El origen del proceso creativo de Distancia de rescate está en Berlín, cuando Samanta Schweblin inicia una residencia artística. En un principio, lo que surge del proceso de escritura es un cuento. Sin embargo, posteriormente descubre que tiene que transformar este relato en una novela corta. En 2014 para la publicación Infobae decía: “fue algo que surgió naturalmente, no es que me propuse escribir una novela, más bien estaba trabajando en un cuento que me estaba dando bastantes problemas porque no podía terminar de entender como podía contar una historia como esa y fue mi cabeza de cuentista la que tardó en entender que para contar esa historia como la quería contar necesitaba ciento treinta páginas más”.
La escritora nos cuenta el valor y la importancia del cuento en su apuesta narrativa:
En realidad, la aparición de esta nouvelle revelaba un proceso creativo que llevaba forjándose varios años antes. Para 2014, la escritora argentina ya tenía publicados dos libros de cuentos: El núcleo del disturbio y Pájaros en la boca. En estas obras aparecían dos de los aspectos que definen la obra cuentística de Schweblin: la tensión y el extrañamiento que generan en el lector. Uno año después de su publicación, la novela ganó el prestigioso premio Tigre Juan y su jurado dijo en ese momento sobre la obra ganadora que “lleva al extremo de la perfección dos técnicas literarias no siempre fáciles de armonizar y que son la tensión dramática y el estudio psicológico”.
¿De qué trata la novela?
De la maternidad: de hecho el título se refiere a una noción que Amanda, la protagonista y narradora de la historia, toma de su madre. Es “una distancia variable que me separa de mi hija […] un hilo invisible que nos une”. ¿Cuál es la distancia que nos permitirá el rescate de nuestros hijos? ¿Cuánto tardaríamos en salvarlos ante la amenaza de cualquier peligro?
De la denuncia social: el contexto político de la novela trata del problema de los agrotóxicos en el campo argentino. Según Drucaroff, la novela “se escribió y la leemos en tiempos en que alarma el aumento del cáncer y de niños deformes en las zonas cercanas a los cultivos de soja”. La propia autora reflexionó en una entrevista para la editorial Eterna Cadencia sobre la realidad del problema que denuncia y de la relación con la realidad de su país: “Todo lo horroroso y monstruoso que se cita en el libro no es ningún recurso fantástico, sucede ahora mismo, en nuestros soñados campos argentinos”.
De la infancia: los críticos afirman que la novela trata este tema desde una perspectiva gótica. El género literario nacido en el siglo XVIII en Inglaterra, que tuvo su gran auge en el XIX en Europa. Características: presenta emociones fuertes en los personajes, escenarios macabros, lúgubres y oscuros, hechos sobrenaturales o inexplicables, atmósferas extrañas y de misterio y, por supuesto, un secreto por desvelar. Así, los niños de esta novela se nos aparecen como una especie de monstruos.
De lo siniestro: en claro vínculo con el tema anterior. Lo siniestro -en la teoría psicoanalítica de Freud- es un elemento familiar reprimido que vuelve y provoca angustia, miedo y horror. Lo conocido provoca extrañamiento. Así, las infancias son monstruosas porque las madres no reconocen a sus propios hijos.
Hay otros temas que seguro que estáis descubriendo en vuestra lectura: el papel de la medicina alternativa ante la convencional, la homosexualidad, lo femenino, la muerte, … Es un libro que se va construyendo en la cabeza de los lectores, de manera sutil, con hilos transparentes: “La arquitectura narrativa se deja sostener por hilos apenas perceptibles: la sutileza metafórica, la ambigüedad que escamotea las afirmaciones argumentales, los deslizamientos que recorren imágenes y sensaciones de sueños, recuerdos y presagios como si fueran planos entremezclados que intentan descubrir “lo importante” de la historia.” (Sergio G. Coulatti, “El inquietante temblor de la inminencia”, Letralia, 23 de octubre de 2020).
¿Cuáles son los hilos que siguen vuestras lecturas?
Son como gusanos.
¿Qué tipo de gusanos?
Como gusanos, en todas partes.
El chico es el que habla, me dice las palabras al oído. Yo soy la que pregunta. ¿Gusanos en el cuerpo?
Sí, en el cuerpo.
¿Gusanos de tierra?
No, otro tipo de gusanos
Está oscuro y no puedo ver. Las sábanas son ásperas, se pliegan debajo de mi cuerpo. No me puedo mover, digo.
