“En realidad, y pese a mis esfuerzos por mantener vivas sus piedras, Ainielle está ya muerto desde hace mucho tiempo. Lo estaba ya cuando Sabina y yo quedamos solos en el pueblo y antes, incluso, de que murieran o se fueran nuestros últimos vecinos. Durante todos estos años, no quise o no podía darme cuenta. Durante todos estos años, me resistí a aceptar lo que el silencio y las ruinas me mostraban claramente. Pero, ahora, sé que, con mi muerte, ya sólo morirán los últimos despojos de un cadáver que sólo sigue vivo en mi recuerdo.” (La lluvia amarilla)
Una de las características más originales y distintivas de la novela de Julio Llamazares es cómo se crea la ilusión de intimidad. El libro nos descubre a través del lenguaje cómo es su protagonista, cuál es su personalidad y en qué consiste su particular visión del mundo. Hay algunos elementos que nos ayudan a penetrar en ese universo tan particular
1.La mirada
Su narrador protagonista, Andrés, concentra la atención del lector en la mirada. “En La lluvia amarilla, la mirada es siempre intensiva y cargada de significación: en vez de expresar las cosas con palabras, se leen en los ojos.” (“La lluvia amarilla de Julio Llamazares: ¿un monólogo autónomo?”, tesina pro gradu de Elina LIIKANEN, Universidad de Helsinki, noviembre de 2003). La mirada es un elemento ejemplar, tal y como analiza Liikanen, y así en el capítulo seis de la novela encontramos, como ejemplo, la marcha del hijo de la casa de sus padres:
«La mañana anterior, Andrés nos lo había dicho. En realidad lo había dicho varias veces a lo largo de aquel último año. Pero aquella mañana, una extraña tristeza en su mirada y en su voz nos advirtió que al final había tomado la decisión definitiva. Ni su madre ni yo le respondimos. Sabina se escondió a llorar en algún cuarto y yo seguí sentado junto al fuego, inmóvil, sin mirarle, como si no le hubiera oído.»
(La lluvia amarilla, p. 52)
La madre se esconde a llorar y el padre actúa como si no lo hubiera oído: no lo mira. “El padre, según dice, ya había advertido a su hijo en una ocasión anterior que si éste abandonara el pueblo y su casa, nunca más volvería a entrar en ella, ni “nunca más volvería a ser mirado como un hijo” (La lluvia amarilla: p. 52).
Más adelante vemos cómo el hijo sube a la habitación del padre a despedirse:
«[…] se quedó quieto al lado de la puerta, mirándome en silencio, sin atreverse siquiera a acercarse hasta la cama. Yo le sostuve unos instantes la mirada y, luego, antes de que pudiera decir nada, me volví y me quedé mirando a la ventana hasta que se marchó.»
(La lluvia amarilla, p.53).
Como las referencias a los ojos o a la mirada para crear ese espacio de intimidad son múltiples, el relato requiere que el lector permanezca atento para adivinar la significación a través del fragmento de realidad al que nos permite acceder la visión del protagonista. En uno de los pasajes más dramáticos Andrés comprende a través de los ojos de la perra lo que le esperaba detrás de la puerta del molino:
2. El paisaje
Un elemento que nos irá descubriendo la intimidad y las vicisitudes de la vida de Andrés será el propio paisaje a través de la descripción detallada y precisa de los elementos que lo componen. Se produce un reflejo entre lo exterior y lo interior, una correspondencia en la que se muestra que las ruinas y el desgaste de Ainielle son los símbolos de la propia destrucción de Andrés:
“[…] descubrirán […] el perfil melancólico de Ainielle: ya frente a ellos, muy cercano, mirándoles fijamente desde los ojos huecos de sus ventanas
(La lluvia amarilla, p. 11).
