“Las rosas de Lorca.
Las espinas de Rosales.
Las lágrimas de Rosario:
<<Ay, Luisico, Luisico>>.” (Amigo)
En el trasfondo del relato de Ana Merino está muy presente un hecho histórico que todavía hoy en día mantiene una buena parte de misterio y de ofensa: la muerte del poeta Federico García Lorca. Miles de documentos, de películas, de estudios, de novelas, han intentado aclarar los hechos acaecidos pero, sin duda, lo que resulta más inexplicable es que en el año 2022 todavía no se hayan recuperado los restos del poeta -como los de tantos otros miles de ciudadanos españoles que fallecieron durante la guerra civil -como los del propio Amigo- y que siguen enterrados en cunetas o fosas comunes.
Merino cita en la novela unas palabras de Federico sobre el paisaje rural y la envidia fratricida, recogidas en su libro Impresiones y paisajes, de 1918, libro dedicado a Joaquín, y que años más tarde resultarían premonitorias para ambos: “Por todas partes hay angustia, aridez, pobreza y fuerza… y pasar campos y campos, todos rojos, todos amasados con una sangre que tiene de Abel y Caín…”
Durante muchos años se construyó el relato de la culpabilidad de Luis Rosales en el apresamiento de García Lorca en la casa familiar a la que había acudido a refugiarse el poeta de Fuentevaqueros pensando que el vínculo de la familia Rosales con el falangismo le resultaría protector ante el ruido de sables y balas que retumbaban en España tras el alzamiento del general Franco.
Sin embargo, parece que “los papeles prestados” que tomó Rosales del archivo custodiado por Rosario, la mujer de Amigo, desmienten, de alguna manera, la tesis de la traición: “Inés veía claro que Luis Rosales quería reivindicar a Lorca, y lo tenía siempre presente porque no pudo impedir que apresaran a su amigo en la propia casa familiar” (Amigo).
Como se nos cuenta en el libro, por la casa de Rosario pasaron muchos investigadores intentando documentar la vida de Lorca aprovechando el vínculo profundo que había entre Joaquín y Federico. Entre todos los que se nombran, además del propio Rosales, están el periodista, investigador y escritor irlandés Ian Gibson, autor de una biografía y varios libros sobre Lorca (y sobre Dali, Buñuel, Machado, etc.) y el poeta y ensayista Félix Grande.
Un debate
Es, sin duda, un documento único el programa que dedicó el espacio televisivo de debate “La Clave” de TVE (televisión española) a analizar la muerte de Lorca. Fue emitido el 21 de junio de 1980. Entre los invitados encontramos al hispanista Ian Gibson; al ex Gobernador Civil de Granada, César Torres Martínez; al escritor José Luis Vila San Juan, al poeta Luis Rosales, al pintor José Caballero y a Santiago Ontañón, escenógrafo que trabajó con Lorca. El debate fue ilustrado con la película/documental «Federico García Lorca: Asesinato en Granada» (1976), dirigida por Humberto López y Guerra, y fue moderado con sello de autenticidad por José Luis Balbín, conductor de La Clave.
En primer lugar, os dejamos el enlace a la película para entrar bien informados al debate:
Y aquí está el programa íntegro para que recordéis esa época en la que en las televisiones se hablaba -mucho. El programa duró más de 3 horas-, se debatía -con argumentos-, se fumaba -en exceso- y donde las mujeres no existían:
Como quizás para las espectadores actuales la inmersión antropológica en la televisión española de los 80 del siglo pasado sea excesiva, os proponemos este fragmento del programa donde Rosales y Gibson, principalmente, intentan recrear los hechos que sucedieron en agosto de 1936:
La investigación de una pérdida
En 1949, Luis Rosales publicaría los poemas y los dos dibujos inéditos de Federico García Lorca y que Rosario le había prestado en los Cuadernos Hispanoamericanos, la revista de crítica literaria que se había fundado en el 48. Entre los poemas que Rosales publica hay un manuscrito del 7 de mayo de 1918, titulado “La oración de las rosas”. Así suena el poema recitado por Rosa Castells:
Inés sigue la pista del archivo Amigo y de los investigadores que pasaron por allí: Gibson y Grande. Las investigaciones de Gibson se recogieron en un volumen en el que se incluía el periodo que va desde su nacimiento hasta el viaje a Nueva York en 1929, Federico García Lorca. 1. De Fuentevaqueros a Nueva York, 1828-1929:
En un primer momento, el libro de Félix Grande, La calumnia, un ensayo sobre la amistad entre Lorca y Rosales, no está entre los documentos que maneja Inés, aunque el lector ya va adivinando que este personaje puede ser importante en la investigación de la trama académica.