(Distancia de rescate, de Samanta Schweblin)
El inicio de esta nouvelle de Samanta Schweblin nos sumerge en un espacio de tensión y de densidad ambiental. Un narrador inexistente nos emplaza en un diálogo desconcertante y aparentemente amenazador. El lector se ve situado en el interior del relato, en una trama que se le impone y de la que no entiende muy bien hacia dónde se dirige. Sin embargo, ya desde esa primera escena anticipadora en la que aparecen las dos voces que, con papeles bien diferenciados, construirán una única escena se manifiesta un ambiente de terror que nos mantiene atrapados en cada una de sus páginas. La toma de palabra de cada uno de los personajes es tan importante como el espacio en el que se da, un lugar que adquiere un protagonismo inesperado a medida que vamos desvelando una realidad oculta, una existencia que nos acoge en un mundo de terror.
La autora nos cuenta qué nos vamos a encontrar:
“Que lo verdaderamente monstruoso es la naturaleza, la de afuera y la humana, es algo a lo que nos ha acostumbrado el terror clásico: el bosque y la selva funcionan como escondite de lo reprimido por la razón y los hijos son el comienzo de la extrañeza.” (“Los hijos tóxicos”, Carlos Pardo, El País, 7/3/2015)
Quizás estas palabras que Carlos Pardo le dedicó a la novela en su reseña para el periódico El País nos sitúen en el vínculo exacto que el relato de la escritora argentina tiene con el contenido de nuestro club de este año. Efectivamente, la naturaleza – otro ejemplo de la liternatura de la que nos hablaba en nuestra última lectura del ciclo el escritor Gabi Martínez- juega un papel que arrastra a los personajes de esta historia, un paisaje idílico que juega a desestabilizar al lector. “Dentro de esa clave improbable el lector participa de una historia que tiene mucho de alucinación: a partir de la conversación entre Amanda y David, un niño con inquietante voz de adulto, reconstruimos el momento en que […]”. En palabras de Pardo, Schweblin, impone “un estilo poético a fuerza de sustraer lo accesorio, la visibilidad de su escritura y la confianza en que el tema de un cuento se halla en la perspectiva desde la que se narra.”
Nada mejor para animaros a la lectura de este libro que dejaros las palabras de Sergio G. Colautti en su análisis del libro: “ No es un cuento en expansión, tampoco una novela que abrevia sus trayectos. No se parece a un relato que obedece formas transitadas ni a un texto teatral que despliega diálogos como andamios. No se deja presidir por una narración dominante ni escamotea sus sentidos en la opacidad de la conversación psicoanalítica. Pero algo de cada una de esas variables constructivas participa sutil e invisiblemente de Distancia de rescate para terminar conformando un género que no estaba, que no existía, que la escritura nueva y fresca de Samanta Schweblin acaba de proponer.” (“El inquietante temblor de la inminencia”, en Letralia. Tierra de letras, 23/10/2020).
Esperamos vuestros comentarios.
El campo ha cambiado frente a nuestros ojos sin que nadie se diera cuenta. Y quizá no se trate solo de sequías y herbicidas, quizá se trate del hilo vital y filoso que nos ata a nuestros hijos, y del veneno que echamos sobre ellos. Nada es un cliché cuando finalmente sucede. Distancia de rescate sigue esta vertiginosa fatalidad haciéndose siempre las mismas preguntas: ¿Hay acaso algún apocalipsis que no sea personal? ¿Cuál es el punto exacto en el que, sin saberlo, se da el paso en falso que finalmente nos condena? Samanta Schweblin ha escrito un relato extraordinario e hipnótico, urgente y perdurable, que logra mantenernos inevitablemente atrapados y sumergirnos en un universo ficcional estremecedor.
Novela ganadora del Premio literario Tigre Juan 2015. En 2017, la versión inglesa de Distancia de rescate (Fever dream) es seleccionada para la shortlist del Man Booker International Pride. Al año siguiente, esta misma novela en versión original obtuvo el Premio Tournament of books por ser «el mejor libro del año publicado en los Estados Unidos». En 2022, la traducción al inglés de su colección de relatos Siete casas vacías recibió el National Book Award, uno de los premios literarios más prestigiosos que se conceden en Estados Unidos.
Samanta Schweblin (Buenos Aires, 1978-). Escritora argentina, es descrita como una de las mejores cuentistas argentinas de las últimas décadas. Esta es la tercera lectura en 2024 del club de lectura virtual 4 Lecturas 4 Continentes, organizado desde las bibliotecas de los Institutos Cervantes de Chicago, Tetuán, Bruselas y Estambul. El programa de este año agrupa cuatro obras que tratan sobre literatura y naturaleza. Cuenta con un moderador especializado, un blog donde comentar sobre la novela y el autor, y un encuentro virtual con la escritora el próximo 5 de octubre.
