Un Paseo Cultural Por Kadıköy (duración estimada: dos horas y media)
Autora: Aylin Aksoy
Finalista Concurso Itinerarios por Estambul 2017
Aunque la fundación de Kadıköy, cuyo nombre antiguo es Calcedón, es anterior a Cristo, su urbanización es relativamente nueva. Durante la época bizantina y otomana Kadıköy era lugar de cultivo y de casas de verano. La población de esta zona alcanzó los números actuales tras la inmigración de la población rural a Estambul en los años de 1960. Antes, la mayoría de sus habitantes eran cristianos. Por eso en Kadıköy no hay mezquitas grandes y su muchas iglesias históricas. Según el censo de población en 1906 cerca del 20% de la población del imperio otomano era cristiana. Aunque el porcentaje de cristianos ha disminuido severamente, en mi opinión, los elementos cristianos en Turquía son un patrimonio cultural imprescindible. Por estas razones, he querido escribir un itinerario que, en gran parte, trata la cultura cristiana en Estambul.
Además de las iglesias hay otros lugares interesantes para los visitantes de Kadıköy. Ya que la mayoría de lugares son iglesias, recomiendo ir a Kadıköy el domingo por la mañana.
1) Casa Consistorial de Kadıköy
Construida en 1912 por el arquitecto armenio Yervant Terziyan, el edificio es un ejemplo de la arquitectura nacional de la época, que destaca por usar tanto motivos turcos como europeos. Las ventanas están decoradas con azulejos de estilo turco, mientras que la fachada es sencilla y típicamente europea. El edificio ha dejado de ser utilizado por el ayuntamiento para convertirse en biblioteca pública.
En 1919 tuvo lugar una importante protesta contra la I Guerra Mundial. Figuras como Halide Edip Adıvar, una de las escritoras más conocidas de Turquía, pronunciaron mítines contra la guerra desde el balcón principal de la casa consistorial.
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Estambul de película (duración estimada: 90 minutos*)
Autor: Ahmet Ozan Seçkin
Finalista Concurso Itinerarios por Estambul 2017
¡Luces , cámara, acción!
Una ruta por los escenarios de cine que cuatro directores españoles eligieron para rodar sus películas en la ciudad de Estambul.
Muchas películas han sido clave para dar a conocer ciudades desconocidas para muchos turistas, y la ruta de cine que ahora les presentamos encantará a los visitantes más cinéfilos que se encuentren en Estambul.
Acción, romanticismo, espionaje y atracos espectaculares… todos los géneros y temas tienen lugar en esta ciudad.
Podrán conocer de primera mano los espacios donde pasearon actores como Mónica Randall, Álvaro de Luna, Ana Belén, Luis de Tejada, Loles León, Germán Cobos o Agustín González, entre otros.
La ruta está formada por varios lugares emblemáticos de la ciudad en los que se grabaron escenas importantes de estas películas.
Las cuatro películas con las que visitaremos la península histórica de Estambul son: Estambul 65 (1965 de Miguel Iglesias), Destino Estambul 68 (1967 de Antonio Isasi-Isasmendi), El hombre del puño de oro (1967 de Jaime Jesús Balcázar ) y La pasión turca (1994 de Vicente Aranda).
Comenzamos nuestra ruta al igual que lo hace el personaje de Kelly en la película «Estambul 65», cruzando a pie el Puente de Galata los títulos de crédito (9:36).
El primer puente de Galata data del siglo VI, cuando los bizantinos construyeron una pasarela que cruzaba la ensenada del Cuerno de Oro. Aquel puente fue reemplazado en 1863 por otro creado para impresionar a Napoleón durante su visita a la ciudad, a la que honró con la frase: «Si la tierra fuese un solo estado, Estambul sería su capital».
El puente de Gálata, trasladado en 1912 a su localización actual, ayudó a comunicar los dos barrios de Karaköy y Eminönü y a sus gentes, que se reunían en las tabernas instaladas en su nivel inferior, un lugar de encuentro irresistible para los viajeros románticos del siglo XIX y de hoy en día.
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Sarıyer, entre el azul y el verde
Autor: Anil Bayram
Finalista del Concurso Itinerarios por Estambul 2017
Estambul, una capital para muchas civilizaciones, un tema para miles de poetas en idiomas distintos reflejando sentimientos parecidos.
A pesar de una vida agotada y ocupada que nos causa la ciudad, estoy agradecido de haber nacido aquí y ser un trozo microscópico de esta belleza caótica. Todavía nos faltan varios puntos de vista escondidos. Pero por otro lado una ciudad tan grande cansa.