[…] contemplarán […] el sólido bastión de la espadaña que todavía se yergue sobre la destrucción y la ruina de la iglesia como un árbol de piedra, como un cíclope ciego cuya única razón de pervivencia fuese mostrarle al cielo la sinrazón de un ojo ya vacío
(La lluvia amarilla, p. 13).
“La espadaña que todavía se yergue sobre la destrucción y la ruina de la iglesia se iguala con el protagonista, con la última persona que se ha quedado en Ainielle, con la que durante años ha contemplado como único testigo vivo la destrucción que le rodea. El protagonista expresa por medio de la metáfora del cíclope ciego la enorme frustración e impotencia que siente al estar acabándose su vida y al darse cuenta de la sinrazón de su resistencia y de su sufrimiento”, Elina LIIKANEN.
Como bien señala Liikanen, es una correspondencia que se produce todo a lo largo de la novela: “primero, se personifican los elementos naturales y los componentes que forman el pueblo; segundo, se aplican metáforas naturales a la descripción de los procesos físicos y psicológicos del protagonista; tercero, se concretan sentimientos y otros conceptos abstractos tanto con la ayuda de la personificación como con la concordancia con los elementos naturales; y cuarto, algunas experiencias del protagonista parecen encarnarse en objetos cotidianos los cuales se convierten en símbolos personales.”
3. Lo amarillo
El tercer elemento que nos conduce a la intimidad se encuentra en el propio título, ‘amarillo’, lo amarillo está presente a lo largo de toda la novela y en cada aparición va generando una imagen diferente y continua dejando su huella tanto en el paisaje como en el protagonistas así como en la interpretación que debe hacer el lector. La explicación de Liikanen es la siguiente: “El significado de la metáfora del amarillo no se revela al lector inmediatamente. Al principio de la novela parece que se menciona este color de modo casual, pero luego la repetición se hace tan insistente que resulta evidente que el amarillo constituye un elemento significativo. El color amarillo aparece en la novela en relación con fenómenos tan diversos como (1) los elementos y fenómenos naturales, (2) los objetos de la vida cotidiana, (3) los rasgos físicos de los personajes y (4) del pueblo, (5) los estados psicológicos y (6) los elementos abstractos:
(1) […] el círculo amarillo de la luna […] (La lluvia amarilla, p. 42).
(2) […] una antigua fotografía amarillenta […](p. 34).
(3) […] los ojos amarillos […] (p. 73)
(4) Las tapias, las paredes, los tejados, las ventanas y las puertas de las casas, todo a mi alrededor era amarillo (p. 120).
(5) […] la locura depositó sus larvas amarillas en mi alma […](p. 47).
(6) […] el silencio y la humedad se entremezclaban en una pasta espesa y amarilla (p.121).”
Julio Llamazares comenta así el título de la obra: “La lluvia amarilla es una metáfora del paso del tiempo, de ese color que cogen las fotografías con el paso del tiempo.»
Es Andrés quien nos ofrece la interpretación final: “todo a mi alrededor se ha ido tiñendo de amarillo como si la mirada no fuese más que la memoria del paisaje y el paisaje un simple espejo de mí mismo” (La lluvia amarilla, p. 119).
Esperamos vuestros comentarios en la intimidad de La lluvia amarilla.
Iniciamos el debate de La lluvia amarilla, del escritor leonés Julio Llamazares, primera lectura de 2024 de la cuarta temporada de la actividad compartida 4 Lecturas 4 Continentes, el club de lectura virtual organizado desde las bibliotecas de los Institutos Cervantes de Chicago, Tetuán, Bruselas y Estambul. El programa de este año agrupa cuatro obras que tratan sobre literatura y naturaleza.
En La lluvia amarilla, el protagonista es Andrés, el último habitante de Ainielle, un pueblo abandonado del Pirineo aragonés. Entre «la lluvia amarilla» de las hojas del otoño que caen, y la blancura alucinante de la nieve, la voz del narrador nos evoca a otros habitantes desaparecidos del pueblo y nos enfrenta a los extravíos de su anciana mente en la aldea fantasma en la que vive, rodeado de soledad y ruinas.
