Bajo la coordinación de Alejandro Ponce, la sesión del club de lectura del pasado día 11 de mayo estuvo dedicada a El gran teatro del mundo, de Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), según Carmen Bobes «una de las obras más emblemáticas del teatro español» (1).
El auto sacramental es un género típicamente español, que no tiene equivalente en ninguna otra literatura: se suele definir como pieza teatral religiosa de tipo alegórico, normalmente en un acto que se representaba en la calle en la festividad del Corpus Christi entre los siglos XVI y XVIII.
Es la primera vez que en el Club abordamos un texto de teatro y fue todo un reto comenzar por una obra en verso del siglo XVII. Las dificultades de la lectura tuvieron su compensación en un debate muy animado que dio pie a hablar de temas tan válidos en su época como en la actualidad, y que nos hizo comprender la universalidad de este obra que no ha dejado de representarse a lo largo de los siglos y en muy diferentes lugares.
«Pues para grandeza mía
aquesta fiesta he trazado
en este trono sentado
adonde es eterno el día,
he de ver mi compañía.
Hombres que salís al suelo
por una cuna de yelo
y por un sepulcro entráis,
ved cómo representáis,
que os ve el Autor desde el cielo»
(Autor, 628-637)
(1) Bobes, Carmen: «Abstracción y símbolo en El Gran Teatro del Mundo: Precedentes medievales del auto sacramental»
Monográfico sobre Pedro Calderón de la Barca en el CVC
Bajo la coordinación de Adrián Valenciano, el club de lectura dedicó su sesión del pasado día 27 de abril a cuentos de dos escritores uruguayos: Juan Carlos Onetti («El posible Baldi», «Un sueño realizado» y «El perro tendrá su día») y Felisberto Hernández («Menos Julia» y «La mujer parecida a mí», incluidos Nadie encendía las lámparas (1947).
Juan Carlos Onetti (Montevideo, 1909 – Madrid, 1994), Premio Cervantes en 1980, autor de obras tan importantes en lengua castellana como El pozo, Los adioses, La vida breve o El astillero, escribió también relatos que los críticos consideran como una parte más de su rico universo narrativo. Los cuentos de Onetti suelen tener como denominador común «un narrador falible, testigo de hechos que no entiende del todo y que cuenta a través de elipsis, silencios y frecuentes incisos. Este hecho provoca una profunda desazón en el lector, que se sabe incapacitado para llegar a la verdad de los hechos. Otro elemento de cohesión entre los textos viene dado por la conformación de un espacio simbólico común: la ciudad de Santa María, imaginada a partir de referencias montevideanas y bonaerenses, melancólica, barrosa y marcada por un carácter fantasmagórico a tono con las ensoñaciones en las que viven sumidos los personajes que la habitan» (1).
Felisberto Hernández (Montevideo, 1902-1964), músico y escritor, admirado por Italo Calvino, Julio Cortázar y el propio Juan Carlos Onetti, entre muchos otros, es un autor menos conocido aunque su valoración por críticos y lectores no deja de crecer. Su escritura recrea un mundo «habitado por criaturas extrañas: personas, animales o cosas que rompen los principios de la lógica del sujeto. Estas proyecciones —temores y deseos que adquieren una inquietante autonomía—, seducen al lector a través de un narrador que se debate entre la realidad y los sueños» (2).
A Felisberto Hernández, cuyos textos son todo un reto para el lector, dedicaremos una nueva sesión monográfica para comentar en profundidad «La mujer parecida a mí», y algún otro cuento suyo.
(1) Noguerol Jiménez, Francisca: «Juan Carlos Onetti, cuentista» en el Dossier Monográfico dedicado a Juan Carlos Onetti en el CVC (Centro Virtual Cervantes)
(2) Dossier Monográfico dedicado a Felisberto Hernández en el CVC (Centro Virtual Cervantes)
Hoy miércoles día 13 de abril, bajo la coordinación de Alicia Almansa y Mariya Kokhanova, el Club de Lectura dedica la sesión a la novela corta «Ante el rey de Suecia», incluida en la obra El mejor de los mundos, del escritor catalán Quim Monzó (Barcelona, 1952) y publicada en 2001.