En estas líneas querría compartir una ruta alternativa que ayuda para descansar y limpiar la mente. Es tan natural perderse entre los encantos históricos y las avalanchas humanas, que casi la gente se vuelve adicta a esta circulación. Justo cuando te vuelves como una trucha en la corriente del río, Estambul te abre su brazo pacífico en Sarıyer.
El Bósforo, míralo por donde quieras, siempre encuentras una manera para emocionarte. Sarıyer, el barrio con la costa más larga del Bósforo en la ciudad. Está situado en la boca del mar Negro saludando a los barcos y dándoles la bienvenida. En su costa de casi 40 kilómetros, esta vez nos quedamos solo con 4 ó 5 para andar tranquilamente y disfrutar con tiempo.
El objetivo es captar un trozo de reflejo de la cultura de barrio y vecindad; compartir el ambiente pacífico con las gaviotas; sentir el viento del mar Negro en la cara; buscar algún delfín en el Bósforo mientras respiras en el bosque.
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Tras los pasos de Tirante el Blanco en Constantinopla (duración estimada 30 minutos*)
Autora: Lara Zabala
Cuarto Premio del Concurso Itinerarios por Estambul 2017
La ruta literaria “Tras los pasos de Tirante el Blanco» sigue la senda en Constantinopla del protagonista de la novela Tirante el Blanco (1490) del valenciano Joanot Martorell complaciendo a los amantes de la literatura caballeresca hispánica. Del poniente al oriente del Mare Nostrum pretende enlazar así Valencia y Estambul.
Miguel de Cervantes homenajea la novela Tirante el Blanco y la salva de la inquisición en uno de los episodios más conocidos de su Quijote calificándola como «el mejor libro del mundo».
Este libro es la excusa para recorrer con los ojos de Tirante el Blanco el actual barrio de Sultanahmet en la época de Constantinopla.
Recorreremos a pie los escenarios imaginados por Martorell pero jamás contemplados por sí mismo pues no hay constancia de que el autor valenciano viajara nunca a la capital del Imperio Bizantino.
Recordemos que nuestro protagonista, tras permanecer un tiempo en Inglaterra donde se adiestra como caballero, regresa a Bretaña. Acompañado del hijo del rey de Francia, contrarresta el asedio que sufre la isla de Rodas de los genoveses y del sultán de El Cairo.
Y por fin en el capítulo XII de la novela asistimos a la entrada triunfal de Tirante el Blanco en Constantinopla:
«Cuando el emperador supo que Tirante había venido, demostró gran alegría y dijo que, a su parecer, su hijo había resucitado. Las once galeras llegaron causando tales manifestaciones de alegría que hacían resonar toda la ciudad».
El emperador da la bienvenida a Tirante el Blanco en el puerto de Bukoleon a orillas del mar de Mármara.
Nosotros iniciamos nuestra ruta en el mismo punto por donde Tirante entra a Constantinopla: el puerto del Palacio de Bukoleon situado en Sultanahmet.
Se cree que fue construido por orden de Justiniano II en el siglo V aunque sufrió innumerables ampliaciones y modificaciones a lo largo de la historia.
Las ruinas del palacio se encuentran integradas en la extensión de las antiguas murallas de la ciudad. En tiempos pasados fue una lujosa residencia adornada con estatuas de animales (algunas de ellas se exhiben en el Museo Arqueológico), pero a finales del siglo XIX con la apertura del ferrocarril que comunicaba el resto de Europa con la estación de tren de Sirkeci sufrió una gran mutilación arquitectónica.
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La ciudad de las siete colinas a través de sus lenguas, religiones e imperios (Kumkapı, Beyazıt, Vefa, Fener, Balat, Karaköy) (duración estimada 9 horas)
Autor: Emre Mordeniz
Tercer Premio del Concurso Itinerarios por Estambul 2017
Estambul es una ciudad única que fue grande y cosmopolita de manera continuada durante más de 1600 años. Habiendo sido la capital de los imperios romano, bizantino, latino y otomano, siempre fue un centro cultural muy importante para varios pueblos y religiones. No hay otra ciudad que haya sido el centro principal para cristianos y musulmanes, teniendo presente al patriarca de Constantinopla y al califa a lo largo de su historia. Si uno hubiese caminado por sus calles hace un siglo, habría escuchado griego, armenio, judeo-español, también llamado ladino, e italiano tan frecuentemente como turco. Lamentablemente, hace años que Estambul ha perdido esta diversidad, pero gracias a esta ruta, todavía es posible contemplar y admirar su gran historia a través de sus barrios.
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