El pasado sábado 1 de junio, nos encontramos más de treinta lectores, en el segundo club de lectura 4 Lecturas 4 Continentes de este año, para hablar de literatura y naturaleza a partir de la última obra de Gabi Martínez, Delta, con la suerte de poder contar con el autor del libro.
Comenzamos descubriendo los comienzos del autor, como viajero que al hacer el interrail se dio cuenta de que le gustaría conocer los lugares desde la literatura, resignificar el paisaje, darle otro sentido, y no sólo desde las guías de viajes. Ahí empezó a escribir libros de viaje. Sólo marroquí es la primera piedra de todo, un viaje de Tánger a Asilah, y hacia el sur, que le permite experimentar, encontrar su propia voz. Un primer viaje que le puso en ruta. Sudd es un pantano de Egipto, un gran lago que bloquearon grandes barcos convirtiéndolo en un laberinto donde se pone de manifiesto las diferentes miserias de la condición humana en un mundo líquido. A partir de esa historia, Sudd es también un cómic que el autor escribe junto a Tyto Alba. Algunos de sus libros son sorprendentes, como Animales invisibles, donde nos habla de animales que no acostumbramos a ver como el picozapato en Uganda. Sólo para gigantes, es el libro en el que el autor se va a la búsqueda del Yeti, y acaba encontrándose luchando entre la vida y la muerte, una experiencia que le cambió la vida. A Voy llega desde la tranquilidad, después de la impresión que le había producido el libro Verano, de Coetze, donde cuatro mujeres cuentan al autor. Y desde esta tranquilidad cuenta el espacio y la mirada de los demás, un libro que bebe de todos los anteriores. A Ángel, nuestro moderador y gran indagador de este fantástico club transnacional, precisamente Delta le recuerda a Intemperie, de Jesús Carrasco, que también menciona a Coetze.
Gabi Martínez comenzó hablándonos de este género que él mismo bautizó como liternatura, un término que ya existía en ingles como nature writing, y que no tenía su correspondiente aceptación en español, en un país con 53 reservas de la biosfera declaradas por la UNESCO. La liternatura, para el autor, permite hablar de todo a través de la relación de flora y fauna con su ecosistema, abarcar otros campos, trascender lo literario, pero sobre todo, permite interesarse por el otro. Según el escritor ya existen escritores que comenzaron con este género como Delibes o Unamuno, Jack London o Wenceslao Fernández Flores. Y, actualmente, otras disciplinas también nos cuentan desde la naturaleza, como Yo canto y la montaña baila, el libro de Irene Solà, el escritor Vicente Luis Mora, o el cantante y compositor Rodrigo Cuevas; además de las premiadas películas Alcarrás y Verano 1983. La vanguardia, ahora mismo, nos habla desde los orígenes, de las raíces, de la tierra. Y es que para Gabi Martínez, hablar de la naturaleza es hablar de la amplitud, de buscar técnica y estética para conectar con tu tiempo, y sí, por supuesto, es vanguardia: «Nada es más vanguardista que aquello que recoge la memoria individual de cada uno». Este movimiento busca hacer de la periferia centro, y la liternatura busca crear red, y quizás poder cambiar algo también. Gabi se preguntaba si la apuesta era demasiado optimista.
Delta es época de escucha y cuidado, es un libro transgénero, es ficción, viajes, naturaleza, observación, información, investigación, verdad… donde la figura del padre del autor está muy presente, alguien que le enseñó a interesarse por el otro. Los lectores quisieron saber qué había pasado después, en una historia que parece no acabar nunca, a lo Falcon Crest, y se preguntaron también por la supuesta imparcialidad y la independencia narrativa del autor. Gabi respondió que la imparcialidad estaba presente, intentando visualizar todos los puntos de vista en un terreno de juego en el que no quería posicionarse, donde el arroz, por ejemplo, es un personaje más. Y referente a la independencia, nos comentaba cómo abordó el libro desde la literatura, sin querer entrar en ideologías, entender las posturas e intereses de todos los implicados, especialmente de aquellos que no piensan como nosotros, eso le interesaba especialmente. Para Gabi Martínez no tiene sentido que España, una península con dos archipiélagos, no se hable del agua por los intereses comerciales que hay detrás del asunto, por eso, escribir sobre el agua es introducirlo en el debate: «Hay que crear narrativas de eso de lo que queremos que se hable».