La historia de Ainelle es la historia de calles desiertas, casas abandonadas, tejados desplomados, donde la naturaleza y la vegetación van poco a poco ganando terreno a las casas y los muros. Pero lo realmente importante es que también desaparecen los recuerdos y la memoria tanto de los lugares como de sus habitantes.
Publicada en 1988, esta novela fue finalista al Premio Nacional de Narrativa de ese año. La obra es un símbolo del éxodo rural, una novela fundamental que consagró a Julio Llamazares como uno de los más valiosos narradores contemporáneos en español.
Julio Llamazares nació en Vegamián (León) en 1955, antes de que el pueblo fuese inundado por la construcción de un pantano. Su obra abarca prácticamente todos los registros literarios: la poesía, la novela, la literatura de viajes, el ensayo, el relato, el guion cinematográfico y el artículo periodístico. Sus novelas se caracterizan por el intimismo, el uso de un lenguaje preciso, el exquisito cuidado en las descripciones y la conciencia de escisión del hombre con la naturaleza. En 1983 comenzó a escribir Luna de lobos, su primera novela publicada en 1985; en los últimos años ha escrito un libro de viajes, Primavera extremeña, en 2020, y su novela Vagalume en 2023.
El debate sobre La lluvia amarilla se lleva a cabo del 16 de febrero al 9 de marzo en este mismo blog, esperamos vuestros comentarios y opiniones tal como vayáis avanzando en la lectura. El sábado 9 de marzo tendrá lugar el encuentro con Julio Llamazares en la plataforma Zoom, con la moderación de Ángel Hernando. Una oportunidad única para dialogar con el autor y poder comentar detalles de la novela y de su trayectoria literaria.
El pasado sábado 9 de diciembre, Laura Restrepo nos deslumbró con su cariño, entrega, compromiso e intelectualidad, en el último club de lectura del programa 4 Lecturas 4 continentes 2023, dedicado, en esta ocasión al amor, con su libro Canción de antiguos amantes (Alfaguara, 2022). Para esta autora, la naturaleza del libro adquiere sentido a partir de encontrar a los lectores, y así lo demostró con su escucha atenta a todos los comentarios de los lectores que nos reunimos para agradecer su última publicación. El abrazo de los lectores, con el que empezábamos el ciclo de este año, el abrazo de Ravelo, contrasta para ella con la dureza de la vida. Es en este abrazo donde por fin los textos cobran sentido, y así se lo trasladamos este sábado desde Bruselas, Chicago, Estambul y Tetuán.
Laura Restrepo comienza su andadura lectora a partir de la biblioteca heredada de su abuelo, también escritor e intelectual, Enrique Restrepo. Su infancia la recuerda rodeada de libros y perros, y con el olor y el ambiente de una chimenea siempre de fondo. Y su incursión en la escritura comienza con su militancia política en Colombia, con el libro Historia de un entusiasmo, que narra el primer proceso de negociación de paz en Colombia, y en América Latina y que, aunque al final acabó con un baño de sangre, trajo también un hito importante: la nueva Constitución de Colombia, de 1991. Dos sucesos la conformaron como escritora: una información que podría traer problemas al aparecer en televisión, pero no en un libro, una decisión de vida y muerte al tratar estos temas tan delicados a nivel político; junto a la fantasía con la que siempre jugaba la autora en sus reportajes periodísticos. A partir de este libro, decidió seguir trasladando sus historias a novelas en las que entremezclaba magistralmente ficción y realidad, creando maravillosas obras literarias que muestran ese compromiso con los pueblos, por la paz, y a favor de los Derechos Humanos. En el documental sobre su vida, Laura, vida y rebeldía, encontraréis más información sobre esta gran persona.