El poeta, ensayista y flamencólogo Félix Grande -y su mujer, la también poeta Francisca Aguirre- aparecen un poco más adelante. Inés encuentra el libro de Grande en su querida Cuesta de Moyano, ese enclave con tanto encanto a espaldas del Jardín Botánico madrileño. La calumnia es “un libro dedicado a la exculpación de Rosales en la muerte de su amigo Lorca”, pero en donde también aparece Joaquín Amigo.
Félix fue a ver a Rosario acompañado de su mujer Paca el 17 de septiembre de 1986. Inés encuentra en el libro de Grande un relato que desmonta la falsa traición de Rosales: “Federico en casa de los Rosales; su arresto; la protesta de Luis Rosales en el Gobierno Civil por la detención de su amigo; la intervención de Manuel de Falla acompañado de Enrique Gómez Arboleya para tratar de salvarlo; escenas dolorosas y tensas que desembocan en la Fuente de las Lágrimas [lugar de su asesinato]; su fusilamiento y la desaparición de su cuerpo enterrado en alguna de las fosas comunes que se abrieron por toda España.” (Amigo).
Inés parece respirar tranquila con los argumentos de Grande, quien defiende a ultranza a Rosales, su comportamiento durante el franquismo y denuncia las vejaciones e insultos que tuvo que sufrir por lo que ahora llamaríamos una fake news. Lo único que Inés no perdona a Rosales es que no devolviera los papeles y dibujos que se llevó de su casa para publicarlos, probablemente con el afán de rendir homenaje tanto a Joaquín como a Federico: «Ay, Luisico, Luisico».
Curiosamente, tanto Luis Rosales como después Félix Grande coincidirían en los Cuadernos Hispanoamericanos, siendo ambos directores de la publicación en épocas diferentes.
¿Os está gustando esta inmersión en la luctuosa historia de la literatura española de la guerra civil?
“En la mañana del jueves 7 de noviembre, Inés se encuentra el correo electrónico en el que le confirman una pequeña beca de investigación que había pedido. Con ese dinero podrá alargar su estancia en Madrid y en la Residencia, y visitar el archivo familiar de Joaquín Amigo, uno de los intelectuales de la generación del 27” (Amigo).
Es el hermano de Inés, que conoce muy bien a Santiago, uno de los nietos de Joaquín Amigo, quien le pondrá sobre la pista del archivo que guarda María, la nieta que vive en Madrid. Pero, ¿quién es este tal Joaquín Amigo?
Fue escritor y catedrático de Literatura de la Generación del 27. Fue uno de los redactores de la revista gallo, que dirigía Federico García Lorca. Fue amigo de García Lorca, quien le dedicó el poema “Dos marinos en la orilla”, del libro Canciones (1921-1924):
DOS MARINOS EN LA ORILLA – CANCIONES PARA TERMINAR (Canciones 1921-1924)
(A Joaquín Amigo)
I
Se trajo en el corazón
un pez del Mar de la China.
A veces se ve cruzar
diminuto por sus ojos.
Olvida siendo marino
los bares y las naranjas.
Mira al agua.
II
Tenía la lengua de jabón.
Lavó sus palabras y se calló.
Mundo plano, mar rizado,
cien estrellas y su barco.
Vio los balcones del Papa
y los pechos dorados de las cubanas.
Mira al agua.
