El pasado miércoles 2 de noviembre tuvimos una nueva sesión del Club de Lectura en el Instituto Cervantes.
En esta ocasión el texto elegido fue el drama “de la tierra” de Federico García Lorca Bodas de sangre.
Fue una sesión bastante numerosa –éramos ¡19 personas!-, aunque muy armoniosa. Y esto fue así porque hicimos un pequeño experimento: a los asiduos “cluberos” se unió un grupo de alumnos del nivel C1 de nuestro centro.
Rápidamente nos conocimos a través de los símbolos del drama de Lorca, porque cada uno eligió una tarjeta con un dibujo de uno de estos elementos (caballo, navaja, sangre, flor, luna…), y en él escribió su nombre, para a continuación pasearse por la sala presentándose y explicando el valor de su símbolo en la obra.
A esta actividad vinieron otras relacionados con el texto, con los colores, con movimiento, con conversación… ¡Ah!, y varias de estas actividades estuvieron amenizadas por canciones que aparecen en dicho drama, como La nana del caballo grande de Camarón y Bodas de sangre de Pata Negra
En definitiva, tuvimos una sesión bastante animada para hablar de lo que más nos gusta, la literatura, para compartir el arte hablando en la lengua que amamos, el español.
En cuanto al experimento de mezclar gente que no se conocía a través de la literatura, desde mi posición -como profesor y moderador del encuentro- creo que funcionó muy bien, porque la armonía y el buen ambiente presidió toda la sesión. Entonces, ¿quién se anima a organizar otra?
[Texto: Jose Manuel Ruiz, profesor del Instituto Cervantes de Estambul]
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