“¿Quién es realmente ese hombre que mira con fijeza a Inés? La mejicana le ha quitado la máscara invisible, pero su gesto tenso fabrica otra máscara sobre su rostro. Que ella le ha descubierto es insignificante. Solo tiene que seguir siendo el personaje que ha inventado e ignorarla.” (Amigo).
En lo que podemos considerar tercera trama de la novela, la del repentino cambio de carácter de Agapito Lusoz Pescader al trasladarse a Milwaukee, por mediación de Inés, para ejercer como profesor de literatura en la universidad, Ana Merino muestra tal vez su lado más fantástico, más novelesco, en un ejercicio arriesgado que, como señala Santos Sanz Villanueva, en su crítica para El Cultural, “supone un cambio temático absoluto. […] La amistad queda en un telón de fondo sobre el que surgen dos motivos de larga tradición literaria que la desplazan. Ahora lo que Ana Merino aborda es el asunto del doble y el de la identidad. En consonancia con ese quiebro, el relato se encamina por la vereda de lo paranormal y de la fantaficción.”.
Quizás la senda por la que busca transitar esta parte de la novela tenga más relación con lo que nos cuenta el escritor argentino Julio Cortázar en este fragmento de la entrevista de Joaquín Soler Serrano para el programa A fondo, de RTVE:
Lo fantástico, enlazado con una estructura de suspense, busca atrapar al lector quien en el último tramo de la novela camina de la mano de Inés en busca de la verdad. Esta última fase actúa casi como catarsis o camino de desvelamiento y sanación personal por parte de la protagonista y en palabras de Carlos Zanón en su crítica de la novela para El País “opta por rematar el libro con una solución novelesca que resta mucho de la verdad literaria de Amigo.”.
Quizás esa verdad ya la había conseguido Merino al describir el perfil de Agapito y su comportamiento de abusador pasivo-agresivo cuando nos traslada a la vida en la universidad americana. Como bien dice Zanón: “No es nada sencillo encontrar el tono, el trazo y el pulso justo para dibujar heridas y desencantos, el desamparo dentro de una amistad que nunca es declarada rota por el mal amigo.”.
Sin duda, la unión y engarce de las tres tramas se hace complejo, pero como afirma Santos Villanueva al final prevalece “la celebración de la amistad y una proclama vitalista con un nítido y reconfortante mensaje a favor de afrontar y superar las adversidades de la vida.”
El doble y la identidad
Suponemos que ya os estáis acercando al final de la novela, así que sin desvelar nada sí que podemos hablar con un poco más de detalle de la idea del doble. Este concepto surge cuando dos apariciones del mismo personaje coexisten en un mismo espacio o mundo ficcional. Esta confluencia o confrontación provoca un conflicto de identidad, en el que se produce una interrogación acerca de la unidad del individuo.
Parece que la idea del doble en literatura aparece con el Romanticismo, a finales del siglo XVIII. Es un momento de cuestionamiento de las tradiciones y en el que surge una revelación del poder del deseo que se enfrenta a los límites que se imponen al ser humano. Se produce un interés por la figura mítica del doble, conocido con el nombre del Doppelgänger, es decir, “el que camina a nuestro lado”, “el doble caminante”, en sentido literal.
Aunque a nivel literario se da sobre todo en el género fantástico, a lo largo de la historia ha adoptado manifestaciones muy diferentes con diferentes planteamientos y significados. Autores como Otto Rank (El Doble y Don Juan) o Freud -quien habla del doble como uno de los grandes ejemplos de lo siniestro en la vida cotidiana-, entre otros autores, han elaborado diferentes teorías acerca de este fenómeno.
Para ilustrar sus manifestaciones tanto en la literatura como en el cine os dejamos este vídeo del programa La otra Aventura
Un escritor y sus dobles
“La duplicidad de la vida, en su vertiente más real, es la que se instaura en la prosecución de ella misma a través de la unión de los componentes humanos.” Estas palabras son de Guido Negretti en su crítica del documental “Vilas y sus dobles” realizado por Germán Roda, en 2022, y con el que os queremos dejar reflexionar sobre esta idea.
Esta película intenta pensar a través de la vida del escritor Manuel Vilas y con los actores José Sacristán y Pepe Viyuela, entre otros, los momentos más importantes de nuestras vidas. “La literatura, las películas, nuestros padres, la muerte, el arte y el amor. Un viaje por la memoria en lucha constante contra el olvido.” (https://distributionwithglasses.com/vilas-y-sus-dobles/).
“ Los dobles de Vilas, escritor español contemporáneo, no son solo los actores y las actrices que prestan sus voces a la lectura de algunos pasos de su producción literaria. Son, también, los personajes que forman parte de su familia, de su historia personal, los cuales no se limitan a los padres, sino también a los objetos y a los lugares que han ido creciendo (o, a la vez, mutando) con él a lo largo del proceso de rememoración típico de los que, ante el lento andar del presente, se preguntan qué fue de lo que antes era y hoy ya no es.”, dice Negretti.
Y desde este observatorio leer Amigo es también un proceso de recuerdo, en el que el pasado se nos aparece, un pasado sin resolver -el de Lorca, el de Amigo, el de Rosales, … y también el de Inés, o el de Sabino, o el de Agapito-, para iluminar nuestro presente en un ejercicio de diálogo donde la síntesis -o la cura- quizás se halle en un hospital o, con seguridad, en el próximo libro.
Ya solo nos queda prepararnos bien para el sábado y recibir a Ana Merino con nuestras libretas llenas de preguntas. No olvidéis inscribiros a la sesión. Os esperamos.
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