Otra pregunta fue a propósito de la categorización de la obra: ensayo, novela… a lo que el autor respondió que, en efecto, era un ensayo con tintes de ficción, pues los personajes no eran del todo reales, y porque no hay otra forma de entrar en ciertos personajes que a partir de la ficción. Además, nos contaba, un ensayo es probar, ensayar, jugar de nuevo… Fragmentación, fragmentos que abren, un humedal, un lugar de sedimentos, mar, ríos, mosquitos… empaparse de una atmósfera y mezclar todo como lo que allí pasa, una vez dentro, sale el Delta, un espacio impresionante. Un montón de elementos que conforman un todo acorde a una simbiosis que él, como escritor, siente que ha salido como quería: «Este libro es uno de los mejores momentos del escritor que yo soy».
Nos quedamos con ganas de asistir al proyecto Las caravanas, trashumancia artística con ovejas negras autóctonas y proyectos con calidad y alto nivel estético, al festival de Liternatura en Extremadura, Siberiana, al Festival de Onda, en Colombia, y a los paseos que ha sugerido el libro en el Delta del Ebro, para conocer a los personajes que allí aparecen.
¿Quién está detrás de Delta? ¿Quién es el escritor Gabi Martínez? En primer lugar, debemos decir que es un escritor que corre hacia los límites del planeta, como lo hace al instalarse en la Casa de la Pantena, casi metáfora de su propia trayectoria literaria, porque en ella, como en este paraje de los confines del Ebro, a Gabi le gusta habitar en las confluencias de territorios visibles e invisibles. Estamos ante no sólo un autor de libros de viajes, sino ante un pasajero celeste, un viajero en defensa del mundo:
Libros de viajes o un género fluido en la literatura de Gabi Martínez
El año 1999 debuta en el género de la literatura de viajes con su primera novela, Solo marroquí (Plaza & Janés). En 2000 publica Anticreta y Diablo de Timanfaya, los dos editados por Debolsillo. La segunda, donde se advierte del riesgo de erupciones que podían poner en peligro las edificaciones costeras de algunas islas de las Canarias.
El año 2005 publica su libro de reportajes Una España inesperada por el que El Periódico de Catalunya lo distingue como uno de “los doce apóstoles” del periodismo literario en español.
El año 2007, raíz de un viaje que hizo por el río Nilo, publica la novela Sudd (Alfaguara), considerada por la revista Qué Leer y El Periódico de Cataluña cómo una de las diez mejores novelas de 2007, y convertida en cómic por Glénat. Ambientada en África, la novela invita al lector a descubrir una geografía hostil y devoradora con un grupo de empresarios, políticos y representantes de tribus que viajan hacia el sur del país, con la intención de acabar con un conflicto de más de 20 años.
El libro Los mares de Wang (Alfaguara, 2008) fue escogido entre los diez mejores libros de no ficción de 2008 por la revista Qué Leer y quedó finalista del II Premio Internacional de la Literatura de viajes Camino del Cid. El autor narra el viaje que él mismo hizo por la costa china con su traductor Wang, un chico de interior educado en los valores comunistas que nunca había visto el mar. Desde la frontera con Corea del Sur hasta Vietnam, el libro describe la vida de la China actual, motor de cambios mundiales.
El año 2011 publica Sólo para gigantes (Alfaguara), escogida como mejor obra de no ficción en lengua española del 2011. Astiberri publica la versión en cómic ilustrada por Tyto Alba. La obra narra la historia del zoólogo y cooperante Jordi Magraner, asesinado en el Pakistán en 2002
“en Sólo para gigantes (Alfaguara, 2011)como en Voy das mucha importancia a animales imaginarios, legendarios, extinguidos –como el yeti o el moa– que existieron, o tal vez no, y que ahora existen en la imaginación. ¿Qué te llevó a fijarte en ellos para plantear tus historias?
El origen está en mi investigación para escribir Sólo para gigantes. La aventura del zoólogo Jordi Magraner me hizo pensar a fondo en cómo ideas alternativas o fantásticas pueden convertirse en motores vitales, en cómo pueden ayudar a explicar el mundo desde ángulos imprevistos. Ese libro cambió mi vida, y no es una hipérbole. Fueron tres años volcados en una historia que me hizo actuar como jamás pensé que haría, llegué a poner mi vida en peligro. Al terminar la escritura, me fui a vivir a otro lugar, de un modo diferente. Y seguí dando vueltas a esas historias marginales que tan bien resumían el mundo. El yeti y mi interés por el viaje me llevaron a libros sobre animales enigmáticos, no solo míticos sino extinguidos o vivos pero muy difíciles de ver. De hecho, ahí hallé el germen de un proyecto que a muchos le pareció chiflado y para demostrar su validez viajé en busca del moa. El resultado es Animales invisibles, el proyecto que estoy desarrollando con el arqueólogo Jordi Serrallonga, el periodista Jacinto Antón y Altaïr (Cristina GOMEZ, “Gabi Martínez: Con Voy pretendía derribar el mito romántico del escritor viajero”, en Pliego suelto, 4 de junio de 2014).