El Premio Alfaguara en 2004 por su novela Delirio, supuso también un importante cambio en la visibilidad de la autora, fecha a partir de la cual empezó a publicar con esta editorial. Nos confesó este sábado que se presentó a este premio porque José Saramago, autor al que admiraba desde siempre, estaba en el jurado. Desde entonces se volvieron inseparables. Su carrera literaria, en su opinión, se ha cocinado a fuego lento, y asegura estar muy orgullosa de su trayectoria, se reconoce crítica con sus libros, que hace, revisa y rehace continuamente, y para los que utiliza fichas de colores que a modo de puzzle van conformando la historia sin dejar ningún cabo suelto. De esta novela, Delirio, Netflix está creando una serie de televisión.
Durante el club, Laura Restrepo nos trasladó algunas de sus creencias sobre la escritura, entre ellas que la originalidad está sobrevalorada. Asegura que los grandes temas siempre son los mismos, apuesta por la lectura y confía en el derecho a tener maestros, por cada libro que escribe ha leído más de cien, y eso lo comprobamos en Canción de antiguos amantes, por la cantidad de referencias bibliográficas y autores que se nos aparecen a lo largo del libro, desde San Juan de la Cruz o Tomás de Aquino a Patti Smith, pasando por Ibn Battuta, Arthur Rimbaud o Gérard de Nerval. Y junto a los libros, también confía en la gente: «conversar con la gente es una fuente invaluable de información». Laura Restrepo presentó el libro en el Instituto Cervantes de Madrid, con amigos y colaboradores que conocen bien a la escritora.
Este libro nace de una iniciativa de Médicos Sin Fronteras de llevar a lugares conflictivos a escritores que puedan trasladar su labor de acción humanitaria y las injusticias del mundo al otro lado: el absurdo de las guerras, la violencia y la destrucción. Temas que duelen al vivirlos de cerca, al verlos en el cine o la televisión, y también al leerlos: migración, hambre, opresión… resultados de esas grandes injusticias, que no cesan de existir a lo largo de los tiempos. A los lectores nos conmovió este libro además de por los temas tratados, con ese punto de realismo mágico, o las referencias históricas, por la prosa poética que utiliza la escritora, esa forma de describir los paisajes, la belleza de los lugares históricos y actuales, o los perfumes y las riquezas de la Reina de Saba, y el amor.
No hubo que preguntar a Laura Restrepo quién fue la Reina de Saba y qué supuso para ella su descubrimiento: Pata de Cabra está en todas esas mujeres migrantes que recorren Yemen con sus niños a cuestas en busca de un futuro mejor, todas ellas, dicho por ellas mismas, son descendientes de la Reina de Saba, el mejor punto de confluencia entre el mito y la realidad. De ahí sale esta novela que nos habla del encuentro mítico entre el Rey Salomón y la Reina de Saba, y el amor real de un inquieto viajero y una partera somalí. Y de eso trata esta novela, de mitos y realidades, de encuentros entre religiones y civilizaciones, y de la empatía y los vericuetos del amor.
Los lectores destacaron la exquisita narración, la reflexión a la que nos conduce la lectura, el equilibrio de la estructura narrativa con la referencia de autores, la historia mitológica y la historia real: cómo se van alimentando y superponiendo los diferentes hilos argumentales con detalles y referencias presentes en las diferentes partes. Muchos destacaron la gran revelación de esta novela por mil y una historias, y por mil y una razones.
Actualmente se están reeditando muchos de los títulos de Laura Restrepo, vigentes en todo momento, por la crueldad que retrata con el cariño con el que sólo ella puede hacerlo. Recomendamos leer a esta escritora, escucharla y, si es posible, como tuvimos la oportunidad nosotros, poder conversar con ella al menos una vez en la vida, porque deja huella. Con mucho agradecimiento nos despedimos este sábado de esta gran mujer y gran escritora, Laura Restrepo.