En la Granada de los años 20 del siglo pasado, Joaquín Amigo se relacionaba con muchos poetas: Enrique Gómez Arboleya o Luis Rosales, a través del cual conoció a Federico.
Amigo era católico, de ideología conservadora, aunque fue también discípulo y coetáneo de las vanguardias y del filósofo José Ortega y Gasset.
Tras la sublevación militar del general Franco, es arrestado por el bando republicano el veinticuatro de agosto de 1936 en Ronda, donde estaba destinado como catedrático de instituto. Tres días después, de madrugada, tan solo una semana después de la muerte de su amigo García Lorca fue arrojado al Tajo del pueblo malagueño por los partidarios del Frente Popular.
Ana Merino nos cuenta cómo sucedieron estos hechos y la relación que mantenían los dos amigos: «Joaquín era el amigo filósofo del 27, el social-cristiano, el que aportaba una ética de la escucha y de la espiritualidad y el que más se había interesado por Freud»[…]»Era cristiano. Iba a misa. Pero era parte del mismo momento de ruptura que los demás. Lorca y Amigo representaban la armonía, convivían como amigos. Entendían la diversidad de opiniones y de creencias. Lo que ocurrió fue que grupos de reacción rápida, de partidarios de la República salieron a buscar figuras que les parecieran del otro lado para responder a la represión de los rebeldes. Joaquín se encontró con ellos y fue su víctima perfecta. Aquellos verdugos, unos y otros, eran los mismos cainitas». («Joaquín Amigo, el íntimo de Lorca asesinado nueve días después por ‘los otros'»: Joaquín Amigo, el íntimo de Lorca asesinado nueve días después por ‘los otros’ | Literatura (elmundo.es), El Mundo 22/2/2022)
Sus colaboraciones en la revista gallo no fueron muy numerosas, aunque estuvo en el banquete de presentación y habló después de la intervención inaugural de Lorca y de otros participantes, con un discurso de crítica al siglo XIX. En el número 2 de la revista -publicado en abril de 1928- su nombre aparece junto a un Manifiesto Antiartístico firmado por Salvador Dalí, Sebastià Gasch y Lluís Montanyà. El texto era una traducción del Manifest Groc, aparecido previamente en catalán y que defendía los presupuestos estéticos del “antiarte”, la poética de la modernidad, el maquinismo, etc.
Amigo asistió también a la lectura de Yerma en la Huerta de San Vicente el verano de 1934.
Sería difícil describir y mostrar el ambiente en el que convivieron Rosales, Arboleya, Amigo y Lorca, pero quizás hacer un viaje literario por la Granada actual recorriendo todos esos espacios, estancias y paisajes que iluminaron a estos creadores inigualables sea una buena manera de sentirnos tal y como lo haría Inés consultando el archivo de la familia de Joaquín:
“Inés siente mucha curiosidad por lo que puedan contener los papeles de la familia de Joaquín Amigo. Ha intercambiado varios correos electrónicos con su nieta María, que le ha mencionado cartas personales de primeras figuras de la época, cuadernos manuscritos de poetas, apuntes de filosofía y documentos relacionados con la revista granadina gallo.”
La inmersión en el archivo familiar produce en Inés un efecto catártico, haciéndole olvidarse de sus problemas en Estados Unidos y del conflicto con el que era su amigo, Agapito: “la traición de un amigo y sus siniestras aristas no puede seguir colapsando su pensamiento, el mundo de Joaquín Amigo, de un Amigo con mayúscula, está allí observándola desde el trazo de todas sus cartas y anotaciones, acompañándola junto a su nieta.” (Amigo).