Quim Monzó es uno de los autores catalanes no sólo más reconocidos por la crítica sino también populares; autor de cuentos y novelas, es también articulista y en la actualidad de La Vanguardia. Ha recibido importantes premios literarios como el Premio Nacional de Literatura Catalana, en 2000, galardón concedido por la Generalitat de Catalunya.
Integrado por trece cuentos y una novela corta, El mejor de los mundos es el primer libro que traduce el propio autor al castellano y del que ha comentado que contiene más humor más negro. Consta de tres partes: la primera, tiene como denominador común la relación de los protagonistas con otras personas (la familia, los amigos…); la tercera se caracteriza por la soledad de los personajes de los relatos; y ambas están separadas (o unidas) por la delirante historia del poeta catalán Amargós, obsesionado con ganar el Premio Nobel de Literatura, cuya vida se transforma cuando decide cambiar de piso y se traslada a un edificio en el que todos son bajitos…
Bajo la coordinación de Mónica Souto, nuestro Club de Lectura dedicó la sesión del 30 de marzo a una selección de cuentos del escritor mexicano Carlos Fuentes (Panamá, 1928), incluidos en su obra Cuerpos y ofrendas, publicada en 1972: «Chac Mool», «La muñeca reina», «Vieja moralidad» y «Último amor».
Carlos Fuentes es uno de los escritores hispanoamericanos más importantes, merecedor de galardones como el Premio Cervantes, en 1987, o el Premio Príncipe de Asturias, en 1994, entre otros. Es autor de una abundante obra narrativa con títulos tan emblemáticos como La región más transparente (1958) o La muerte de Artemio Cruz (1962).
El Club de Lectura dedica las sesiones del 2 y 16 de marzo a El invierno en Lisboa, de Antonio Muñoz Molina (Úbeda, 1956). Publicada en 1987, la segunda segunda novela del autor mereció el Premio Nacional de la Crítica (1987) y el Premio Nacional de Novela (1988). Coordinan: Antonio Cuesta y Ana Roca.
«Hasta ahora, en la mayor parte de mis relatos, he sido incapaz de contar la historia si no era a través de la mirada y la voz de un personaje. La he contado siempre en tercera persona y, siempre, metódicamente, han fracasado al cabo de unos pocos capítulos y he tenido que volver al principio para encarnarlas en una voz que participara de los hechos. […] Empecé a escribir El invierno en Lisboa usando esa tercera persona que tan decididamente se niega a obedecerme. Intenté luego que quien le hablara al lector fuera Biralbo. Sólo cuando encontré la voz de ese narrador del que casi nada sabemos ni ustedes ni yo, la novela pareció que empezó a escribirse sola, que yo la veía y escuchaba escribirse, ajena a mí, íntima y secreta» (Muñoz Molina, Antonio: Pura. Madrid: Alfaguara, 1998, pág. 53).
Efectivamente, es el narrador sin nombre de esta historia, personaje de algún modo involucrado en la trama, el que nos va proporcionando las piezas de esta historia de amor entre Biralbo -pianista de jazz- y Lucrecia -mujer de un tratante ilegal de cuadros-. Romance e intriga criminal que tienen como escenario San Sebastián, Madrid y Lisboa, y que son un claro homenaje al cine negro y al mundo del jazz.
Para profundizar más en esta obra, os dejamos algunos artículos académicos:
Carrero Eras, Pedro: «La novela premiada de Muñoz Molina y un ensayo de Kundera sobre la novela» en Cuenta y razón, nº 41, 1988, págs. 161-168
Ferrari, Marta Beatriz: «El juego de las máscaras: sobre El invierno en Lisboa, de Antonio Muñoz Molina» en Especulo: Revista de Estudios Literarios, nº 34, 2007
Ibáñez de Erlich, María Teresa: «La música, motivo constitutivo de la trama amorosa en El invierno en Lisboa» en AIH. Actas XII (1995)
Rademacher, Virginia Newhall: «Postmodern Quest and the Role of Distance in Antonio Muñoz Molina’s El invierno en Lisboa«en Ciberletras: Revista de crítica literaria y de cultura, nº 18, 2007
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