La escritora colombiana es un referente de las letras en español. Además de novelas magníficas encontramos en su amplia trayectoria ensayos y libros infantiles. Su obra ha sido traducida a varios idiomas y ha recibido los premios Sor Juana Inés de la Cruz, en 1997, el Prix France Culture y el Premio Alfaguara de Novela, entre otros. Ocupó también el cargo de directora del Instituto de Cultura y Turismo de Santafé de Bogotá, pero la experiencia fue breve ya que a los cinco meses renunció al puesto.
Si tuviéramos que quedarnos con alguno de sus libros, sería difícil de decidir. Por si Canción de antiguos amantes os está resultando la puerta de entrada a su literatura, os dejamos en este post la referencia a algunos de sus títulos para que toméis el camino que prefiráis y para que el próximo sábado tengáis una guía para seguir el diálogo.
Historia de perdón y de ira, de amor y de muerte, de pactos y de traiciones. Este libro narra la experiencia del primer proceso de negociación -fallido- entre el gobierno colombiano y el grupo guerrillero M-19, en el cual la autora participó como mediadora.
Las vacas comen espaguetis, 1989 (Carlos Valencia Editores), Laura Restrepo y Carmen Restrepo
Libro infantil y juvenil
¿Qué sucede con los miembros de una sociedad tribal, al margen del Estado y del capitalismo, cuando caen en sus manos cantidades estrafalarias de dólares y de armas sofisticadas? ¿Qué pasa cuando sus integrantes se convierten de la noche a la mañana en amos del violento imperio del narcotráfico? ¿Quién puede parar la cadena de sangre que se desata entre ellos cuando, según sus leyes ancestrales, la enemistad no se rige por la justicia sino por la venganza?
Olor a rosas invisibles, 2002 (Editorial Suramericana)
La novela por la que Laura Restrepo fue galardonada con el Premio Alfaguara de novela 2004. Todos los secretos están guardados en un mismo cajón, el cajón de los secretos, y si desvelas uno, corres el riesgo de que pase lo mismo con los demás. Un hombre regresa a casa después de un corto viaje de negocios y encuentra que su esposa ha enloquecido completamente. No tiene idea de qué le ha podido ocurrir durante los tres días de su ausencia, y con el fin de ayudarla a salir de la crisis empieza a investigar, solo para descubrir lo poco que sabe …
Este libro camina a medias entre una investigación periodística y la creación literaria. Así, la miseria y la violencia que anidan en el corazón de la sociedad colombiana están presentes, pero también lo están en su fascinación por la cultura popular y el juego humorístico.
Dos apasionados amantes que se oponen a la dictadura de Videla.
Una joven logra escapar milagrosamente de una prisión. No sabe que el peor enemigo en realidad la está esperando fuera. María Paz es una joven latina que, como tantas otras, ha llegado a Estados Unidos persiguiendo la utopía. Pero el sueño americano se convierte en pesadilla cuando es acusada del asesinato de su marido, un policía blanco, y condenada a prisión.
La novia oscura, 2015 (Alfaguara)
Entre la investigación periodística y el relato literario, Laura Restrepo reconstruye en esta novela la historia de una niña asombrosa, bella y enigmática que llega a la ciudad colombiana de Tora con una decisión férrea: trabajar como prostituta.
La brillante crónica de una mujer que se interna en el luminoso y a la vez pavoroso territorio de lo sagrado y de la religiosidad popular en el barrio más pobre de Bogotá.
Ésta es la historia estremecedora y verídica de un grupo de náufragos sometidos durante nueve años a las más duras pruebas de supervivencia, entre ellas una extraña guerra a muerte en la cual nunca llegan a ver la cara de sus enemigos.
No os perdáis el documental.
Una emocionante novela sobre los emigrantes. Una historia de amor en medio de una guerra eterna.