En realidad Inés recrea el camino que la propia escritora de la novela, Ana Merino, transitara dos años y medio antes de la publicación de este libro, cuando “como en un milagro”, siendo profesora de la Universidad de Iowa, recibe una invitación para inventariar los archivos de Amigo que guardaba su nieta en Madrid. Las circunstancias que vivió la autora a partir de este “accidente académico” “encendieron en Merino una novela que, al estilo de Cide Hamete Benengeli, es una caja dentro de otra caja.” («Joaquín Amigo, el íntimo de Lorca asesinado nueve días después por ‘los otros'»: Joaquín Amigo, el íntimo de Lorca asesinado nueve días después por ‘los otros’ | Literatura (elmundo.es), El Mundo 22/2/2022)
Merino va a narrar la historia de Inés, una investigadora universitaria, que se sumerge en los archivos de Amigo para enfrentar la soledad y sus propios fracasos: «La realidad supera a la ficción y a mí me ha dado el mejor título posible con el apellido de Joaquín».
La historia de esta amistad nos permitirá descubrir uno de los episodios más polémicos y luctuosos de la literatura española del siglo XX: la vida y muerte del poeta granadino Federico García Lorca.
¿Cómo estáis viviendo la novela? ¿Conocíais a Lorca y todo lo que supuso en la historia reciente de España? ¿Tenéis algún caso parecido en vuestros países? Ojalá os apetezca compartirlo.
Os dejamos con el espíritu lorquiano y las canciones antiguas recopiladas por el escritor granaíno y cantadas de forma magistral por Carmen Linares, premio Princesa de Asturias de las Artes 2022:
El miércoles 6 de junio, de 19.15 a 21.00, tendrá lugar la última sesión de esta temporada 2017-2018 del club de lectura que tan buenos ratos nos ha proporcionado.
Especial, como todos, dedicamos el encuentro a la poesía de Federico García Lorca, gracias a una iniciativa de nuestro profesor Juan Romera Luna, cuya presentación compartimos a continuación:
¿Leer poesía en nuestros tiempos va a acabar convirtiéndose en un acto de rebeldía o de inconformismo?
Es posible. Cada vez se lee menos poesía, parece como si nos faltara el tiempo para detenernos en ella, en ese lenguaje que, abstrayéndonos de la realidad más inmediata, consigue sumergirnos en otra realidad, también nuestra, pero más oculta, más profunda.
Sin embargo, la poesía, el lenguaje poético, aunque a veces no lo percibamos, inunda lo cotidiano. En las canciones, en las expresiones, en las metáforas que empleamos cada día, etc., podemos encontrar poesía. Aún así, a muchos, la idea de “enfrentarse” a un texto poético se le antoja una labor fastidiosa, trabajosa o difícil. Pero puede ser también un placer, un disfrute, además de una manera diferente y muy enriquecedora de aprender más del mundo que nos rodea.
Por este motivo hemos decidido dedicar la próxima sesión del club de lectura a la poesía. Para intentar derribar esa idea de que la poesía es solo para iniciados, de que es difícil comprender los poemas, de que solo pertenece a una élite. También para conversar sobre poesía y dar la oportunidad a cada uno de nosotros de exponer nuestra idea sobre la poesía, sobre los poemas que leemos. El lenguaje poético no es unívoco y, por tanto, está abierto a múltiples interpretaciones, casi tantas como lectores de poesía haya.
Unas interpretaciones pueden ser más acertadas que otras, o más o menos fundamentadas, pero lo interesante es compartir en el espacio del club de lectura aquellas impresiones, sensaciones, sentimientos o ideas que cada uno de nosotros tenemos.
¿Por qué Lorca? Cuando escuchamos este nombre, Lorca, sucede algo muy similar a cuando escuchamos el nombre de Che, Picasso, Gandhi… De pura fama, parece como si los conociéramos, aunque esto no sea así en todos los casos. Federico García Lorca es, seguramente, y con diferencia, el poeta más famoso, más internacional, de la poesía española. Pero esto, desgraciadamente, no significa que su obra sea igualmente conocida. Ni que los aspectos más interesantes de su obra o de su vida sean tenidos en cuenta. Ni que no haya parcelas de su obra y de su vida, íntimamente relacionadas, que no hayan permanecido ocultas durante mucho tiempo. Una buena manera de acercarnos a él es leer su poesía, llenando así ese significante, a veces vacío, de su apellido: Lorca.
