Este tercer encuentro del club de lectura estuvo dedicado a la novela «Páginas de vuelta» del escritor colombiano Santiago Gamboa .Os dejamos aquí el resumen de la sesión hecho de retazos de miradas (texto literario, solo en español, lengua de creación elegida por el autor).
Cette troisième rencontre du club de lecture a été dédiée au roman «Páginas de vuelta» de l’écrivain colombien Santiago Gamboa. Voici le résumé de la session fait par des fragments de regards (texte littéraire, uniquement en espagnol, langue de création choisie par l’auteur).
“..que me alimentaron con novelas”
La dedicatoria del libro no traiciona, sus personajes leen, escriben, narran y oyen historias que cruzan por nuestras venas, se sumergen en los pliegues de nuestros sueños y pasan páginas de otras historias leídas en otros tantos libros. Así Horacio, ávido lector hasta la locura, es el personaje de la novela que lee Arturo, todo él trasunto de los santos y mártires y, a su vez, de un tal Quijote.
Esta secuencia intercalada como cajas chinas de novelas que se leen, se escriben, se cuentan o se oyen hace que el lector, la lectora no pierda página, se interrogue y se crea a ratos detective de lo que ha de ser la verdad de cada una de ellas o del hilo conductor que una a todas .¿Será la misma Chela del relato “Ahora el amor”?, ¿qué aporta el personaje de Horacio a la novela?, ¿es el mismo apagón de luz que vuelve en cada historia? ….Así nos deja Gamboa absorbidos por esta trama de personajes y esta multitud de dimensiones, el todo escrito de manera que nos encontremos dando vueltas rápidas a las páginas intentando recomponer el puzle.
Arturo lee, Jaime escribe una novela romántica para conjurar sus demonios personales, y Natalia vive. Más allá, nos preguntábamos y nosotras como lectoras estábamos siendo leídas o contadas y por quién. Sería Jaime, el contador de historias, la voz de Santiago Gamboa; hasta qué punto había sido también su historia, su juventud; hasta qué punto estábamos construyendo la historia y cuál de ellas, todas simultáneas, el relato dentro del relato, esta multidimensionalidad temporal y espacial nos recordó el relato de Julio Cortázar “ La continuidad de los parques” que leímos el primer año del club de lectura y que nos dejó sumergidos en un juego apasionante del lector que lee lo que está leyendo otro lector y que nos convierte en personajes de este mismo relato.
Así en el fragor de la conversación mientras David nuestro lector colombiano nos describía la ciudad de Bogotá en los años 70 cuando sus padres jóvenes se comportan como los personajes de la novela, nosotras íbamos urdiendo la trama sobre la vida y la literatura: “ que no escriba, decís, o que no viva”.
Santiago Gamboa consigue a lo largo de la lectura que nos sintiéramos identificados con ciertos aspectos de los personajes. Algunas relaciones nos parecieron llenas de dudas y frustración mientras que otras muy equilibradas y serenas como la pareja Gaitana y Heberto que a lo mejor son los más felices porque no piensan demasiado como los demás.
Un apagón de luz deja a la ciudad a merced de las sombras, de los pasos esquivos, de las huidas esperadas, este efecto de fundido como en una película de cine negro ocurre en todos los relatos, y así la sesión del Club de Lectura se fundió en las palabras cadenciosas traídas desde allá, desde Bogotá: “ … mis padres me contaron…” Así estamos hechos todos, alimentados todos de historias.