En estos cuentos las virtudes y los crímenes son intercambiables entre sí y reversibles: la naturaleza desdoblada del pecado, sus varias caras de poliedro. Como sacados de un cuadro de El Bosco , los protagonistas de este libro son Arcángel, el adolescente asesino; Luis B. Campocé, el ejecutivo adúltero; Emma, la descuartizadora; una pareja incestuosa; un verdugo apodado La Viuda; las Susanas, tres hermanas indiferentes o vanidosas, y el Siríaco, profeta soberbio. La perturbadora y ambigua idea de pecado se encarna en todos ellos.
A partir un crimen verídico, Laura Restrepo ha construido esta ficción. Los personajes que en ella figuran no existen fuera del mundo imaginado. Pero la tragedia de la víctima es brutalmente real. Página tras página se va revelando el oscuro andamiaje que pudo haber detrás, hasta llegar al brillante y ostentoso mundo de los Tutti Frutti, cinco hombres jóvenes de la clase alta bogotana, vinculados entre sí desde la infancia por una hermandad juguetonamente perversa y levemente delictiva.
Y ahora ya solo nos queda prepararnos para recibir el próximo sábado a Laura Restrepo y escuchar el sonido profundo de estas canciones. ¡No faltéis!
«La vida vibra más donde es más dura»
La escritora y periodista colombiana Laura Restrepo ha vivido entregada a dos pasiones que justifican la cita con la que iniciamos esta entrada. Porque si abrirse un camino de prestigio, talento y éxito en la literatura resulta una tarea enorme y costosa, no podemos decir menos de la política, una disciplina en la que se ha formado y en la que ha participado activamente: fue guerrillera del M-19 (donde coincidió con el actual presidente de Colombia, Gustavo Petro) y participó posteriormente -nombrada por el entonces presidente Belisario Betancur– en el proceso de negociación de paz entre el gobierno y la propia guerrilla M-19. En la siguiente entrevista tenemos un claro ejemplo de como lo literario y lo político coinciden en la vida de la escritora bogotana:
Licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de los Andes de Bogotá. Postgrado en Ciencias Políticas. Impartió clases de Literatura en la Universidad Nacional y del Rosario. Se dedicó al trabajo periodístico en medios de comunicación como la Semana, Revista Cromos, La Jornada y en la Revista Proceso. Cubrió la invasión de Granada e informó sobre la guerra entre los sandinistas y los contras en la frontera entre Nicaragua y Honduras. Para no ahorrarle emociones a su vida sufrió incluso las amenazas del rey del narco, Pablo Escobar, “Porque escribí en la revista Semana el primer artículo que habló de los sicarios que mataban en moto. Nadie sabía quiénes eran. Me fui a las comunas, hablé con ellos, con sus novias, con sus madres. Eran niños de 12 años entrenados por Escobar. Era un artículo social, humanista. Fue un fenómeno en Colombia.” (Javier RODRÍGUEZ MARCOS, «Laura Restrepo: “La gente nos trata con mucho cariño, pero no dejamos de ser sudacas” El País, 12 de agosto de 2022)
Su trabajo periodístico, su militancia y actividad política, así como su propia experiencia personal en el trabajo humanitario se han visto reflejados en su literatura, con relatos intensos, habitualmente ambientados en Colombia en los que se refleja su interés por la idea de frontera, por el límite: países, islas en el océano, rutas de emigrantes, … En muchas ocasiones la violencia aparece de manera explícita. Afirma ella misma de su estilo: “me dediqué de lleno durante 20 años a la política y al periodismo, y en mis novelas he seguido dándole cuerda a esos dos grandes entusiasmos”. En 2018, se estrenó el documental Laura, vida y rebeldía, en el que Restrepo participó de manera activa y que refleja fielmente una vida apasionante, tanto como su literatura. Os lo dejamos aquí (además podéis entrar en este enlace para verlo con mayor calidad):
¿Qué os está pareciendo la novela. ¿Qué opináis de la vida de Laura Restrepo? ¿Habéis encontrado ya a los antiguos amantes?
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