/2/2022)
Merino va a narrar la historia de Inés, una investigadora universitaria, que se sumerge en los archivos de Amigo para enfrentar la soledad y sus propios fracasos: «La realidad supera a la ficción y a mí me ha dado el mejor título posible con el apellido de Joaquín».
La historia de esta amistad nos permitirá descubrir uno de los episodios más polémicos y luctuosos de la literatura española del siglo XX: la vida y muerte del poeta granadino Federico García Lorca.
¿Cómo estáis viviendo la novela? ¿Conocíais a Lorca y todo lo que supuso en la historia reciente de España? ¿Tenéis algún caso parecido en vuestros países? Ojalá os apetezca compartirlo.
Os dejamos con el espíritu lorquiano y las canciones antiguas recopiladas por el escritor granaíno y cantadas de forma magistral por Carmen Linares, premio Princesa de Asturias de las Artes 2022:
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