Ya el fotógrafo Joan Fontcuberta junto con Pere Formiguera en 1989 habían anticipado en Fauna una aventura parecida a la que propone Martínez
El año 2012 publica En la barrera (Altaïr), un libro de viajes por la Gran Barrera de Coral australiana. Este mismo Gabi Martínez recibe el premio Continuará de TVE Cataluña por su trayectoria literaria. Con la publicación de Voy (Alfaguara, 2014) el escritor considera culminada una etapa caracterizada por la creación de libros de viajes, tal como expresa en una entrevista en el País:
“El novelista considera que Voy culmina una etapa en la que sin darse apenas cuenta ha escrito varios libros de viajes —“una pentalogía”—, que se caracterizan porque cada uno ha requerido una forma, un estilo diferente para contarlo. De alguna manera Voy explica cómo ha sido ese camino que incluye Sudd, Los mares de Wang, Solo para gigantes y En la barrera.” (Jacinto ANTÓN, “¿Dónde está Gabi Martínez?”, El País, 2 de agosto de 2014).
Pero como se pregunta el escritor y periodista Jacinto Antón, ¿dónde está Gabi Martínez?, ¿dónde va?:
“En Voy un periodista chileno, admirador de Gabi Martínez, va en busca de Gabi Martínez, que ha desaparecido en Nueva Zelanda. […] ¿Cómo ha sido la experiencia de acercarse a uno mismo a través de la literatura?
Estimulante desde el sosiego. Llego a esta novela después de varios libros relacionados con el viaje, cada uno adoptando una forma distinta: novela, libro de viajes clásico, de vanguardia y periodismo literario. Mientras, viví experiencias que transformaron mi mundo, liberándome de muchos miedos y complejos. Lo pasé muy bien, muy mal, y llegué a Voy con la tranquilidad y la distancia suficientes como para mirar al pasado sin devociones ni odios singulares. Una distancia y objetividad que de algún modo quise aumentar al ceder la palabra a las personas con las que había viajado. Quería que fuera mi exmujer, mis amigos, amantes o guías quienes opinaran sobre el hecho de viajar conmigo, con el cariño, la calma o la furia que caracterizó mi relación con ellos.”
¿Qué buscabas con este experimento? ¿Evolucionar, observarte? Cerrar una etapa. He escrito once libros, y hasta el quinto no me atreví a firmar como escritor por el respeto que tenía a los autores que consideraba como tales. Me identifiqué por primera vez como escritor al rellenar el formulario de una aduana, después de algunos libros por los que se me encasilló en distintas tendencias. Había probado cosas, también de vanguardia, pero decidí reiniciarme atendiendo a un consejo de Joan Miró. Decía que antes de cambiar las reglas, uno debía demostrarse que sabía pintar un cuadro clásico. Por ejemplo, un paisaje convencional, con su casita con chimenea, su caminito, su sol, su árbol.”(Cristina GOMEZ, “Gabi Martínez: Con Voy pretendía derribar el mito romántico del escritor viajero”, en Pliego suelto, 4 de junio de 2014)
Aquí os dejamos una ilustración gráfica de Viajes Martínez:
Otros viajes inesperados
Una ñ inesperada. Crónica de una desobediencia es la crónica del seguimiento que Gabi Martínez hizo al líder de la CUP Antonio Baños durante la campaña electoral de las Elecciones al Parlamento de Cataluña de 2015. Ciertos imprevistos provocaron que el autor la haya publicado en Amazon de forma independiente.
Con Las defensas (Seix Barral), ofrece una novela sobre Barcelona protagonizada por un neurólogo. La historia evidencia la enorme presión y las muchas contradicciones que hoy se viven en las ciudades del primer mundo. Considerado mejor libro en español de 2017 por Librotea de El País.
No todo son viajes, no todo son libros
Gabi Martínez ha coguionizado 2 documentales: Ordinary boys (2008), un documental de ficción sobre el barrio de Tetuán y que fue seleccionado por el MoMA de Nueva York para la sección New directors / New films Series, y Angels & Dusts (2013), un documental sobre el DJ barcelonés encarcelado en Panamá, Angel Dust.
Y para que vayáis preparando el encuentro con Gabi del próximo sábado os dejamos un enlace a su blog donde se pueden encontrar referencias muy apetitosas. No os las perdáis.
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