Se da la circunstancia de que un 5 de junio, pero de 1898, nació en Fuente Vaqueros, un pueblecito de la provincia de Granada, nuestro poeta. Casi coincide con la próxima sesión de nuestro club de lectura y habíamos pensado que celebrar su nacimiento era una buena excusa para dedicarle una sesión leyendo algunos de sus poemas. Y este es el motivo. Su genialidad, su calidad artística, su papel destacado en la Generación del 27, etc., son, desde luego, motivos más que suficientes también.
Para más adelante dejaremos otros poetas españoles e hispanoamericanos de gran transcendencia: Rubén Darío, Pablo Neruda, Antonio Machado, etc.
El 6 de junio es, por tanto, un día de celebración: recordamos el nacimiento de un gran poeta y hacemos una sesión de poesía en el club de lectura. Este mismo día, además de charlar sobre los poemas, vamos a escuchar canciones basadas en algunos de sus poemas; en algunos casos, podemos escuchar diferentes versiones musicales de un mismo poema.
Selección de poemas
Hemos seleccionado 41 poemas de Lorca. Parecen muchos pero creo que cuando nos pongamos a leerlos nos van a parecer pocos. Los poemas son de diferentes libros, algunos publicados en vida y otros no. Hemos intentado que haya una variedad en temas y en estilos: desde los poemas de LIBRO DE POEMAS, muy influidos por la poesía de Rubén Darío, hasta POETA EN NUEVA YORK, en el que nos encontramos una poesía más influida por las vanguardias, sobre todo por el surrealismo, pasando por el POEMA DEL CANTE JONDO o el ROMANCERO GITANO, en los que nos encontramos un Lorca más influido por lo popular, por lo andaluz.
Igualmente, los temas también son variados: la soledad, la naturaleza, el erotismo, la deshumanización del hombre, el amor, la homosexualidad, el flamenco…
Como son tantos poemas hemos pensado que, sobre todo las personas que dispongan de menos tiempo para leer podrían concentrarse en los siguientes: 1, 2, 5, 8, 11, 20, 21, 23, 24, 28, 30, 34, 36 y 40.
Feliz lectura para todos.
[Texto: Juan Romero Luna]
Nota importante: El club de lectura es una actividad gratuita, dirigida a lectores nativos y no nativos (a partir del nivel B2), con carnet activo de nuestra biblioteca. Puedes consultar la programación de lecturas para las próximas semanas en nuestra web. Si te interesa participar, manda un correo electrónico a bibest@cervantes.es.
El pasado miércoles 2 de noviembre tuvimos una nueva sesión del Club de Lectura en el Instituto Cervantes.
En esta ocasión el texto elegido fue el drama “de la tierra” de Federico García Lorca Bodas de sangre.
Fue una sesión bastante numerosa –éramos ¡19 personas!-, aunque muy armoniosa. Y esto fue así porque hicimos un pequeño experimento: a los asiduos “cluberos” se unió un grupo de alumnos del nivel C1 de nuestro centro.
Rápidamente nos conocimos a través de los símbolos del drama de Lorca, porque cada uno eligió una tarjeta con un dibujo de uno de estos elementos (caballo, navaja, sangre, flor, luna…), y en él escribió su nombre, para a continuación pasearse por la sala presentándose y explicando el valor de su símbolo en la obra.
A esta actividad vinieron otras relacionados con el texto, con los colores, con movimiento, con conversación… ¡Ah!, y varias de estas actividades estuvieron amenizadas por canciones que aparecen en dicho drama, como La nana del caballo grande de Camarón y Bodas de sangre de Pata Negra
En definitiva, tuvimos una sesión bastante animada para hablar de lo que más nos gusta, la literatura, para compartir el arte hablando en la lengua que amamos, el español.
En cuanto al experimento de mezclar gente que no se conocía a través de la literatura, desde mi posición -como profesor y moderador del encuentro- creo que funcionó muy bien, porque la armonía y el buen ambiente presidió toda la sesión. Entonces, ¿quién se anima a organizar otra?
[Texto: Jose Manuel Ruiz, profesor del Instituto Cervantes de Estambul]
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